Los dinosaurios están deambulando nuevamente por la Tierra y su última parada es la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021, también conocida como COP26, en Escocia, para asegurarse de que el presidente Joe Biden nombre a un director visionario para dirigir los NIH, alguien que adopte investigaciones de vanguardia y alta tecnología, en lugar de otro “dinosaurio” que financie experimentos arcaicos en animales que no ayudan a los humanos.
Torturar a beagles y atemorizar a monos con serpientes falsas son solo dos ejemplos de los fracasos éticos, fiscales y científicos de los NIH. La agencia derrocha más de $19 mil millones en experimentos en animales anualmente, a pesar de la clara evidencia de que lastimar a los animales no está consiguiendo curas ni tratamientos para las enfermedades en humanos.
PETA les está pidiendo a nuestros miembros y simpatizantes que llenen la casilla de e-mail del presidente con mensajes, instándolo a nombrar a un director de los NIH que se comprometa a traer a la agencia al siglo XXI invirtiendo en métodos de investigación vanguardistas y sin animales.
¡ACTÚA AHORA!
Publicado originalmente el 20 de octubre de 2021:
Estupendas noticias para los animales: Francis “Vista Gorda” Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), ¡se va!
No dio tiempo a que se secara la tinta del contrato de alquiler de la oficina en Capitol Hill, que PETA planeaba usar para intensificar la campaña para sacar a Collins de los NIH por haber hecho la vista gorda ante el fracaso de los experimentos en animales. Hoy, la noticia de que ha renunciado trae esperanza para los animales y para la agencia que convirtió en un dinosaurio burocrático.
Ahora es crucial que el presidente Joe Biden encuentre un líder que comprenda el panorama general: que proteger la salud de la gente, asegurar el papel de nuestro país como líder en innovación, abordar las disparidades dentro de la comunidad científica y prevenir la próxima pandemia están relacionados con eliminar nuestra dependencia de los experimentos en animales y dar prioridad a la investigación sin animales, relevante para los humanos.
En julio, PETA instó al secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, a despedir a Collins y buscar un nuevo director para los NIH, citando el financiamiento desproporcionado de los NIH para experimentos en animales que no conducen a tratamientos ni curas para los humanos. Parte de nuestra carta dice lo siguiente:
Incluso cuando ha aumentado la evidencia científica sobre el fracaso de los experimentos en animales para producir curas y tratamientos para los humanos y también sobre la sintiencia de los animales, el organismo no ha tomado en cuenta esta evidencia y ha seguido derrochando fondos públicos en experimentos crueles y fallidos. Los propios laboratorios con animales de los NIH sirven como modelo para los experimentos abusivos, mortales e inservibles, y esto ha estado ocurriendo durante años bajo la supervisión de Collins. Por el bien del bienestar animal, la ciencia sólida, la confianza del público y la posición de EE.UU. como líder mundial en investigación biomédica, le pedimos que por favor considere reemplazar a Collins por un director más competente y con visión de futuro.
La presidente de PETA también protestó frente a la casa de Collins, pidiéndole que renunciara. Publicamos un artículo de opinión de alto perfil exigiendo un nuevo liderazgo, que se publicó el Miami Herald y otros periódicos; publicamos anuncios de página completa en medios impresos de Washington, D.C., diciendo: “Francis Collins debe irse”; instamos a nuestros seguidores a pedir su renuncia; e inundamos Instagram y Twitter con el hashtag #FrancisCollinsDebeRenunciar. Kathy Guillermo de PETA también se presentó en Tucker Carlson Tonight, pidiendo un nuevo director para los NIH, que adoptara la ciencia moderna.
PETA ha expuesto una y otra vez el maltrato y la ciencia de pacotilla en los NIH, incluyendo tres décadas de experimentos en los cuales los monos bebés fueron apartados de sus madres y atormentados para provocarles enfermedades mentales. Este laboratorio fue cerrado en 2015 tras una intensa campaña de PETA que duró dos años. En 2020, publicamos videos inéditos del laboratorio de la experimentadora de los NIH, Elisabeth Murray, quien les causa daño cerebral a los monos y luego aterroriza a los animales con serpientes y arañas plásticas de aspecto real.
En julio, PETA publicó documentos federales, revelando varias violaciones al bienestar animal dentro de los laboratorios de los NIH. Hubo animales que murieron de deshidratación, inanición y asfixia y que sufrieron quemaduras por fomenteras o almohadillas térmicas, se les negaron analgésicos y mucho más.
A menudo, Collins se negaba a hablar sobre estos temas o a tomar medidas hasta que la presión pública lo obligó. De forma similar, se negó a abordar la creciente preocupación por el fracaso de los experimentos en animales para producir tratamientos para humanos, o responder a decenas de miles de correos electrónicos de estadounidenses exhortándolo a adoptar el Acuerdo de Modernización de la Investigación de PETA, que documenta las fallas de los estudios en animales y proporciona una estrategia para eliminar gradualmente el uso de animales y aumentar el financiamiento de métodos modernos.
Por favor, insta a tus legisladores a hacer algo mejor y apoyar el Acuerdo de Modernización de la Investigación de PETA:
¡TOMA ACCIÓN AHORA!
Publicado originalmente el 1 de septiembre de 2021:
PETA ha estado diciéndolo por meses, y ahora uno de los periódicos líderes de la nación ha reportado una nueva e impactante información que confirma nuestra aseveración de que Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), debe ser inmediatamente retirado de su cargo.
The Washington Post ha revelado que Collins, y uno de sus lugartenientes, Anthony Fauci, han aprobado y financiado experimentos de ingeniería de patógenos –llamados “ganancia de función”– que podrían hacer aún más contagiosos o virulentos, a virus de por sí mortales. Y han estado haciendo esto sin la transparencia usual y con un comité de revisión científico debilitado.
Pareciera que esto se trata de la consolidación del poder y la autoridad de Collins. El comité de revisión científico, reporta el Post, ha sido reducido a una junta consultiva cuyo poder de veto ha sido retirado. En un experimento financiado por los NIH, un virus de gripe aviar fue básicamente convertido en un arma. Este virus ya mortal en el aire no ha sido transmitido fácilmente, pero la alteración genética lo hizo transmisible entre mamíferos. Los científicos que revisaron el trabajo dicen que, si fuera liberado, podría matar a 4 mil millones de personas con rapidez.
Los experimentadores luego quisieron publicar el estudio, que incluye una especie de guía “básica” sobre la ingeniería del virus. Algunos científicos temieron que la publicación del estudio pudiera enseñarles a personajes perversos a crear un virus que podría ser usado en una guerra biológica. Objetaron. Pero, según reportes del Post, Collins y Fauci –tras bambalinas– presionaron para que se publicara, autoproclamándose árbitros sobre lo que es seguro, eficaz e importante. El estudio fue publicado.
Cabe mencionar que estas alteraciones de virus mortales están sucediendo bajo la autoridad de los NIH, la misma agencia en la que en 2014, trabajadores hallaron 12 cajas de cartón abandonadas hacía tiempo y que contenían 300 viales de agentes infecciosos, así, simplemente dispersos en un cuarto. Algunos de estos viales contenían al virus que causa viruela. Los viales habían sido usados décadas –¡décadas!– atrás y debían ser destruidos.
Estos son los mismos NIH en donde la negligencia, crueldad y repetidas violaciones a la ley federal suceden casi a diario. Como hemos señalado anteriormente, 75 casos de serias violaciones al bienestar animal han sido documentados en los laboratorios de los NIH en Maryland entre enero de 2018 y junio de 2021. Animales se sofocaron y murieron de hambre y deshidratación. Se les inyectaron los fármacos equivocados y se los sometieron a procedimientos no autorizados. Quedaron atrapados en piezas de equipamiento atrapados y murieron mientras luchaban desesperadamente por escapar. Un ratón se prendió fuego –sí, leíste bien– cuando los experimentadores no se dieron cuenta de que los vapores del alcohol se habían acumulado durante una cirugía que generaba calor.
Pero esta es la agencia en la que el público confía para financiar investigación sobre virus con la capacidad de erradicar a la mitad del planeta, y ¿dejaremos a Collins a cargo? La respuesta debería ser un firme no.
Ya sabíamos que Collins a menudo pone a la ciencia en segundo plano. Sabe muy bien que los experimentos en animales están fracasando en la creación de tratamientos para humanos. Pero aparentemente le preocupa más preservar su reputación entre los experimentadores de animales, mientras despilfarra el holgado presupuesto de $41 mil millones de la agencia en experimentos animales crueles e insensatos, a pesar de la abrumadora evidencia científica que demuestra que los estudios en animales fracasan tremendamente en el desarrollo de tratamientos y curas eficaces para enfermedades humanas. Pero el reporte del Post añade una siniestra capa más al reinado de Collins.
PETA ya ha demostrado que Collins no puede mantener siquiera su propia casa en orden. Lo que acabamos de aprender es que el director de la más alta autoridad investigativa de nuestro país no es un líder, sino un villano de historietas.
Toma acción aquí.