Si te gustan los deportes, aunque sea un poquito, el otoño es la mejor época del año. En ésta, la más sagrada de las estaciones, pelotas de cualquier forma y tamaño son lanzadas desde los bolsillos, a través de aros y a un tipo que sostiene un bastón. Es mágico y perfecto. Y si eres como yo, a veces te gusta disfrutar de un juego o dos con un montón de bebidas en compañía de extraños cada vez más efusivos — es decir, en un sport bar. Pero no olvidemos esa clásica pregunta:
“¿Puedes siquiera comer algo aquí?”
— Ese tipo con el que te juntas por alguna razón
La respuesta, por supuesto, es “Sí, puedo comer muchas cosas aquí”. Aquí están algunos consejos para hacer tu próxima visita a un sport bar, compasiva con los animales:
1. Explóralo
Averigua exactamente qué puedes esperar antes de ir. ¿El sport bar tiene una hamburguesa vegetariana? ¿Alitas de Gardein? La mejor parte es que tu exploración no será una violación a las reglas de la liga. ¡Hurra!
2. Las papas llegaron en safe
¿Me captas?
Cuando tengas dudas, pide unas papas. Todo los sport bars a los que vale la pena ir, tienen varias versiones de delicias hechas con papas. Me gustan las papas, pero tú escoge lo que prefieras ¿ok?
3. La cerveza es sabrosa
Estudios independientes confirman que la cerveza sabe bien.
Suerte la nuestra, ya que la mayoría de las cervezas se elaboran sin usar partes de animales. Si no estás seguro, dale un vistazo a nuestro sitio favorito de cerveza de todos los tiempos, Barnivore.
4. Sé buena onda
Asegúrate de que el personal te conozca como el “el vegano buena onda” y no como “el horrible vegano que me da una excusa para no considerar los derechos de los animales”. La mayoría de los mesoneros y los chefs saben qué es la comida vegana, pero si no, sé paciente. Si te sientes frustrado, comete otra papa. Mmmm. Sigue estos cuatro pasos y tu próxima experiencia en un sport bar estará libre de estrés. A menos que tu equipo haga lo que siempre hace y le anoten en el peor momento posible. ¿Solo me pasa a mí? Lo siento.