Imagínate ser llevado más allá del punto de agotamiento: los huesos de tus piernas se esfuerzan por sostener el peso de tu cuerpo, tus pulmones hemorrágicos son incapaces de tomar suficiente aire y te ves obligado a seguir corriendo a pesar de todo. Así es la vida de los caballos de carreras que son dopados permanentemente por los entrenadores para enmascarar su dolor y mejorar su rendimiento.
Como se informó en The New York Times, por primera vez PETA capturó en cámara las crueles prácticas estándar de la industria durante una investigación encubierta sobre el destacado entrenador de purasangres Steve Asmussen. Mírala ahora:
El investigador de PETA trabajó para Asmussen, quien ha ganado más carreras en la última década que cualquier otro entrenador de EE. UU., en dos de los hipódromos más famosos de EE. UU.: Churchill Downs en Louisville (sede del Kentucky Derby) y Saratoga Race Course en Nueva York.
Los caballos de carreras recibían diariamente un régimen agresivo de medicamentos y tratamientos para enmascarar el dolor. Estos fármacos parecían no ser utilizados con fines genuinamente terapéuticos, sino más bien para mantener a los caballos en marcha cuando sus piernas les estaban gritando: “¡Alto!”.
Los caballos en la industria de las carreras son dopados de forma tan rutinaria que han sido etiquetados como “caballos químicos” y, como resultado, sus patas, huesos y cuerpos se destruyen gradualmente. Nuestro investigador documentó algunos de los medicamentos y “tratamientos” más comúnmente utilizados en exceso:
- Aunque está aprobado solo como un medicamento recetado para caballos con hipotiroidismo, el fármaco tiroxina estaba siendo administrado a muchos, si no a todos los caballos en el establo de Asmussen en Nueva York, sin pruebas aparentes ni evidencia de alguna afección de la tiroides. Este fármaco se administró de manera imprudente, aparentemente en un intento de acelerar el metabolismo, sin ningún propósito terapéutico.
- Lasix, un fármaco controversial prohibido en Europa en los días de carreras, se les inyectaba a “prácticamente todos” los caballos de Asmussen que estaban corriendo o siendo cronometrados en Nueva York. Lasix, un poderoso fármaco destinado a prevenir la hemorragia pulmonar durante el ejercicio extremo, es un diurético que puede servir como agente para enmascarar a otros fármacos y también deshidrata a los caballos para que pierdan peso y corran más rápido. Uno de los principales veterinarios de caballos de carreras del estado de Nueva York admitió ante la cámara frente al investigador de PETA que el Lasix es un medicamento para mejorar el rendimiento.
- Las patas de los caballos mostraban múltiples cicatrices por haber sido quemadas con nitrógeno líquido (un proceso llamado crioterapia) y con otros químicos irritantes “causantes de ampollas”, supuestamente para estimular el flujo de sangre a sus piernas adoloridas.
- A los caballos también se les administraban relajantes musculares, sedantes y otros fármacos potentes destinados a tratar dolencias como úlceras, cojera e inflamación, incluso en ocasiones cuando los animales no presentaban síntomas aparentes.
“Vimos a un caballo tan adolorido que le dolía incluso ponerse de pie, verter medicamentos para la tiroides en la comida diaria de los caballos y caballos que presentaban ampollas por pintura a base de químicos en un extraño intento de estimular la cicatrización. Incluso en este alto nivel de las carreras, la jeringa es la principal ayuda de entrenamiento, y si los caballos salen vivos, están destrozados”.
Llevados Más Allá de sus Límites
Un promedio de 24 caballos tienen colapsos fatales en las pistas de todo el país cada semana, debido en parte, según una investigación del New York Times de 2012, al uso indebido de fármacos que mantienen a los caballos lesionados corriendo, y 10.000 purasangres devastados son enviados al matadero todos los años.
Según los informes, algunos caballos recibieron descargas eléctricas con zumbadores (o fustas eléctricas) ocultos. El entrenador asistente de Asmussen, Scott Blasi, llamó en broma a su mejor jinete “jinete máquina”, un apodo para los jinetes que usan el zumbador en los caballos. Y el entrenador del Salón de la Fama D. Wayne Lukas se rio mientras describía cómo, en el hipódromo Ruidoso Downs de Nuevo México, era como “una orquesta completa. Zzz. Zzz. Zzz. Zzz. Todo el mundo tenía uno”.
Valediction, un caballo cuya rodilla había sido inyectada varias veces, fue reclamado por otro propietario después de una carrera, y Blasi exclamó que estaba tan feliz, aparentemente por haberse deshecho del caballo, que “podría hacer una mal***a voltereta”. Valediction se había fracturado un hueso y no podía caminar hasta el establo de su nuevo dueño, y tuvo que hacérsele una cirugía de emergencia. Blasi y el entrenador del nuevo propietario bromearon diciendo que el caballo era una “rata”, como llaman a un caballo que no produce dinero.
Unido con Superpegamento
Nehro era un caballo magnífico. Quedó en segundo lugar en el Derby de Kentucky de 2011, pero lo que los aficionados a las carreras y los reporteros nunca supieron fue que solo unos años después, estaba compitiendo y/o entrenando con un dolor crónico en sus cascos agujereados. Uno de los cascos, en un punto, se mantuvo unido con superpegamento. El entrenador de Nehro, Blasi, le dijo al investigador de PETA: “Sé que duele mucho”, pero a Nehro lo mantuvieron en la pista y fue obligado a entrenar. Solo dos años después de ese Derby, presentó cólicos y se volvió loco de dolor. Se le practicó la eutanasia en Churchill Downs el día del Derby de Kentucky de 2013.
Después de que PETA publicara su investigación, finalmente se introdujo la legislación federal que se había discutido durante años. La Ley de Integridad y Seguridad de las Carreras de Caballos entró en vigencia el 1 de julio de 2022, proveyendo la primera supervisión federal de la industria de las carreras y un plan para abordar los temas de los fármacos, las fustas y otros maltratos.
LEE SOBRE LA NUEVA LEY Y NUESTRO EXPOSÉ QUE CONMOCIONÓ A LA INDUSTRIA DE LAS CARRERAS DE CABALLOSLuego de nuestra investigación que expuso a Asmussen por explotar a los trabajadores y dopar a los caballos, en 2021 el infame entrenador de caballos resolvió otra demanda federal por robo de salarios. Esto marcó la tercera demanda con la que el Departamento de Trabajo de EE. UU. lo ha impactado, lo cual no es una sorpresa, considerando cuán generalizadas son las violaciones laborales en la industria del entrenamiento de caballos.
Lo mejor que puedes hacer por los caballos de carreras es evitar asistir o apostar en cualquier carrera.