Escrito por Danny Prater
He vivido con diabetes tipo 1 desde que tenía 13 años. Tal como los humanos, los perros y los gatos también pueden tener diabetes. Desde mi experiencia personal sé que puede ser una enfermedad complicada, algunas veces difícil de manejar. Esto me llevó a pensar en cómo debe ser para un gato o perro el vivir con diabetes. Sin ninguna forma de decirnos directamente cómo se sienten, los animales de compañía dependen de sus guardianes humanos para que se den cuenta cuando algo anda mal.
Pero, ¿cómo se “manifiesta” la diabetes? Aunque es cierto que no la puedes ver, con seguridad puedes ver los síntomas si le pones atención a tu gato o perro.
Cambio en el apetito
¿Tu perro está comiendo mucho más que antes de un momento a otro? ¿Tu gato está dejando mucha comida sin probar? Un aumento o disminución en el apetito puede ser un signo de no sentirse bien.
Pérdida de peso
Cuando al cuerpo le falta insulina, la cual es necesaria para llevar el azúcar de la sangre a las células para obtener energía, éste comienza a quemar grasas. Si tu amigo de cuatro patas comienza a perder peso rápidamente, especialmente si también presenta otros síntomas de esta lista, debes hacer una cita con el veterinario tan pronto como sea posible.
Esta es una forma fácil de saber que algo puede estar mal: tu animal está comiendo más que antes pero aún así está perdiendo peso.
Micción frecuente
Para los gatos esto puede presentarse como urinación fuera de su caja de arena o como infecciones frecuentes del tracto urinario; para los perros, puedes notar un aumento repentino en solicitudes para salir. Esto ocurre porque algunas de las toxinas que se acumulan cuando los niveles de azúcar están sin control son expulsadas en la orina. El cuerpo de tu animal está diciendo algo — ¡asegúrate de escuchar!
Sed excesiva
De hecho, así es como me di cuenta al principio de que algo estaba mal conmigo. Debido al aumento en la micción, tu perro o gato tendrá mucha sed, intentando reemplazar el líquido que ha perdido. Estos dos síntomas, sed y micción excesivas, probablemente se presentarán juntos, así que presta atención.
Nota: Cuando los gatos y los perros continúan en este ciclo de micción frecuente y sed excesiva, pueden deshidratarse. ¿Cómo puedes saber si un animal sediento está deshidratado? Una forma rápida de saber es pellizcando suavemente una parte de la piel y el pelo en la espalda y a continuación dejándolos volver a su estado normal. La piel de un animal bien hidratado regresará a su estado normal rápidamente, mientras que la piel de un animal deshidratado colapsará a su estado normal lentamente.
Aliento con olor dulce
Cuando un cuerpo que no tiene insulina comienza a quemar sus propias reservas de grasa para obtener energía, los compuestos llamados cetonas son liberados en el flujo sanguíneo. La acetona, un tipo de cetona, es por lo general expulsada del cuerpo a través del aliento, que tendrá un olor inusualmente dulce o afrutado (en marcado contraste con la mayoría de alimentos para perros y gatos), así que esta es una forma fácil de saber si algo está mal la próxima vez que estén jugando.
Letargia o apatía
Cuando demasiadas cetonas entran en el flujo sanguíneo, el cuerpo mismo se puede volver ácido. Créeme cuando te digo que esto se siente horrible. Si tu animal de compañía no puede mantener su cabeza levantada por más de algunos minutos o si ha experimentado una disminución repentina en sus niveles de energía, ¡asegúrate de ir al veterinario tan rápido como sea posible!
Vómito
Tal como con las toxinas expulsadas a través del aliento o la orina, esta es una de las formas en que el cuerpo te dice que quiere EXPULSAR algo que actualmente se encuentra dentro.
Pelaje descuidado/Infecciones de piel crónicas
¿Está perdiendo brillo el pelo de tu gato? Puedes incluso notar escamas de piel seca. ¿Han diagnosticado a tu perro con múltiples infecciones de la piel? Estos son signos de que tu gatito o tu perro pueden estar sufriendo de diabetes que no está siendo tratada.
Formación de cataratas / cambios en la visión
El pasar largos periodos con niveles elevados de glucosa en la sangre puede llevar al desarrollo de cataratas y, tal como en los humanos, ceguera. Es importante hacer examinar a tu animal antes de que los síntomas progresen demasiado.
AHORA, ESCUCHA: No soy un médico, ni de humanos, ni de animales. Si después de leer esto sospechas que algo no anda bien con tu mejor amigo (no-humano), ¡consulta a un profesional! Siempre presta atención —y ayuda— a tus animales de compañía. Ellos dependen de ti para saber que algo está mal, así que tienes que estar seguro de saber cómo se ven y se sienten ellos cuando todo está “normal”. Debido a que los animales normalmente consumen muchos menos azúcares y carbohidratos que los humanos, los signos de una diabetes sin tratamiento pueden acumularse lentamente con el tiempo. El veterinario puede realizar los exámenes de sangre necesarios para saber qué está ocurriendo y aconsejarte para que proveas el cuidado adecuado para tu gato o perro si la diabetes resulta ser un problema, así que asegúrate de llevar regularmente a tu animal de compañía a exámenes de control.