Seguimos en una pandemia y, sin embargo, los reportes dicen que hay alrededor de 100 vuelos diarios de Estados Unidos a Quintana Roo, México –el estado en el que se encuentran Cancún y Tulum–.
La atracción turística de la región, en estos tiempos impredecibles, podría estar contribuyendo al incremento de casos de COVID-19 en el área, poniendo en peligro a la gente que vive allí, trabajadores de centros turísticos y sus familiares, así como también a los animales. Si bien las hermosas playas de la Riviera Maya, sus retiros de yoga y sus mágicos cenotes son atractivos más que suficientes para entretener a los visitantes, las exhibiciones ruines de animales continúan enfocándose en los turistas, alentándolos a vaciar sus carteras y a recibir “likes” en Instagram.
No te dejes engañar por las trampas para turistas
La mayoría de las personas tienen buenas intenciones cuando se van de excursión o visitan parques que te permiten nadar con delfines. Pero si supieran la verdad que se esconde detrás de la falsa sonrisa de delfín, se horrorizarían de saber lo que en realidad están financiando.
Mucho tiempo después de que los viajeros vuelvan a casa con sus nuevos bronceados, fotos y recuerdos, estos fascinantes mamíferos marinos seguirán sufriendo. En su hábitat natural, los delfines nadan grandes distancias todos los días en extensas manadas. Usan la ecolocación para navegar y determinar la distancia y su ubicación. Incluso la piscina más grande es como una prisión para ellos. Estos delfines a menudo son alojados con grupos incompatibles, y debido a las condiciones estrechas de sus recintos no pueden escapar de los conflictos con otros delfines.
A lo largo de todo el Caribe, dejan a los delfines en pequeñas piscinas o corrales marinos contaminados. Alentados por la codicia, muchas instalaciones operan casi continuamente, dándoles a los animales muy poco respiro del flujo constante de turistas.
Estas instalaciones en México tienen a animales marinos para ganar dinero
Xcaret
Dolphinaris
Wow Excursions Cozumel
Delphinus
Porqué está mal
Los delfines son separados de sus familias en la naturaleza, incluso bebés, solo para ser confinados en piscinas diminutas de concreto, y usados para el entretenimiento de los humanos.
Se pueden transmitir muchas enfermedades de los delfines a los visitantes humanos, incluyendo infecciones virales, fúngicas y bacterianas como la salmonela. Algunas personas incluso han sido mordidas o se han fracturado los huesos durante sus sesiones de nado.
Los delfines confinados en tanques de espectáculos son obligados a actuar a cambio de peces muertos ante audiencias ruidosas, mientras son sometidos a la música amplificada desorientadora, un ataque constante a su sistema de audición que es una causa probable de estrés crónico.
El estrés físico y social al que rutinariamente son sometidos, a menudo resulta en lesiones dolorosas.
Lo que tú puedes hacer
Cuando vayas de vacaciones, no dejes tu ética en casa. No aceptes nadar con delfines, nunca pagues por sostener a un cachorro de tigre, no te tomes selfis con aves o reptiles, y nunca montes un caballo o pasees en un carruaje tirado por caballos.
Mientras los turistas sigan gastando dinero en estas actividades, los animales seguirán sufriendo. Los animales no son nuestros para usar para el entretenimiento, así que sé un viajero compasivo y déjalos en paz.
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