No es algo que debiera ocurrirle al “mejor amigo del hombre”, pero le ocurre. Conduce por varias calles rurales o de la ciudad, y los verás: perros condenados a pasar todas sus vidas en “confinamiento solitario”, en el extremo de una cadena o en un pequeño corral.
No podemos pensar en peor castigo para estos animales sociales de manada que quieren – y merecen – compañía, que los rasquen detrás de las orejas, que quieren paseos alrededor de la cuadra y la posibilidad de acurrucarse a los pies de sus guardianes por la noche dentro de casa.
Animales descuidados y sin escapatoria
“Ojos que no ven, corazón que no siente”. A los perros encadenados en el patio trasero normalmente se los priva de alimento adecuado, agua, atención veterinaria, y además tienen sus necesidades emocionales y sociales completamente ignoradas. A muchos se les niega un amparo adecuado y sólo tienen un bote de basura volcado o barril de plástico para protegerse, mientras que otros no tienen nada para protegerse en la intemperie. Una innumerable cantidad de perros encadenados han muerto congelados durante frías noches de invierno o muerto por un golpe de calor en días de verano de calor sofocante.
Los perros encadenados también son completamente vulnerables a otros animales y a gente sádica, y muchos de ellos han sido robados, prendidos fuego, les han disparado, apuñalados, torturados o envenenados por transeúntes o vecinos molestos por sus ladridos.
Los perros encadenados son un peligro para la seguridad pública
Dadas estas condiciones de vida inhumanas, no es sorprendente que los perros encadenados se vuelvan frecuentemente agresivos y ataquen a niños o a otra gente que se les acerque. Los perros encadenados son más propensos a morder porque a menudo no socializan, no tienen la posibilidad de escapar durante una confrontación, y sus áreas habitables consisten en apenas unos pocos metros cuadrados, lo que los convierte en más territoriales. Muchas comunidades en los Estados Unidos y en otras partes han aprendido, a base de errores cometidos, que no sólo encadenar a un perro es una cuestión que atañe al bienestar del animal, sino que es también un peligro para la seguridad pública.
Informa el descuido o abuso
Si ves un perro descuidado y encadenado, llama a las autoridades. Podrías vivir en un área en que encadenar a un perro sea ilegal o esté prohibido.
Si un perro encadenado está en peligro inminente – por ejemplo si el animal está muy flaco, está claramente enfermo o herido o no tiene refugio o no puede acceder a él – notifica a las autoridades inmediatamente.
Muchos condados y ciudades tienen leyes de tratamiento para perros encadenados o encerrados en corrales. Mira la lista de dichos lugares o busca en la biblioteca tu ley local o en Municode.com. Mismo si en tu área no existe tal ordenanza, por ley, los “perros de patio trasero” deben tener un lugar donde pueden guarecerse, comida adecuada y agua limpia, y se les debe brindar atención veterinaria si están enfermos o lastimados.
Defender a los animales abusados o descuidados puede ser difícil y desgarrador, pero los animales abusados necesitan que seas fuerte para que puedas accionar por ellos. Tú puedes ser la única esperanza de un perro para una mejor vida.
Puedes contactar a PETA si necesitas orientación o apoyo, o si las autoridades no responden rápidamente a tu reclamo.
Cómo ayudar a un perro encadenado
Existen dos maneras básicas de mejorar la vida de un “perro del patio trasero” encadenado. En algunos casos, una llamada rápida a la autoridad competente es lo único que hace falta. En otros, dependerá de ti establecer una relación con el guardián del perro y solicitarle permiso para visitar y atender al animal. Cada caso será diferente, así que evalúa la situación cuidadosamente antes de comenzar.
Las autoridades competentes probablemente no retiren a un perro de una casa a menos que su vida esté verdaderamente en peligro. Pecando de prudente, por supuesto. Pero por más que no estés dispuesto a trabajar con los guardianes del perro o que hayas agotado esa posibilidad en vano, no llames a las autoridades para casos de “perros del patio trasero” que no representen una emergencia – el perro probablemente no será retirado de esa situación, y los guardianes es poco probable que te dejen visitar o ayudar al perro si creen que llamaste a control animal.
Mira nuestros pasos de ayuda para un enfoque práctico de ayuda a un perro encadenado.
