Autoridades federales coinciden con PETA: Los expositores están arriesgando su salud e incluso las vidas de los cachorros de grandes felinos si siguen pasándolos de mano en mano como si fueran decorado para fotos, durante la pandemia.
En respuesta a un pedido de PETA, y dado el hecho de que se ha encontrado COVID-19 en los grandes felinos cautivos, el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) anunció que emitirá una nueva advertencia, que, de cumplirse, evitará que los expositores permitan las interacciones forzadas del público con los cachorros de grandes felinos.
El USDA está requiriendo que los expositores hagan lo siguiente:
- Consulten con los veterinarios que atienden a los grandes felinos para proteger su salud y bienestar
- Usen equipo adicional de protección y practiquen distanciamiento social cuando sea posible
- Alienten al público a mantener al menos 6 pies de distancia de los grandes felinos (lo óptimo sería usar una mascarilla estando en cercanía de los grandes felinos), terminando efectivamente con todos los eventos de contacto con cachorros
La Asociación de Zoológicos y Acuarios y la Big Cat Sanctuary Alliance (Alianza de Santuarios de Grandes Felinos) han apoyado públicamente el pedido de PETA. Señalamos que la manipulación estresante del público pone a los vulnerables cachorros -quienes han sido separados prematuramente de sus madres para ser usados en estas interacciones y cuyos sistemas inmunológicos no están plenamente desarrollados- en mayor riesgo de no solo contraer el virus sino también de no recuperarse en caso de ser infectados.
Dado que algunos estados han comenzado reabrir, algunos zoológicos de carretera que normalmente permiten la interacción con cachorros de grandes felinos han reanudado sus actividades, incluidas dos instalaciones que aparecieron en la serie Tiger King de Netflix: Myrtle Beach Safari en Carolina del Sur y el antiguamente denominado G.W. Zoo, que ahora se llama “Tiger King Park”, en Oklahoma.
PETA alienta a todos aquellos que se preocupan por los animales a permanecer a seiscientos pies de distancia de todos los deplorables zoológicos de carretera que siguen tratando de ganar dinero a costa de los tigres bebé.
Publicado originalmente el 29 de abril de 2020:
Cinco tigres y tres leones del zoológico del Bronx dieron positivo a la COVID-19, aparentemente después de haber sido infectados por un guardián asintomático del zoológico.
Todas las especies vulnerables deberían ser incluidas en las disposiciones para restringir el contacto y hacer cumplir el distanciamiento social.
PETA envió una solicitud de reglamentación al Departamento de Agricultura de EE.UU. solicitando la implementación de un reglamento de emergencia que prohíba el contacto con cachorros de grandes felinos durante la pandemia de COVID-19.
Mientras hay clara evidencia de que los humanos pueden transmitir el nuevo coronavirus a los felinos, no hay evidencia de lo contrario.
Seis de los ocho grandes felinos del zoológico del Bronx presentaron síntomas respiratorios. Dos gatos domésticos en Nueva York también dieron positivo al virus y mostraron síntomas respiratorios.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades aconsejaron que “hasta que sepamos más sobre cómo este virus afecta a los animales”, es importante tratar a los animales de compañía “como se haría con otro miembro de la familia para protegerlos de una posible infección”. Esto incluye prohibir las interacciones fuera de los hogares.
Este consejo debería aplicarse igualmente a los cachorros de grandes felinos explotados en el contacto con cachorros.
Los cachorros de grandes felinos no tienen su sistema inmunológico completamente desarrollado y estos vulnerables bebés quedan expuestos a un flujo interminable de visitantes, que podrían ser asintomáticos o presintomáticos de la COVID-19.
En la naturaleza, los tigres permanecen con sus madres protectoras y cariñosas hasta por dos años, pero estos y otros cachorros de grandes felinos, utilizados en sesiones de fotografías, fueron arrancados a sus madres cuando apenas tenían días o semanas de edad.
© iStock.com/julianwphoto
Igual que los bebés humanos, los cachorros de grandes felinos necesitan la protección constante de sus madres. Necesitan su leche, su calor y su compañía y, sobre todo, necesitan que los dejen tranquilos para descansar y desarrollarse adecuadamente.
Los expositores estresan a estos bebés asustados e indefensos dividiendo a sus familias. Los obligan a permanecer despiertos y experimentar largas horas de encuentros con la gente. Esta realidad desafía aún más sus sistemas inmunológicos inmaduros, poniéndolos en mayor riesgo de contraer la COVID-19 y dificulta la posibilidad de combatir el virus si son contagiados.
Con más de 1 millón de casos documentados de COVID-19 en EE.UU., existe un riesgo innegable de que los cachorros de grandes felinos, quienes regularmente interactúan con humanos durante las exhibiciones públicas, sean expuestos y desarrollen la enfermedad.
Hasta que esté disponible una cura o una vacuna, proteger a los animales de una posible infección significa evitar la exposición al virus.
Al igual que los humanos, todos los demás animales quieren estar libres de tormentos.
Alejar a un bebé de su mamá no está bien. Lo que les sucede a estos animales vulnerables cuando son utilizados en atracciones turísticas no es “tierno” en absoluto, y nunca valdrá una foto.
PETA simplifica actuar por los grandes felinos maltratados en la industria del entretenimiento. Haz clic en el enlace a continuación para ayudar en numerosas campañas de PETA.
ACTÚA POR LOS TIGRES