Si cuando eras niño celebraste la Navidad en los años 70, recuerdas tus regalos favoritos de Navidad. Es posible que hayas recibido un Stretch Armstrong, un Pet Rock, una pelota Nerf, o incluso una bufanda hecha a mano. Pero, Corky, que fue separada de su madre cuando tenía solo 4 años, se ha perdido de 53 Navidades con su familia. Ha estado en cautiverio más tiempo que cualquier otra orca en el mundo.
Corky se ha perdido la mayoría de los regalos más básicos de la naturaleza durante la mayor parte de su vida. Conoce las cuatro cosas importantes que le han negado:
1. Espacio para pasear
Se han registrado orcas que han recorrido hasta 150 millas por día. Pueden sumergirse hasta 1000 metros y pasar el 95% de su tiempo sumergidas. En la naturaleza, nadan casi continuamente.
Como todas las orcas que se encuentran en parques marinos, Corky está confinada en un diminuto tanque de concreto. Perdió la oportunidad de nadar libremente con su manada debido a los crueles humanos que la secuestraron, pero podría prosperar en un santuario costero.
Si SeaWorld cambiara su recinto de vidrio y concreto por un recinto en el mar, un tramo de océano en donde podría nadar libremente, Corky estaría mucho más cómoda.
2. Un hogar que no la lastime
¿Tienes recuerdos de estar cómodo y calientito en tu hogar durante la Navidad? Corky no. Desde su captura, ella ha estado atrapada en horribles recintos de parques marinos.
El diminuto tanque de SeaWorld de Corky es una agresión a todos sus sentidos. Está expuesta de forma constante a ruidos fuertes y música a todo volumen en SeaWorld, y el estrés del confinamiento extremo, sin duda afecta de forma negativa su salud. Es alimentada con peces muertos, en lugar de capturar presas vivas como lo haría de forma natural y tiene graves daños dentales por masticar el concreto y el metal que la aprisionan.
El océano es el entorno natural de Corky. No está lleno de humanos ruidosos. En un santuario costero, si Corky alguna vez sintiera la necesidad de masticar algo, tendría mejores opciones.
3. Dignidad y autonomía corporal
Después de que Corky fue apartada traumáticamente de su madre, los empleados del parque marino la usaron como una máquina de reproducción. Fue cruzada con su propio primo, seis veces, en el ya cerrado Marineland del Pacífico, pero ninguna de sus crías sobrevivió más de dos meses.
Estas son las historias de sus trágicos embarazos.
- 28 de febrero de 1977: Corky dio a luz a la primera cría viva nacida en cautiverio. La cría macho no logró amamantar, y murió de neumonía después de aproximadamente dos semanas.
- 31 de octubre de 1978: nació la segunda cría de Corky, llamada Spooky, porque nació en Halloween. Tampoco pudo amamantar y murió de neumonía. Se cree que la fórmula que le habían dado estaba contaminada.
- 1 de abril de 1980: Corky dio a luz a las ocho semanas a una cría prematura que nació muerta.
- 18 de junio de 1982: nació la cría más longeva de Corky. Vivió solo 46 días y tampoco pudo amamantar. Después de aproximadamente un mes, se informó que Marineland of the Pacific temía por la seguridad de la cría porque Corky se había vuelto cada vez más brusca con ella, por lo que la cría fue colocada en un tanque separado. Murió después de un par de días.
- 22 de julio de 1985: Corky dio a luz a una cría hembra, que sobrevivió alrededor de un mes.
- 27 de julio de 1986: El último embarazo de Corky en Marineland of the Pacific acabó en un aborto espontáneo.
- Agosto de 1987: Corky abortó a su último bebé, que fue encontrado muerto en el fondo de su tanque en SeaWorld. Tras este aborto espontáneo, Corky dejó de ovular y no pudo tener más hijos.
El desgaste físico y mental que estos embarazos causaron en Corky fue, casi con certeza, inmenso. Puede que SeaWorld dejara de intentar reproducirla, pero no la ha dejado de usar en espectáculos. Todavía es obligada a realizar trucos para el entretenimiento público, cuando todo lo que merece es paz y control sobre su vida.
4. Oportunidades para hacer amistades duraderas
No queda en duda que a Corky la atormenta su soledad en los parques marinos. Y tiene sentido: Las orcas son animales muy sociales. La mayoría de las poblaciones de orcas viven en manadas sociales estables con fuertes vínculos de largo plazo, y algunos individuos, como madres e hijos, permanecen juntos de por vida. SeaWorld ignora completamente la importancia de las familias y amistades de las orcas, confinando a estos majestuosos animales para el entretenimiento humano.
Cuando Corky compartía un tanque con Orkid, una joven hembra en SeaWorld, se aferró a su lado. Podría ser que Corky extrañara a sus propias crías y aprovechara la oportunidad para actuar como la madre de Orkid.
Sin embargo, este comportamiento puede haber despertado los celos de Kandu, la madre de Orkid.
Kandu comenzó a embestir a Corky mientras estaban en el mismo tanque y se rompió la mandíbula cuando se estrelló contra una pared, cortando las arterias de su cabeza. Kandu tardó 45 minutos en morir, mientras Orkid observaba sin poder hacer nada.
Si Corky fuera trasladada a un santuario costero, podría ser capaz de comunicarse con su manada, una esperanza vital que nunca tendrá en un parque marino.
Corky ha pasado 53 Navidades sufriendo, ayúdala dándole el mejor regalo
Todo lo que Corky necesita se puede encontrar en un santuario costero, pero SeaWorld no ha hecho ningún plan para colocarla en uno, ahí es donde entras tú.
Por favor, tómate un momento para pedirle a SeaWorld que implemente un plan definitivo e inmediato para liberar a Corky en un santuario costero. Con tu ayuda, podemos darle el mejor regalo de Navidad de todos: la libertad de vivir de la forma más natural y en paz.
Dile a SeaWorld: ¡liberen a Corky ya!