¡Lo logramos! La Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), la Fiscalía General de la Nación y otras autoridades colombianas allanaron la pesadilla de laboratorio conocido eufemísticamente como Fundación Centro de Primates (FUCEP) —el cual hizo parte de una extensa investigación de PETA— y rescataron más de 100 pequeños monos nocturnos que estaban confinados allí en condiciones asquerosas.
Los animales, quienes eran forzados a vivir entre sus propios excrementos, ahora se recuperan en el centro de rescate y rehabilitación para animales silvestres de la CVC.
Ahora los políticos están interviniendo.
El concejal de Cali Terry Hurtado movilizó a sus seguidores, promovió la investigación de PETA en los medios locales y abrió importantes canales de comunicación para nuestro trabajo, incluso con los senadores colombianos.
Los senadores colombianos Esmeralda Hernández y Fabián Díaz trabajan para que no se repita la farsa de FUCEP. La senadora Hernández está trabajando para lograr un papel más activo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en la supervisión de las agencias ambientales regionales, que actualmente son autónomas, para garantizar que cumplan cabalmente con su misión de proteger a los animales.
El senador Díaz, quien ha radicado su propia queja ante los entes de control nacionales y regionales, también está trabajando con la senadora Hernández para proponer un debate de control político, que es similar a una audiencia en el Congreso de EE. UU. Esta herramienta se usa en el Congreso colombiano para promover la rendición de cuentas. La senadora colombiana Andrea Padilla también ha expresado su apoyo a esta acción y ha estado atenta al caso.
La reciente inspección de FUCEP por parte de la CVC encontró un sufrimiento absoluto, incluidas las condiciones asquerosas y aparentemente ilegales que ya habíamos sacado a la luz, así como la desaparición inexplicable de 21 monos. Mientras estaban en el lugar, los inspectores descubrieron un mono bebé muerto y un mono a quien le faltaba un ojo. Mira las fotos:
PETA continúa coordinando con autoridades, legisladores y expertos en primates en Colombia para lograr que estos monos puedan disfrutar del resto de su vida en paz.
Silencio de los NIH
Mientras las autoridades y los políticos colombianos han prestado atención a los hallazgos de PETA y han actuado en consecuencia, en los EE. UU., los Institutos Nacionales de Salud (NIH) no han dicho nada. Durante dos décadas, los NIH les han dado millones de dólares de los contribuyentes a quienes manejan FUCEP. Aún hoy, los NIH continúan financiando los experimentos a los que la CVC les acaba de poner un alto.
En una nueva carta a los NIH, PETA les ha exigido una vez más el cese inmediato de la financiación a los experimentadores colombianos que dirijen FUCEP y la investigación de las múltiples irregularidades que descubrimos en las demás organizaciones que ellos manejan. A las instancias financiadoras en Colombia también les pedimos que les cancelen los proyectos vigentes e investiguen el posible desvío de recursos públicos y la aparente falta de integridad científica.
Pídele al gobierno Colombiano que actúe de inmediato.