El decrépito Waccatee Zoo ha estado por mucho tiempo en la mira de PETA, y por una buena razón. El zoo de carretera de Carolina del Sur ha tenido animales por años, el último siendo un tigre con una herida profunda, sangrante y abierta en el hombro. Solicitamos al Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) el envío de un inspector lo antes posible para evaluar clínicamente al animal, y el inspector confirmó el alegato de PETA.
La agencia citó a Waccatee por permitir que el tigre se hiriera y para asegurar que recibiera un tratamiento veterinario adecuado. El zoo de carretera también fue citado por falta de limpieza de varios recintos, incluyendo uno con abundante suciedad negra y otros con algas verdes.
Otro objetivo por mucho tiempo de PETA, el Yellow River Game Ranch en Georgia, ha sido recientemente golpeado con un montón de violaciones a la Ley de Bienestar Animal: osos forzados a beber agua contaminada de la piscina, aislamiento térmico que caía del techo (nada menos que en el edificio de acopio de alimentos) y jaulas cubiertas de óxido.
Y también tenemos el zoo de mala fama de Indiana llamado Wildlife in Need donde los animales bebé les son arrancados a sus madres y pasados de mano en mano para selfies. Los problemas más recientes del zoo de carretera son, entre otros, el no haber brindado atención veterinaria a un canguro y a tres nutrias quienes más tarde murieron. En un día helado de 21 grados, había un león y un perro que no tenían un lugar abrigado donde acostarse a dormir.
El propietario del zoo, Tim Stark, atacó verbalmente a los inspectores del USDA e impidió que completaran una investigación exhaustiva – y que según los inspectores creó un “clima hostil e inseguro” para futuras inspecciones. Por supuesto, este es el mismo tipo que golpeó a cachorros de tigre en la cara con una fusta.
En McClelland’s Critters en Alabama, los agentes federales respondieron a nuestra queja inspeccionando el zoo de carretera, ¿e imaginan qué? Encontraron que numerosos recintos tenían piezas puntiagudas de metal que sobresalían o estaban cubiertos con algas y suciedad. El agua para beber de ciertos animales tenía “una consistencia verde abundante”. Se les permitió a decenas de escolares interactuar libremente con búfalos y otros animales, sin supervisión de empleados.
Ahora, algunas buenas noticias.
Al circo Tarzan Zerbini Circus no se le permitió llevar elefantes a Canadá para otro espectáculo que tiene, el Royal Canadian Circus. Zerbini necesita un permiso de Ley de Especies en Peligro de Extinción para cruzar elefantes por la frontera, pero su permiso fue suspendido por el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre de EE.UU. (FWS) siguiendo nuestra demanda legal contra el FWS sobre su ilegal esquema “pay-to-play” (en que a exhibidores que explotan especies en peligro de extinción, más que protegerlas, se les permite dar una contribución mínima a grupos conservacionistas a cambio de permisos). Esperamos que el FWS mantenga la permanencia de esta suspensión y se retire la demanda legal.
Y en una victoria para los reptiles, menos de una hora después de que PETA señalara que los caimanes pueden sufrir estrés extremo, enfermarse y hasta morir cuando son usados para sacarse fotos con ellos, el Bowery Collective de Nueva York nos dijo que ha cancelado los planes para ofrecer fotos con caimanes en vivo durante un cóctel.
Estaremos duro y duro con lo mismo a todo aquel que crea que los animales pueden ser usados para entretenimiento.
