“Parece una película de terror de la vida real”. Experimentar en animales es un horror de la vida real. Mira cómo celebridades, incluidas Theo Rossi, Emilio Rivera y Kate del Castillo, Patricia De León y Elisabetta Cannalis, ven directamente el sufrimiento desgarrador que experimentan estos animales en laboratorios.
Cada año, más de 110 millones de animales (incluidos ratones, ratas, ranas, perros, gatos, conejos, hámsteres, cobayas, monos, peces y aves) son asesinados en laboratorios en EE. UU. para lecciones de biología, formación médica, experimentos impulsados por la curiosidad y pruebas químicas de medicamentos y alimentos. Los investigadores los infectan con enfermedades, obligan a inhalar vapores tóxicos, inmovilizan en dispositivos de sujeción durante horas, perforan sus cráneos, queman la piel y aplastan la médula espinal, entre otros horrores.
Y como si esta crueldad desmedida no fuera suficiente, los animales en los laboratorios están confinados en jaulas apenas más grandes que sus propios cuerpos, socialmente aislados y psicológicamente traumatizados. Se les niega prácticamente todo lo que necesitan y desean en la vida.
“Simplemente no entiendo cuando veo personas en los videos haciéndolo. No entiendo cómo duermen. Sé que vivimos en un mundo cruel, pero ellos sólo querían ser amados. Sólo querían que alguien los ayudara”.
Theo Rossi
La única ley federal que cubre el uso de animales en laboratorios de EE. UU., la Ley federal de Bienestar Animal (AWA, por sus siglas en inglés) permite a los experimentadores quemar, electrocutar, envenenar, aislar, hacer pasar hambre y restringir a la fuerza a los animales; hacerlos adictos a las drogas y dañarles el cerebro. Ningún experimento, sin importar cuán doloroso o inútil, está prohibido; y a menudo no se requieren analgésicos. Incluso cuando se dispone de métodos de prueba sin animales, la ley de EE. UU. no exige que se usen, y a muchas veces no se usan. Debido a que la AWA excluye específicamente ratas, ratones, aves, anfibios y reptiles, más del 95% de los animales usados en laboratorios ni siquiera están cubiertos por las protecciones mínimas proporcionadas por esta ley.
“¿Qué vamos a aprender realmente de eso? Ni siquiera se traduce a lo que somos. ¿Entiendes?”
Emilio Rivera
Estudios muestran que el 90% de la investigación básica, la mayoría de las cuales involucra animales, no logra conducir a tratamientos para los humanos; y el 95% de todos los medicamentos nuevos que resultan seguros y efectivos en pruebas en animales fallan en ensayos clínicos en humanos. Sin embargo, cada año, los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. (NIH, por sus siglas en inglés) gastan $20 mil millones, casi la mitad de su presupuesto anual, en experimentos y estudios en animales. El Plan para modernizar la investigación de los científicos de PETA expone el fracaso de los experimentos en animales y proporciona una estrategia para reemplazarlos con métodos superiores y relevantes para los humanos.
Es hora de despertar de esta pesadilla
Cada uno de nosotros puede ayudar a evitar que los animales sean atormentados y asesinados en horribles pruebas comprando productos hechos por compañías libres de crueldad, donando solo a organizaciones benéficas que no experimentan en animales, solicitando alternativas a la disección animal, y exigiendo la implementación inmediata de pruebas humanas y efectivas sin el uso de animales por parte de las agencias gubernamentales y corporaciones.
Envía MODERN al 73822 para pedirles a los miembros del Congreso que les ordenen a los NIH dejar de desperdiciar el dinero de los contribuyentes en experimentos crueles e inútiles en animales; y en su lugar, se centren en métodos de investigación modernos y sin animales.
Solo para residentes de EE. UU.: Actúa yaPueden aplicar tarifas de mensajes y datos. Solo EE. UU. Envía STOP para finalizar y HELP para más información. Los términos están disponibles en: http://peta.vg/txt.
¿Vives fuera de EE. UU.? Toma acción por los monos a continuación:
Ayuda a otros monos en laboratorios