A tiempo para su 94 aniversario (18 de noviembre), parodias de los icónicos personajes de Disney, Mickey y Minnie Mouse, aparecieron en una nueva campaña de PETA para destacar la crueldad que padecen los pequeños animales en el experimento de nado forzado.
Reflejando el sufrimiento de ratones y ratas de la vida real, utilizados en las pruebas de nado forzado, la imagen muestra a un Mickey en pánico que dice: “Oh, Dios mío, Minnie, esto seguro que no es genial”, y una Minnie desesperada que grita: “¡Mickey, Ayúdame! ¡Me estoy ahogando!”
La artista sénior de medios sociales de PETA, Tiani Hernández, creó la nueva caricatura satírica protagonizada por el dúo como parte de la campaña de PETA para persuadir a las compañías farmacéuticas y universidades a prohibir la notoria prueba.
¿Qué es la prueba de nado forzado?
La ilustración de Hernández retrata la vida real, no la fantasía. En la prueba de nado forzado, ampliamente desacreditada, los experimentadores inducen el pánico en pequeños animales vulnerables como ratones y ratas, a quienes se les puede administrar una sustancia de prueba antes de arrojarlos a cilindros de agua sin rutas de escape y obligarlos a nadar. Aterrorizados de ahogarse, intentan escalar los lados empinados del contenedor e incluso sumergirse bajo el agua para buscar un escape.
Esto se hace bajo la suposición errónea de que puede revelar algo sobre las condiciones de salud mental en los humanos. Después de la prueba, los experimentadores matan a los animales, aplicándoles gas, con un traumatismo cerrado en la cabeza, una sobredosis de anestesia o rompiéndoles el cuello, para estudiar sus cerebros.
Cualquiera que se sienta perturbado por la idea de que los queridos animales de Disney sufran en pruebas de casi ahogamiento, debería pensar en los inteligentes y sensibles ratones y ratas que sufren en estos crueles experimentos en la vida real. PETA hace un llamado a las instituciones de todo el mundo para que abandonen la prueba de nado forzado y adopten métodos modernos de investigación que dejan a los animales en paz y tienen muchas más posibilidades de ayudar a los humanos.
—Dra. Emily Trunnell, neurocientífica de PETA
La prueba de nado forzado ha sido fuertemente criticada por la comunidad científica.
Obligar a los animales a nadar para salvar sus vidas dentro de recipientes de vidrio es un modelo pobre para los problemas de salud mental de los humanos. Además, la engañosa prueba podría impedir el descubrimiento de nuevos medicamentos efectivos para los humanos.
La prueba es tan inútil que en realidad es menos predictiva que lanzar una moneda. Esto es lo que encontró el Dr. Trunnell después de analizar el uso de la prueba por parte de las principales compañías farmacéuticas. Su estudio fue publicado en Drug Discovery Today.
Cómo puedes ayudar a prohibir esta mala ciencia
Luego de conversaciones con entidades de PETA, 15 empresas, incluidas Bayer y Johnson & Johnson, y varias universidades (algunas de las cuales realizaron previamente la prueba para la investigación de la depresión), han declarado que no tienen la intención de utilizar la prueba de nado forzado en el futuro.
Actúa por los ratones y las ratas diciéndole a Eli Lilly que prohíba la prueba de nado forzado:
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