‘Seaspiracy’ Bucea en lo más Profundo de los Escándalos de la ‘Captura Accesoria’ y del Atún ‘Libre de Delfín’

Esta es una de las cosas más impactantes que la gente (incluso el propio director de la película) está aprendiendo gracias al documental Seaspiracy, de Netflix: si no comerías aletas de tiburón ni delfines, no deberías comer atún ni camarones. ¿La razón? El eufemismo “captura accesoria”, un término especista que implica que un animal debe morir para que los humanos coman, y otro debe ser descartado y devuelto al océano (a menudo muerto), a pesar de que todos los animales merecen vivir en paz en sus respectivos hogares.

¿Qué es la ‘captura accesoria’ y por qué es un problema?

La industria pesquera se aferra al término “captura accesoria” como la industria de la carne trata de sostener que “faena” animales (cuando en realidad sabemos que son asesinados) y los cazadores intentan usar las expresiones “animales de caza” y “aquellos cuyas cabezas quiero colgar en mi pared” como sinónimos. En realidad, la “captura accesoria” es el modo tenebroso y trivial con el que la industria pesquera se refiere a sus víctimas invisibles: los delfines, tiburones, tortugas marinas, ballenas, pulpos, rayas, focas, aves y otras especies “no objetivo” que son atrapados o terminan enredados en las redes de pesca (cuyo objetivo son el atún o los camarones) y son descartados y mueren abandonados.

“Una de las cosas más impactantes que la gente no ve, es que la mayor amenaza para las ballenas y los delfines es la pesca comercial. Más de 30.000 ballenas y delfines son asesinados cada año como ‘captura accesoria’ de la industria pesquera”, señala el capitán Peter Hammarstedt de Sea Shepherd en la película.

Probablemente hayas escuchado acerca del asesinato anual de delfines en Taiji, Japón. Después de ver Seaspiracy, te darás cuenta de que Taiji es solo la punta del iceberg: si comes peces, estás financiando también el asesinato de delfines. Según Seaspiracy y Sea Shepherd, durante al menos los últimos 30 años han sido asesinados hasta 10.000 delfines por año, producto de la “captura accesoria” frente a la costa francesa en el Atlántico, es decir 10 veces más que los supuestos 740 que se estima fueron asesinados en la caza del año pasado en Taiji (ahora extrapola a partir de estas estadísticas y proyecta a escala global). Así que, si te apenó el asesinato de estos majestuosos cetáceos en la infame bahía de Taiji, examina tu conciencia y extiende tu compasión a todos los delfines y los demás animales: por favor, deja de comer peces.

Las redes de pesca (especialmente las redes de arrastre) no discriminan: atún, camarones, delfines y tiburones son atrapados y mueren en ellas. Al igual que los delfines, los tiburones son una especie amenazada (incluso en peligro de extinción), solo por la afición de algunos humanos de comer otros peces. “Comer peces es tan malo, si no es que peor, que la industria de aletas de tiburón, porque esta industria tiene lugar únicamente en Asia, mientras que en todo el mundo se comen peces”, dice el activista por los tiburones, Paul de Gelder en Seaspiracy. Según Tabrizi, “Al menos 50 millones de tiburones son capturados en las redes” como “captura accesoria”.

La “captura accesoria” no tiene nada de accidental.

La forma que tiene la industria pesquera para lidiar con la “captura accesoria” es un lavado de imagen sobre otro:

“La industria [pesquera] llama ‘captura accidental’ a la ‘captura accesoria’, pero la ‘captura accesoria’ no tiene nada de accidental. Está incluida en la economía de la pesca”, dice el capitán Hammarstedt.

La industria consigue que otros sumen un lavado de imagen al anterior: el etiquetado “libre de delfín”.

¿El atún ‘libre de delfín’, realmente lo es?

Para entender la “captura accesoria” y la etiqueta internacionalmente reconocida “libre de delfín” en “productos” de mar, Seaspiracy recurre a un establecimiento pesquero en Islandia: en un mes, este “pequeño establecimiento pesquero en un pequeño lugar” del país capturó 269 marsopas, alrededor de 900 focas y cerca de 5.000 aves marinas, todas como “captura accesoria”.
Imagina esta carnicería a escala global. Y es aún peor: Tabrizi descubrió que el mismo establecimiento pesquero había sido premiado por sus prácticas de pesca “sustentables”. Entonces hizo lo que cualquier documentalista atento haría: se sumergió en la profundidad del escándalo.

“¿Y de qué se trata el etiquetado sustentable, como el atún ‘libre de delfín'”? le pregunta Tabrizi al capitán Captain Hammarstedt.

Del mismo modo que las expresiones “orgánico”, “de campo”, “sin jaulas” y otras falaces expresiones en boga usadas falsamente en la comercialización de carne, lácteos y huevos, el capitán Hammarstedt confirmó lo que muchos de nosotros ya sabíamos: el atún “libre de delfín” no existe. “Nos damos cuenta de que las etiquetas a menudo ponen un velo a lo que realmente ocurre en el océano”, le dijo Hammarstedt (quien está realmente al tanto de lo que sucede en los barcos de pesca) a Tabrizi. Una vez, los colegas de Hammarstedt aparentemente encontraron embarcaciones de pesca de atún que habían asesinado a 45 delfines para capturar a ocho atunes: estas embarcaciones abastecían de atún enlatado etiquetado “libre de delfín”.

Durante una entrevista de Seaspiracy particularmente bochornosa, Mark J. Palmer de Earth Island Institute (la organización detrás de el logo “libre de delfín”) le confiesa a Tabrizi algo impactante y de una candidez extraordinaria acerca de la autenticidad del atún “libre de delfín”. Palmer admite un asombroso conflicto de interés entre las compañías y las organizaciones que distribuyen las etiquetas “libre de delfín” y etiquetas relacionadas, y las mismas operaciones de pesca que se supone deben vigilar. Para ver la entrevista que seguramente te hará cambiar de postura sobre comer peces, tendrás que ver el popular estreno en Netflix.

El único producto verdaderamente libre de delfín y de atún es el que dice “vegano”.

Quien haga la búsqueda en Google “cómo reducir la captura accesoria” o “¿qué marcas de atún son seguras?”, mejor que vea Seaspiracy, la película que finalmente habla sobre el elefante marino en la habitación (es decir, ni el atún “libre de delfín” ni la pesca sustentable existen). Tu rollo de atún picante o coctel de camarones siempre les costará la vida a delfines, ballenas, tortugas marinas y otros animales, sin mencionar que los igualmente notables y merecedores atunes y camarones son asesinados. Esta es la mala noticia. La buena noticia es que marcas como ZeaStar, The Plant Based Seafood Co., New Wave Foods, Good Catch, y Cavi-art (compañía amiga de PETA) están revolucionando los productos marinos veganos con sus opciones de pescado vegano.

Los favoritos de siempre, como los Golden Fishless Filets y los Crabless Cakes de Gardein, así como los Vegan Fishless Sticks de Quorn, son tan deliciosos como (verdaderamente) libres de delfín, y están ampliamente disponibles en cadenas de supermercados y otras tiendas en todo el mundo.

LOS PRODUCTOS VEGANOS DE MAR ESTÁN REVOLUCIONANDO LOS MARES

Seaspiracy ocupa el primer lugar en el ‘Watch List’ de Netflix

Organiza una reunión virtual para verla y tus invitados dejarán de comer peces y se harán veganos antes de que tengas tiempo de decir “La ‘captura accesoria’ son tonterías”. Usa Teleparty (antiguamente llamada Netflix Party), Houseparty o Zoom (ingresa a tu cuenta de Netflix, haz clic en “Compartir pantalla”, enciende Zoom y presiona play para poder charlar con tus invitados durante la película.