Cualquiera puede decir a simple vista que esta linda bola de pelos de veras no es un perro, pero no se lo digas. A juzgar por su comportamiento, Marvin se cree más un husky siberiano que un gato himalayo.
Al igual que un perro, siempre está listo para echarse de espaldas para una relajante frotada de panza.
A muchos perros les gusta subirse al regazo de las personas (lo mejor para abrazarlos y lamerles las caras). ¡Qué coincidencia, a Marvin también!
A los perros juguetones les encanta jugar con otros perros. ¡El juguetón Marvin también lo hace! Sorprendente.
¿Paseos? Sí, también le encantan. Al igual que un perro, le encantan su arnés confiable y su correa.
Marvin, de ocho años, llegó a PETA después de que su joven familia se abrumó con los compromisos de tiempo y los gastos y ya no pudo brindarle el cuidado que necesita y merece. Ahora está buscando a un humano especial a quien “seguir” en la vida.
¿Te gustaría adoptar a Marvin? Entonces, siéntate, espera y envíanos un correo electrónico a [email protected] para saber cómo puedes darle un nuevo hogar a este buen chico.
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