ADVERTENCIA: LAS SIGUIENTES IMÁGENES PUEDEN DAÑAR TU SENSIBILIDAD (NSFW) Y HARÁN QUE NUNCA MÁS QUIERAS VOLVER A USAR LANA.
1. Alrededor del 25 por ciento de la lana mundial proviene de Australia.
2. A los corderos les perforan las orejas, cortan las colas y a los machos los castran, todo esto sin anestesia ni calmantes.
3. Es considerado “normal” en la industria australiana de la lana que aproximadamente 3 millones de corderos mueran cada primavera.
4. Los corderos a veces mueren por mala alimentación.
5. Esta lesión es el resultado de un proceso llamado mulesing y es una práctica común en la industria.
6. Durante el mulesing, los trabajadores cortan y tiran grandes trozos de piel de la parte trasera de las patas de los corderos y de alrededor de sus colas.
7. O los trabajadores fijan abrazaderas que son como tornillos a sus pieles hasta que la piel muere y se desprende.
8. En el apuro por producir más lana, muchas ovejas mueren por exposición, luego de una esquila prematura.
9. Una sobrecarga de lana que no es natural, también les causa a los animales la muerte por golpe de calor en los meses cálidos.
10. Durante la esquila, a las ovejas pueden provocarle desde rasguños hasta la amputación total de sus ubres, orejas, penes y otras partes del cuerpo.
11. Testigo: “He visto esquiladores dar puñetazos con sus podaderas o puños hasta hacerles sangrar a las ovejas de la nariz. He visto ovejas a las que les faltaba la mitad de la cara.”
12. Durante la subasta, los corrales están abarrotados y las ovejas pueden morir por lesiones o estrés.
13. Cuando las ovejas envejecen y su producción de lana decae, son enviadas al matadero.
14. Millones de ovejas en pie son enviadas desde Australia a Medio Oriente y África del Norte, cada año.
15. Un informe de 2005 afirmó que alrededor de 38.000 ovejas murieron en tránsito. En la mayoría de los casos, sus cadáveres fueron arrojados por la borda.
16. En Nueva Zelanda, las emisiones de metano por la fermentación entérica, proveniente mayormente de ovejas, generan más del 90 por ciento de las emisiones de gas invernadero del país.
No financies una industria que trata a las ovejas como descartables y no como los animales inteligentes, sensibles y dignos que son. Las ovejas merecen algo mejor. ¡Comprométete ahora a nunca usar lana!
