Escrito por Zachary Toliver
En el fin de semana de Labor Day, la crueldad se registró con cámara en las calles de Hell’s Kitchen cuando un transeúnte fotografió a un caballo colapsado que había sido obligado a halar un carruaje.
The carriage-horse driver allegedly “scream[ed] for the horse to make the green light,” then the horse “collapsed” https://t.co/AnBH53hqeW
— New York Post (@nypost) September 12, 2016
El 2 de septiembre alrededor de las 2 a.m., Bogdan Paul Angheluta le dijo al New York Post que vio a un conductor de un carruaje “gritarle al caballo para que pasara en el semáforo en verde”.
Poco tiempo después, el caballo de 14 años llamado Norman colapsó en la concurrida intersección del centro de Manhattan. Angheluta dijo que Norman estaba “respirando despacio y con dificultad” sobre el suelo mientras permanecía allí por más o menos 20 minutos.
Angheluta intentó calmar al caballo caído y exhausto. Eventualmente, un grupo de hombres salieron de los establos del caballo con un balde de agua para Norman. Le dijeron a Angheluta que “dejara al caballo en paz”.
NYCLASS −un grupo activista que trabaja para ponerle fin a la cruel y peligrosa industria de carruajes halados por caballos en Nueva York− recibió las fotos de Angheluta y alertó a la oficina del alcalde y al Departamento de Salud. El grupo le pidió al alcalde de Blasio que “deje de lado la retórica vacía y cumpla su promesa de proteger a estos caballos”.
“Si este testigo no se hubiera pronunciado reportando el incidente a los defensores de los animales, el público nunca hubiera sabido ni siquiera que esto ocurrió. ¿Cuántos otros incidentes con caballos han permanecido ocultos frente al público?” dijo NYCLASS en una declaración.
Otros transeúntes preocupados como Angheluta también están poniendo al descubierto la tortura de los caballos a través de las redes sociales. Recientemente, salieron a la luz fotografías documentando un charco de sangre en una carretera en Charleston, Carolina del Sur, supuestamente de un caballo que estaba siendo obligado a halar una carreta llena de pasajeros después de haber perdido una herradura y haberse lastimado el casco.
Crueles reliquias del pasado
Los carruajes halados por caballos son un peligro en las calles del siglo XXI. Ha habido incontables incidentes en los que los carruajes han sido golpeados por conductores impacientes o descuidados. Se han documentado accidentes en casi todas las ciudades donde están permitidos los paseos en carruaje.
Estos caballos son obligados a trabajar en todos los climas extremos, esquivar el tráfico y caminar sobre el duro pavimento todo el día. Pueden desarrollar enfermedades respiratorias por respirar los gases de escape, y pueden sufrir de problemas debilitantes en las patas por caminar sobre superficies duras.
Qué puedes hacer
Si vives en Nueva York, por favor únete a otros protestando el silencio del alcalde de Blasio acerca de los carruajes halados por caballos. Habrá un evento frente a la Mansión Gracie este jueves 15 de septiembre de 5 a 7 p.m. Hazles saber a otros que asistirás y encuentra más detalles a través de la página del evento en Facebook.
Si vives fuera de Nueva York, mándale un tweet al alcalde de Blasio @BilldeBlasio y pide una verdadera protección para los caballos.
Si vives en una ciudad donde todavía están permitidos los paseos en carruajes, contacta a tus legisladores locales para pedirles que promuevan una prohibición. Muchas ciudades –incluyendo a Biloxi, Mississippi; Camden, New Jersey; Key West, Palm Beach, Pompano Beach, y Treasure Island, Florida; y Salt Lake City – ya han prohibido los carruajes halados por caballos.