Escrito por Angela Henderson
Habiendo nacido en cautiverio en 1976, los 39 años de Foxie no fueron para nada fáciles. Pasó sus primeros días siendo utilizada como sujeto de estudios crueles para una vacuna para la hepatitis. La picaron y la punzaron, y luego la utilizaron como una máquina de crianza.
Los chimpancés son profundamente sociables, y, en la naturaleza, pasan todos los días juntos explorando, produciendo y utilizando herramientas para resolver problemas, buscando alimento, jugando, aseándose unos a otros y preparando camas suaves para dormir cada noche. Ellos se preocupan profundamente por sus familias y crean amistades para toda la vida.
Sin embargo, Foxie no tiene este vínculo con sus bebés. A ella le arrebataron sus cuatro bebés, incluyendo a unos mellizos, cuando eran pequeños. No se sabe qué edad tenían cuando le fueron arrebatados, pero los veían solamente como más sujetos para experimentos crueles.
En 1994, un investigador encubierto de PETA encontró a 42 chimpancés encerrados en jaulas diminutas en un sótano sin ventanas de la Corporación Buckshire, una compañía que provee animales a laboratorios. Foxie era una de estos animales. Tomó 14 años, pero finalmente, con el apoyo de los miembros del Club Augustus, PETA contribuyó $50.000 dólares para ayudar a construir un nuevo hogar en el Chimpanzee Sanctuary Northwest para retirar a los siete chimpancés que quedaban de Buckshire, incluyendo a Foxie.
Cuando llegó al santuario en el 2008, sus guardianes reportaron que era cautelosa con sus alrededores y con la gente. No se sabía cómo iba a sobrellevar la vida en el santuario.
Pero entonces Foxie conoció a su primer muñeco de troll.
Con los años, gracias al amor continuo que se le demuestra en el santuario, Foxie ha llegado a ser una chimpancé feliz a la que le gusta jugar, y quien interactúa con otros de su especie y con los humanos que la cuidan. Y a su vez, ella cuida de sus cientos de muñecos de troll.
Los sostiene:
Se acuesta a su lado:
Los lleva de un lugar a otro:
Juega con ellos:
Y juega con otros chimpancés también:
Ya nunca jamás tiene que preocuparse de que nadie le arrebate nada de lo que ama.
Aunque Foxie ahora está disfrutando de sus días jugando con sus muñecos y sus amigos, muchos otros chimpancés siguen languideciendo en laboratorios. Después de que un panel del gobierno concluyó que los experimentos en chimpancés son “innecesarios”, los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés) prometieron retirar a todos los chimpancés propiedad del gobierno a santuarios, pero desde el anuncio, pocos han sido efectivamente retirados y muchos han muerto mientras esperan.
