Cada vez más gente se está dando cuenta de la cruel realidad de la industria de los lácteos, por lo que el mercado de productos alternativos sin lácteos está creciendo más rápido que nunca.
Producir leches vegetales consume mucho menos agua y suelo y esto se traduce en mucho menos dióxido de carbono que en la producción de leches con lácteos. Hemos creado una guía de algunas de las mejores leches veganas y cómo usarlas:
Leche de almendras
La leche de almendras se hace con almendras picadas mezcladas con agua. Su rica textura y sabor leve a nuez hace que sea deliciosa en cafés con leche. Es también excelente para smoothies. La leche de almendras es baja en grasa, azúcar y calorías, y naturalmente alta en muchas vitaminas y minerales.
Leche de coco
La leche de coco se prepara remojando la pulpa blanca del coco en agua caliente. Se retira la crema que sube a la superficie, dejando la leche abajo. Los cocos son muy nutritivos, contienen vitamina C, B1 y B6. La leche contiene mucha grasa saturada, por eso debe usarse con moderación, y también es una de las leches veganas más caras. Pero a pesar de ser baja en azúcar, la leche de coco es bastante dulce, y esto es perfecto para postres, pasteles y smoothies. También es un ingrediente importante en curries thai e indios.
Leche de castañas
La leche de castañas tiene un sabor a nuez tostada que va bien con chocolate caliente. Algunas casas especializadas en café están comenzando a usarla porque se calienta y hace mejor espuma que la leche de almendras o soya. Es alta en grasa y calorías, ¡pero lo vale! También tiene gran cantidad de vitaminas del grupo B, vitamina E, ácido fólico y el ácido graso omega-3 ALA, que ayuda a mantener bajos el colesterol y la presión arterial.
Leche de cáñamo
Las semillas de la planta de cáñamo, pariente del cannabis pero sin los químicos psicoactivos, son una de las mejores fuentes de proteína vegana en el mundo, contiene nueve aminoácidos esenciales y ácidos grasos omega-3 y omega-6. La leche de cáñamo tiene un sabor dulce a nuez que va muy bien con el té.
Leche de avena
La leche de avena, que es frecuentemente cultivada localmente y producida en el Reino Unido, se hace remojando la avena en agua. El resultado final es dulce y delicioso pero más calórico que muchas de las otras leches vegetales. El beta-glucano que se halla en la fibra de la avena, puede bajar los niveles de colesterol. Una porción contiene el 10 por ciento de la cantidad recomendada de hierro diaria, algo muy importante para los veganos. Se calienta bien y no se cuaja, siendo buena para cocinar. Quienes tienen intolerancia al gluten deben evitarla.
Leche de arroz
La leche de arroz se hace con arroz hervido, almíbar de arroz integral y almidón de arroz integral. En pruebas de sabor, la leche de arroz ha demostrado ser más popular que la leche de soya. Es dulce y no tan espesa como la mayoría de las otras leches vegetales, y también es mucho más baja en grasas, pero no contiene demasiada proteína.
Leche de soya
Una fuente completa de proteína, la leche de soya es una de las leches vegetales más populares de todas y a menudo la única que encontrarás en cafeterías populares. Va bien con bebidas con base de espresso por su textura cremosa y sabor neutral. Tiene casi la mitad de la grasa que la leche de vaca, un tercio de las calorías, ¡y nada de su crueldad!
¿Cuál es tu leche sin lácteos favorita?
Para más consejos sobre cómo cambiar a una dieta vegana, ¿por qué no firmas nuestro compromiso de 30 días? Te enviaremos regularmente e-mails con consejos, información, recetas y más.
Comprométete a ser vegano