Escrito por Danny Prater
Una serie de fotos alarmantes tomadas en Charleston, Carolina del Sur, ha reavivado las discusiones acerca del trato a los caballos utilizados en la industria de los carruajes de caballos. Las fotos, publicadas en Facebook, muestran un charco de sangre –supuestamente de un caballo que fue obligado a seguir halando un carruaje lleno de pasajeros después de haber perdido una herradura y haberse lastimado su casco− y a una persona no identificada trabajando rápidamente para limpiarlo.
Las fotos salieron a la luz en un momento interesante en Charleston. Según los medios locales, la ciudad había organizado un comité para investigar las condiciones a las que son sometidos los caballos en la industria de carruajes de la ciudad, el cual se había reunido recientemente, el 24 de agosto, y tenía otra reunión agendada para septiembre. Aunque la intención original del comité era considerar factores como la temperatura exterior y el límite de peso para las cargas, estas fotos ojalá llamarán la atención hacia los muchos otros “peligros ocupacionales” que enfrentan los caballos que son obligados a halar carruajes cada día.
Este es simplemente el más reciente incidente en Charleston en el que un caballo obligado a halar un carruaje o algunos de los pasajeros a bordo ha sido herido. Ha llegado el momento de cambiar.
Hacer que los caballos halen cargas demasiado grandes –como carruajes- es cruel
Los caballos son obligados a trabajar en todo tipo de climas extremos, esquivar el tráfico y caminar sobre el duro pavimento todo el día. Pueden desarrollar enfermedades respiratorias por respirar los gases de escape, y pueden sufrir de problemas debilitantes en las patas por caminar sobre superficies duras. Han muerto por insolación después de trabajar bajo el calor abrasador del verano y la humedad agobiante.
Los caballos no cuentan con protección bajo la Ley Federal de Bienestar Animal, de modo que la responsabilidad por estar al tanto de su bienestar recae sobre las autoridades locales de control animal. Sin embargo, las leyes anti crueldad les proporcionan a los caballos algunas protecciones, y muchas agencias humanitarias simplemente no tienen los recursos ni el tiempo para monitorear los carruajes halados por caballos de forma regular. Fácilmente se puede hacer que los caballos trabajen en exceso cuando los operadores motivados por las ganancias dejan de seguir las regulaciones. Y una vez que están muy viejos o débiles para seguir cumpliendo con las excesivas exigencias que les piden, muchos son enviados al matadero.
Pero hay esperanza.
Debates similares al de Charleston han llevado a obtener victorias para los caballos que sufren en otras ciudades de Estados Unidos. En Salt Lake City se votó unánimemente para aprobar una prohibición de los carruajes halados por caballos en el 2014, un año después de que un caballo llamado Jerry, que había estado halando un carruaje bajo un calor de 98 grados Fahrenheit (36.6 grados Celsius), colapsó en la calle y luego murió.
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Qué puedes hacer
Si vives en una ciudad donde todavía están permitidos los paseos en carruajes, contacta a tus legisladores locales para preguntar si ellos promoverían una prohibición. Muchas ciudades –incluyendo a Biloxi, Mississippi; Camden, New Jersey; Key West, Palm Beach, Pompano Beach, y Treasure Island, Florida; y, como se mencionó anteriormente, Salt Lake City – ya los han prohibido.
Y comparte esta historia con tus amigos, familiares y seguidores en las redes sociales. Hazles saber que la “nostalgia” nunca es una excusa para la crueldad. Los caballos no pertenecen en las agitadas calles, bajo todo tipo de climas extremos, halando cargas pesadas. Estas sangrientas imágenes, aunque son perturbadoras, pueden conducir a una futura victoria en la misma forma en que las fotos de Jerry lo hicieron. Sigue alzando la voz y juntos podemos hacer del mundo un mejor lugar para los caballos.