En La Sirenita, Ariel, una princesa sirena, anhela escapar de los confines de Atlántica. En SeaWorld Orlando, Ariel, la delfín nariz de botella, comparte el anhelo de libertad de su homóloga del cuento. Pero hay una gran diferencia: en la versión de Disney, la sirenita Ariel tuvo un final feliz, mientras que la delfín Ariel todavía está atrapada en SeaWorld después de 28 años en cautiverio. Esta es su historia.
El 3 de mayo de 1992, Ariel nació en cautiverio en Marineland Dolphin Adventure, Florida.
Marineland es un parque que mantiene a los mamíferos marinos, seres sociales sensibles y altamente inteligentes, encerrados en pequeños tanques tratados químicamente.
Aquí es donde Ariel comenzó a ser utilizada como máquina reproductora.
En el 2000, cuando tenía 7 u 8 años, dio a luz a su primer bebé.
El tiempo que Ariel y su primer bebé pasaron juntos fue corto: el bebé murió poco después del nacimiento. Aunque los detalles sobre su muerte no fueron revelados, sabemos que la cría fue atacada por un delfín macho joven llamado Razzle, lo cual pudo haber influido.
En marzo de 2001, Ariel y un montón de otros delfines cautivos fueron trasladados a SeaWorld Orlando.
El viaje desde Marineland hasta SeaWorld es de 100 millas. Ariel y los demás fueron llevados por Florida como fichas de juego para el entretenimiento.
Aproximadamente un mes después de llegar a SeaWorld Orlando, Ariel dio a luz nuevamente.
Supuestamente, su segunda bebé, Alpha, era endogámica: el padre de Ariel y el de Alpha, Razzle, era el mismo.
El 5 de mayo de 2005, Ariel dio a luz nuevamente.
Su tercer bebé, Cinco, murió al año siguiente de meningitis aguda y vasculitis cerebral (inflamación repentina de los tejidos alrededor del cerebro y los vasos sanguíneos que lo irrigan).
En 2007, dio a luz a su cuarto bebé, Alia.
La historia de Alia es particularmente triste. En 2013, fue sacada de SeaWorld Orlando y llevada por todo el país hasta Six Flags Discovery Kingdom en Vallejo, California. Luego, en 2016, fue transportada a Dolphinaris Arizona. Pero su estadía allí no duró mucho: murió en 2018 sin siquiera haber cumplido 12 años. (En su hábitat natural, los delfines viven un promedio de 40 años).
El 18 de abril de 2008, Ariel dio a luz a un bebé llamada Khloe.
Igual que sus hermanos, Khloe no pudo establecer lazos con su madre por mucho tiempo. También fue trasladada de SeaWorld Orlando a Six Flags Discovery Kingdom en 2013 y luego a Dolphinaris Arizona en 2016. Al igual que Alia, murió en Dolphinaris aproximadamente dos años después de llegar al antiguo parque de mamíferos marinos cautivos. Un año después, tras esfuerzos de PETA y otros defensores de los delfines, Dolphinaris Arizona cerró su exhibición de delfines.
En 2011, Ariel dio a luz otra vez.
Su quinto bebé se llamó Aurora. El tiempo de Aurora con su madre también fue breve: el bebé fue separado de Ariel cuando tenía aproximadamente 6 años.
El sexto y último bebé de Ariel, Archer, nació en 2014.
En 2016, Archer fue llevado a Discovery Cove, otra prisión de concreto, propiedad de SeaWorld, especializada en interacción peligrosa con la vida marina, incluidos los programas de “nado con delfines“. Un año después, fue llevado de regreso a SeaWorld Orlando.
Ariel, Archer y todos los demás animales que aún permanecen cautivos en los parques de SeaWorld merecen que se les dé una semblanza de la vida natural que se les ha negado durante tanto tiempo.
En la naturaleza, los delfines nadan hasta 60 millas por día, se sumergen a profundidades de casi 1,500 pies y mantienen relaciones dinámicas dentro de un gran grupo social. Pero en SeaWorld, están hacinados en tanques poco profundos en los que no pueden escapar de los ataques de delfines frustrados y agresivos.
En los parques estadounidenses de SeaWorld, unos 140 delfines están apiñados en solo siete tanques estrechos.
Y aunque SeaWorld dejó de reproducir orcas después de una campaña de PETA, otras delfines como Ariel todavía están siendo preñadas, a veces por la fuerza y después de ser drogadas.
Cerca de 300 delfines han muerto estando bajo la custodia de SeaWorld, muchos de ellos prematuramente.
Aunque la compañía finge ignorarlo, la gran cantidad de muertes prematuras e inusuales en sus parques apuntan a un denominador común grave: el cautiverio. El acuerdo de SeaWorld para dejar de tratar a los delfines como tablas de surf es un avance, sí, pero el cautiverio todavía les niega a delfines como Ariel todo lo que es natural e importante para ellos. Para que no se le siga considerando una atracción cruel, SeaWorld necesita convertirse en un parque de diversiones sin animales.
Booking.com, TripAdvisor, Virgin Holidays y docenas de compañías más se han desvinculado de SeaWorld por negarse a dejar de usar y maltratar a los animales. El Acuario Nacional de Baltimore está construyendo un santuario de delfines, un parque marino chino sacó a las belugas del confinamiento extremo y las envió a un santuario de aguas abiertas en Islandia, y Canadá votó la prohibición del cautiverio de delfines y ballenas.
©dreamstime.com/Paul Brewster
Por otra parte, PETA hizo una campaña durante meses para que SeaWorld dejara de tratar a los delfines como tablas de surf y acordara que los entrenadores no se pararan más sobre sus caras en espectáculos degradantes estilo circense.
Ariel y sus amigos delfines pertenecen al mar. Ayúdanos a ayudarlos a que vivan felices de ahora en más.
Haz clic en el enlace a continuación para ayudarnos a persuadir a la compañía de parques marinos abusivos para que elabore un plan firme para liberar a todos los animales en santuarios costeros lo antes posible.
INSTA A SEAWORLD A VACIAR LOS TANQUESY, por favor, boicotea SeaWorld y todas las demás atracciones que explotan a los animales, y pídeles a tus amigos que hagan lo mismo.