Con más de 1 millón de casos confirmados de la COVID-19 solo en EE.UU., necesitamos tratamientos y vacunas eficaces. No podemos perder tiempo en pruebas ineficaces en animales, y afortunadamente para nosotros y para todo el mundo, el gobierno de EE.UU. está de acuerdo.
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En un momento decisivo en la historia, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) ha respondido a la pandemia dando prioridad a los ensayos clínicos en humanos y no a las pruebas en animales. Ahora PETA le está pidiendo a la FDA que aproveche esta oportunidad para dejar de requerir pruebas crueles y despilfarradoras en animales para todos los fármacos, no solo para los que se usan en el tratamiento de la COVID-19.
A pesar de la existencia de pruebas sin animales relevantes para los humanos, la FDA ha insistido durante décadas en que no hay forma de llevar un nuevo medicamento a ensayos clínicos en humanos sin probarlo primero en miles de animales. Pero, ante la presión para desarrollar medicamentos para prevenir o tratar la COVID-19 de forma rápida y segura, la FDA ha tomado medidas que demuestran que esto no es así.
El mes pasado, por primera vez en la historia, tanto la FDA como los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. (NIH) dieron luz verde a un importante ensayo clínico en humanos de una vacuna, sin antes requerir extensas pruebas en animales. Por lo general, a las empresas se les exige que pasen años sometiendo a los animales a la agonía de las pruebas de nuevos productos antes de comenzar los ensayos clínicos en humanos, por más que esas pruebas en animales no predicen si un medicamento funcionará en humanos.
Pero, en este caso, la compañía comenzó a desarrollar una vacuna contra la COVID-19 en enero, y para marzo, la FDA y los NIH coincidieron: es hora de ver si esta vacuna es efectiva en humanos. Y eso es solo la punta del iceberg, hay muchas pruebas similares en marcha y en etapas de planificación.
El noventa y cinco por ciento de los medicamentos que pasan las pruebas en animales fracasan en humanos. Al omitir las irrelevantes pruebas en animales se evita la demora en la comercialización de medicamentos que pueden salvar vidas y se permite que los recursos se concentren en métodos de prueba sin animales relevantes para los humanos. ¡Y también evita la posibilidad de descartar un medicamento que podría salvar vidas humanas solo porque no funciona en animales!
Evitar pruebas engañosas en animales y pedirles a voluntarios humanos que donen sangre ha agilizado el acceso a tratamientos que podrían salvar la vida de personas con la COVID-19.
El tratamiento más disponible para la COVID-19 y otras enfermedades, llamado plasma del convaleciente, proviene directamente de los humanos recuperados de la enfermedad. Este tratamiento no utiliza un solo animal, solo los anticuerpos producidos por el sistema inmunológico humano para combatir las infecciones. La FDA ya ha permitido que varias personas reciban plasma del convaleciente como parte de su tratamiento para la COVID-19 y está ampliando este esfuerzo.
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Es solo cuestión de tiempo: las pruebas en animales son un impedimento para colocar vacunas y medicamentos para humanos de forma rápida, segura y efectiva en el mercado.
En todas las pruebas en animales, los animales –junto con sus complejas emociones, sensibilidades y personalidades- son tratados como si fueran equipos de laboratorio inanimados. Son quemados, mutilados, inmovilizados e inyectados con sustancias químicas tóxicas y patógenos mortales. No podemos imaginar el terror que debe sentir cada animal atrapado en un laboratorio día tras día.
La FDA ha estado diciendo durante años que la única forma de garantizar que los nuevos medicamentos se desarrollen rápidamente es priorizar los métodos de pruebas relevantes para los humanos en vez de confiar en las pruebas tradicionales en animales. En su Plan de Toxicología Predictiva de 2017, señaló que la nueva tecnología relevante para los humanos -no las pruebas en animales- es la clave para predecir mejor la seguridad y eficacia de un medicamento para humanos.
Es hora de que el organismo ponga estas palabras en práctica.
Todos pueden ayudar a los animales instando a la FDA a que no limite la expansión de ensayos clínicos en humanos al desarrollo de tratamientos y vacunas contra la COVID-19, sino que los aplique a todos los nuevos fármacos y tratamientos médicos en el futuro, y a que no pierdan más tiempo haciendo pruebas en animales.
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La FDA está pidiendo a quienes se recuperaron de esta enfermedad que consideren donar sangre para usarla en estos ensayos clínicos. Una sola donación puede tratar hasta cuatro personas enfermas, y no se requieren animales.
CÓMO DONAR SANGRE