Un expositor de Circus World Adquirió Cachorros de Tigre de un Zoológico de Carretera

¿De dónde vienen los tigres utilizados en los circos? Es posible que te sorprenda saber que a veces, la respuesta es de un decadente zoológico de carretera. Nueva documentación obtenida por PETA revela que Ryan Easley, un expositor de grandes felinos para Circus World en Baraboo, Wisconsin, adquirió en julio dos cachorros de tigre de Myrtle Beach Safari, un zoológico de carretera de mala fama de Carolina del Sur, operado por Bhagavan “Doc” Antle. Ahora, estos tigres, quienes han sido explotados desde sus primeros días en un zoológico de carretera, se verán obligados a aprender y realizar trucos degradantes bajo la amenaza de un látigo en espectáculos de circo.

El nuevo explotador de los cachorros, Easley (también conocido como “Ryan Holder”) no es mejor que el que dejaron: durante unas sesiones de entrenamiento en 2017, fue captado azotando violentamente a los tigres, uno de los cuales habría sido golpeado 31 veces. Circus World también utiliza elefantes suministrados por el circo Carson & Barnes, cuyo entrenador principal fue grabado en video atacando brutalmente a elefantes con un bullhook y con una picana eléctrica, hasta que los hizo gritar de dolor.

Lo que los animales soportan en Myrtle Beach Safari

“Doc” Antle tiene un largo historial de violaciones a la Ley Federal de Bienestar Animal, como poner en riesgo al público y no brindarles a los animales la atención veterinaria necesaria, el suficiente espacio en la jaula y agua limpia. Además, usa cachorros de tigre y otros animales para peligrosos encuentros de contacto con el público, sesiones de fotos y videos publicitarios, incluido uno con un chimpancé llamado Sugriva, quien fue separado de su madre cuando era un bebé, una práctica común en la industria. Y en 2014, Antle fue criticado por PETA por un truco publicitario desvergonzado –y peligroso­­– en el que llevó a dos chimpancés a una proyección de El amanecer del planeta de los simios.

Antle es un jugador clave en la industria explotadora de interacción con cachorros de tigre, que produce tigres bebés para tener un inventario constante de cachorros que las personas paguen por sostener y tomarse fotos con ellos. Para poder aclimatarse a tal manipulación, los cachorros de tigre les son arrebatados a sus madres cuando tienen apenas unos días de vida. En la naturaleza, se quedarían con sus madres protectoras y cariñosas durante dos años.

Una vez que los cachorros crecen demasiado y son peligrosos para el público –lo cual sucede rápidamente– sus expositores a menudo los descartan. En este caso, los cachorros, ahora llamados Jade y Amara, se enfrentan a toda una vida de jaulas estrechas, látigos, viajes constantes y frustración en el circo.

Qué puedes hacer

PETA insta a todos a mantenerse alejados de los circos con animales, los zoológicos de carretera y todas las demás operaciones en las que los animales sufren por el beneficio de personas crueles. A estas alturas, todas las personas decentes saben que los animales existen por sus propios motivos, no para ser utilizados como entretenimiento para los humanos. Actúa ahora instando a la Wisconsin Historical Society, que opera Circus World, a actualizarse a la época y poner fin a sus actos crueles y arcaicos con animales.

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