Recuerdo que desde niña, mi familia y yo decorábamos huevos de gallina cada Pascua. Siempre recuerdo con nostalgia los buenos ratos que compartíamos en familia, los diseños divertidos y creativos que hacíamos y los momentos que pasábamos después de eso todo el día buscando los huevos de Pascua.
Pero no fue sino hasta años después, que se me ocurrió pensar en los huevos. ¿De dónde venían? Sin duda, poner huevos es un proceso natural para las gallinas y no les hace daño, ¿no? Pero después de investigar sobre la industria del huevo, me enteré de que las granjas industriales han cambiado todo eso. Ahora, la gallina es metida en una jaula diminuta, en donde ni siquiera puede estirar una de sus alas, todo con el objetivo de robarle sus huevos.
Pero gracias a las opciones libres de crueldad, como los huevitos hechos de cerámica o madera, puedo seguir con la tradición familiar de decorar huevos de Pascua sin ninguna culpa. Los huevos de cerámica se ven y se sienten como huevos de gallina, pero no lastiman a ningún ser vivo. Los huevos de madera y de cerámica pueden encontrarse en tiendas de manualidades, en Target y en las tiendas de a un dólar de tu localidad.