Recordatorio: Los animales viven un infierno incluso antes de llegar al matadero. Muchos ni siquiera llegan, pero padecen muertes igualmente atroces durante el transporte. Y este caso concreto lo demuestra: más de 14.000 ovejas se ahogaron en el Mar Negro el 24 de noviembre tras el vuelco de un barco que transportaba animales vivos desde Rumania hacia Arabia Saudita.
A ship carrying almost 15,000 sheep overturned in the Black Sea near Romania, setting off a desperate effort to rescue the animals. The ship’s crew were all rescued. https://t.co/maMS7NQpf8
— The New York Times (@nytimes) November 25, 2019
Hubo una operación de rescate, pero solo 32 ovejas habrían sido salvadas.
Animal rescuers battle desperately to save surviving sheep on ship https://t.co/j6VsIBw8Yl via @MailOnline
— K (@kjs182) November 26, 2019
Según se informa, los 20 miembros de la tripulación fueron rescatados.
Las investigaciones iniciales sugerirían que el “barco de la muerte” estaba sobrecargado, algo que no sorprende debido a que estamos hablando del comercio de exportación de animales vivos, que trata a los animales como mercancía en vez de como a los individuos sintientes que son.
Estas ovejas, apiñadas dentro de un barco como piezas de equipaje, deben haber estado aterrorizadas mientras se hundían en el agua debido al peso de su lana.
Criadas en Rumanía (donde se exportan alrededor de 70.000 ovejas por año) y apiñadas en un barco para llevar a cabo su asesinato en Medio Oriente, estas ovejas estaban condenadas desde el comienzo. Aunque no se hubieran ahogado, muchas hubieran muerto de hambre, sido pisoteadas o enfermado y muerto durante el viaje a Arabia Saudita. Al llegar, aquellas que hubiesen sobrevivido al viaje infernal hubieran probablemente sido pateadas, pisoteadas, pinchadas y arrastradas por sus orejas y piernas fuera de los camiones y hacia los mataderos. Eventualmente, a la mayoría le hubieran cortado la garganta estando aún conscientes, como lo indican los estándares halal de matanza. Algunas podrían haber sido asesinadas en masa en lotes, mientras que otras podrían haber sido llevadas y asesinadas de manera individual por los compradores.
Esta no es la primera tragedia de exportación de animales vivos que ocurre. Tan solo el año pasado, unas 2.400 ovejas murieron – la mayoría por estrés térmico – mientras eran transportadas desde Australia hasta Medio Oriente. En 2012, unas 22.000 ovejas enfermas sufrieron horriblemente a bordo de dos barcos que transportaban animales vivos (también desde Australia hasta Medio Oriente) tras habérseles prohibido la entrada en Baréin y verse forzadas a soportar unos 14 días más en el mar.
La catástrofe más reciente es la enésima vez que miles de animales soportan condiciones infernales en el mar, y, a menos que las exportaciones de animales vivos finalicen, no será la última.
Cada año, aproximadamente 3 millones de ovejas son exportadas desde Australia (muchas desechadas por la industria de la lana) hacia Medio Oriente y África del Norte, donde son asesinadas para carne. Juntos, nuestras acciones pueden ayudar a terminar con este comercio cruel. Haz clic abajo para instar a la ministra de Agricultura de Australia a que ponga fin a la exportación de animales vivos:
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TEN COMPASIÓN: ¡COMPROMÉTETE A NO USAR LANA!
