Escrito por Ashley Palmer
Sobrante.
Esa fue la palabra que el Zoo de Copenhague utilizó para describir a una jirafa de 18 meses llamada Marius. Como resultado de este término, en 2014 a Marius le dispararon y la mataron, después la diseccionaron delante de niños y luego fue dada como alimento a los leones del zoológico.
Ahora, dos años después, el zoo se jacta de su nueva adquisición: otra jirafa bebé. Publicó un video de su nacimiento, que ocurrió detrás de una valla de metal frente a una muchedumbre exultante.
Esto es lo que sucede cuando se determina el valor de un animal por su capacidad de hacer ganar dinero. Marius fue matada porque su genética era considerada demasiado “común” y por lo tanto indeseable para reproducirla. El zoo informa que expurga de 20 a 30 animales cada año para administrar sus poblaciones.
Mientras que aún resta determinar el destino de esta jirafa, lo que sí sabemos es que es improbable que él o ella sea alguna vez liberado/a en un hábitat natural. Los programas de reproducción no cumplen con un verdadero propósito de conservación, porque las jirafas y los otros animales nacidos en zoos casi nunca o nunca son devueltos a sus hábitats naturales.
Qué puedes hacer
Puedes ayudar a prevenir mayor sufrimiento en los zoos no visitando ningún parque ni atracción que explote a los animales y alentando a tus amigos y a tu familia a hacer lo mismo.
