Escrito por Alisa Mullins
Cuando piensas en Chihuahuas, probablemente piensas en México – y rayos de sol, edificios de adobe y margaritas. En lo que no piensas es en un pequeño perro de pelo corto temblando atado a una cadena en la nieve. Pero eso es lo que los trabajadores de campo de PETA han encontrado una y otra vez durante este invierno largo y cruelmente frío.
Te presento a Squirrel. Un trabajador de campo de PETA tropezó con este pequeño amigo mientras entregaba paja para camas a perros necesitados en la zona rural de Carolina del Norte. La protectora de Squirrel se lo había dado a su padre porque el perrito no había sido entrenado, y su padre lo había atado inmediatamente en el patio trasero con solo una débil perrera de plástico como “refugio”.
El trabajador de campo de PETA intentó en vano convencer al hombre para que lo dejara vivir dentro de casa. Por último, después de visitar varias veces a Squirrel para llevarle paja para cama y alimento, el trabajador de campo de PETA descubrió que la dueña de Squirrel se iba a casar y necesitaba encontrarle un nuevo hogar, ¡le arrebatamos a Squirrel de inmediato!
Después de haber sido esterilizado y haberle colocado un micro-chip, Squirrel encontró un hogar con una familia maravillosa en Nueva York. Cuando él no acompaña a su nueva “mamá” a trabajar, a Squirrel (ahora llamado Ringo) generalmente se le puede encontrar acurrucado en el sofá con un niño de 6 años miembro humano de la familia.
Sophia y Simón nacieron en un frío día de invierno. Un trabajador de campo de PETA los encontró en un establo al aire libre en un día tan frio que calaba hasta los huesos. Uno de sus hermanos ya había muerto. Aunque los cachorros tenían 8 semanas de edad, eran diminutos –Sophia pesaba solo 24 onzas.
La trabajadora de campo de PETA explicó al propietario de los perros que los cachorros son muy susceptibles a las bajas temperaturas, sobre todo las razas pequeñas de pelo corto, pero en lugar de llevarlos adentro, el propietario se los dio a PETA. Ambos han sido adoptados en hogares llenos de amor.
Qué puedes hacer
Una vida relegada a una perrera afuera en el frío no es vida, y el invierno es especialmente peligroso para los perros pequeños de pelo corto, jóvenes y ancianos, que pueden sucumbir rápidamente por exposición al clima. Si ves cualquier perro dejado a la intemperie sin suficiente alimento, agua y refugio, llama inmediatamente a las autoridades. Si no obtienes respuesta, llama a PETA.