(Advertencia: imágenes sensibles)
El COVID-19 puede haber detenido al país, pero los miembros del equipo de campo de PETA, quienes brindan refugio, afecto y atención médica a los perros y a otros animales que pertenecen a familias indigentes del sureste de Virginia y del noreste de Carolina del Norte, no pueden trabajar desde casa.
En esto andaban los “trabajadores milagrosos” en marzo.
Volvimos a ayudar a algunos amigos de Danville Area Humane Society.
Justo a tiempo, antes de las órdenes de permanecer en nuestras casas, nuestros trabajadores de campo regresaron a Danville Area Humane Society para ayudar a trasladar a 30 perros más desde el refugio de la zona rural de Virginia hasta la SPCA de Virginia Beach, donde tendrán más chances de ser adoptados.
Wonderful start to the week! Virginia Beach SPCA accepted 30 dogs from us and PETA once again picked them up and drove…
Posted by Danville Area Humane Society on Monday, March 9, 2020
Gracias a las clínicas móviles de esterilización de PETA, la guardiana de Ringo pudo castrarlo sin costo. El perrito también fue tratado por infecciones en su piel y oídos sin ningún costo.
Ringo y su guardiana
¡No podrás creer cuántos animales como Ringo PETA ha esterilizado y castrado en marzo! Ahora no hay peligro de que perros como Avery, Loca…
Loca
… Sydney, Princessa, Oreo, Russ, Shugga …
Shugga y su guardiana
… B.J., Nova, Tinker Bell, y Miracle…
… contribuyan a la crisis de sobrepoblación de animales de compañía. Gracias al apoyo de personas bondadosas como tú, nuestros trabajadores de campo pudieron llevar a estos perros (y a muchos otros) a sus citas médicas y regresarlos, sin ningún costo. Y esto es verdaderamente un milagro.
Trasladamos a muchos perros amorosos a las instalaciones de nuestros asociados, las SPCAs de Norfolk y Virginia Beach.
Uno de esos perros es Pebbles, quien ahora está esperando ser adoptada en Virginia Beach en vez de seguir todos los días encadenada a la intemperie.
Pebbles antes
Gracias a nuestros trabajadores de campo, los perros Stripes, Luna, Cheeko…
Cheeko antes
… Mary Puppins y Luna que estaban encadenados, ahora esperan encontrar hogares amorosos también. Cheeko, por ejemplo, no volverá a pasar otra noche en esa horrible jaula improvisada (en la imagen de arriba) en la que estuvo los dos últimos años.
¡Algunos animales ya encontraron nuevos hogares!
Después de que rescatamos a Delilah de una situación de acaparamiento compulsivo de animales, la noble gata fue rápidamente adoptada por un antiguo voluntario de PETA.
Delilah después
También les dimos a los perros casas para perros hechas a la medida por PETA
Sky con su resistente casa para perros hecha a la medida por PETA
… le dimos a un perrito con pelaje enmarañado una afeitada muy necesaria…
Brownie antes
Brownie después
… e incluso ayudamos a una pequeña yegua llamada Pinto Bean:
Pinto Bean antes
Sus cascos estaban muy crecidos y le era doloroso y dificultoso caminar.
Durante al menos seis años, Pinto Bean estuvo sin atención veterinaria. Nuestro equipo de campo de inmediato se aseguró la cesión de la yegua miniatura y la llevó a una instalación de hospedaje cercana donde está recibiendo atención veterinaria para sus cascos, dientes y otras partes que la necesitaban. Esperamos que pronto esté lo suficiente recuperada para ir a un maravilloso hogar (¡con otro mini caballo rescatado por PETA!).
Algunos amigos fueron liberados piadosamente de su sufrimiento en vida.
“Si no fuera por PETA no hubiera sabido que hacer”.
Esa frase forma parte de una postal de agradecimiento escrita por el guardián de Pharaoh después que liberamos a su dulce perrita de su dolor, sin costo. Los animales dependen de nosotros para cuidarlos y las épocas de crisis no son la excepción. Por animales como Pharaoh es que PETA y nuestros trabajadores de campo seguimos trabajando a toda máquina a pesar de la pandemia de COVID-19 (tomando por supuesto todas las precauciones recomendadas por las autoridades sanitarias, como distanciamiento social, uso de guantes, lavado de manos con frecuencia y desinfección frecuente de superficies).
Otros animales que sufrían también obtuvieron sus alitas de ángel en marzo.
Las clínicas veterinarias de las localidades querían cobrar más de $300 dólares para darle un final en paz a una perrita anciana, paralizada y sin sensibilidad llamada Kya, una suma que su guardián no podía afrontar. A Kya se le caían mechones de pelaje y estaba muy por debajo del peso apropiado. Gracias a los servicios gratuitos de PETA para pacientes en fase terminal, esta anciana perrita fue liberada de su sufrimiento.
Kya
Quien alimentaba a este gato salvaje había intentado capturarlo durante meses, y cuando finalmente pudo, pidió ayuda a PETA de inmediato. El muy sufrido gato tenía un tumor facial del tamaño de una pelota de béisbol que se había roto, causándole una infección.
Un gato salvaje antes de que PETA lo liberara de su sufrimiento
También ayudamos a Boe, un pit bull severamente emaciado que estaba todo tomado por el cáncer. Había estado encadenado a la intemperie toda su vida, atrapado y descuidado. Gracias a los esfuerzos de PETA, en vez de padecer una muerte lenta y muy dolorosa, ahora está en paz.
Boe
Angel, Baxter, Peanut, y Venom (otros cuatro perros) también fueron liberados de su dolor en marzo, sin ningún costo. “Fue maravilloso poder poner [a Angel] a dormir pacíficamente en vez de tener que verla morir sufriendo”, escribió el guardián de la perra en una nota a PETA.
Gracias a tu apoyo, en marzo nuestros trabajadores de campo pudieron brindarle comida a una gran cantidad de gatos y perros también.
En esta pandemia de COVID-19, las familias tienen dificultad para ponerles comida en los tazones a sus amados perros y gatos con los que comparten su hogar. Nuestros trabajadores de campo están haciendo todo lo posible para asegurar que ninguno de los animales de las regiones del sureste de Virginia o del noreste de Carolina del Norte padezca hambre, pero necesitamos tu ayuda.
¿AYUDARÁS A UN ANIMAL HAMBRIENTO?
