Londres – El padre Terry Martin, un sacerdote católico que sirve a la Parroquia de Worthing y Lancing en el Reino Unido, ha aparecido en un impactante anuncio de página completa en el principal periódico católico internacional The Tablet, para denunciar la tortura a los animales en las corridas de toros. El provocativo mensaje se basa en una cita del Catecismo Juvenil (párrafo 437), y el anuncio forma parte de la campaña de PETA y PETA Latino para pedirle al Papa Francisco que la Iglesia corte los lazos con esta práctica cruel y barbárica.
Martin, vegano desde hace mucho tiempo, es conocido por su defensa de los animales. El año pasado se unió a sacerdotes de Francia y Canadá para enviar una carta al papa Francisco pidiéndole que condene la tauromaquia; y en enero, publicó un artículo de opinión en el Catholic Herald señalando que aterrorizar y matar animales vulnerables va en contra de las enseñanzas de Cristo sobre la misericordia y la compasión.
“Las corridas de toros son crueles y no tienen lugar en celebraciones religiosas legítimas”, escribe Martin. “Nadie, católico o no, debería apoyar la tortura de toros bajo ninguna circunstancia”.
“La Iglesia enseña compasión hacia todos los seres vivos, sin embargo, es cómplice en el tormento y la matanza ritualizada de toros”, dice Mimi Bekhechi, vicepresidenta de PETA UK y Europa. “PETA está pidiendo al papa Francisco que condene estos espectáculos viles, y exhortamos a las personas misericordiosas en todas partes a mantenerse lejos de las plazas de toros”.Cada año, decenas de miles de toros son asesinados en festivales taurinos alrededor del mundo, muchos de los cuales se celebran en honor a santos católicos.
Durante estos eventos, agresores a caballo clavan una lanza en la espalda y el cuello del toro antes de que otros le claven arpones llamados banderillas en la espalda, infligiéndole un dolor agudo cada vez que gire la cabeza e impidiendo su rango de movimiento. Finalmente, cuando el toro se debilita por la pérdida de sangre, aparece un matador que intenta matar al animal clavándole una espada en los pulmones o, si eso falla, lo cual es lo más común, cortándole la médula espinal con una daga. El toro puede estar paralizado, pero aún consciente mientras le cortan las orejas o la cola y se las presentan al matador como trofeo, y su cuerpo es arrastrado fuera del ruedo.
El papa Francisco escribió en su encíclica Laudato si’, “Cada acto de crueldad hacia cualquier criatura es ‘contrario a la dignidad humana’”, y ya en el siglo XVI, el Papa Pío V, quien desde entonces fue canonizado, prohibió las corridas de toros, las cuales describió como “espectáculos crueles y viles del demonio y no del hombre” y contrarios a la “piedad y caridad cristianas”. La doctrina de la Iglesia Católica claramente establece que los humanos no deben “causar sufrimiento o muerte innecesarios a los animales”; sin embargo, los sacerdotes católicos a menudo ofician ceremonias religiosas en plazas de toros y ministran a los toreros en las capillas de estas plazas.
Algunos incluso atacan a los toros en el ruedo vistiendo una sotana. En abril, la diócesis de Zamora, España, colaboró con la Asociación Internacional de Tauromaquia para organizar una reunión para promover la relación entre la Iglesia y la industria taurina, a la que asistieron sacerdotes católicos de todo el mundo, incluido el cardenal venezolano Baltazar Enrique Porras Cardozo, amigo del papa Francisco.
El libro de Martin, Animals in Heaven?A Catholic Pastoral Response to Questions About Animals, (¿Animales en el Cielo? Una Respuesta Pastoral Católica a las Preguntas referentes a los Animales) está previsto que sea publicado por Wipf y Stock más adelante este año.
PETA, cuyo lema dice, en parte, que “los animales no son nuestros para usarlos para el entretenimiento”, señala que Cada animal es alguien y ofrece kits de empatía gratuitos para las personas que necesitan una lección de compasión. Para obtener más información sobre PETA Latino, por favor visite PETALatino.com o siga a la agrupación en X, Facebook o Instagram.
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