Un exposé de dos meses, realizado por un testigo de PETA U.S. en Dillenburg Fur Farm, LLC, una enorme granja de pieles en Wisconsin – el estado con la mayor producción de visones en el país –reveló que miles de visones y muchos zorros fueron mantenidos en hileras de jaulas inmundas con pisos de alambre hasta que fueron asesinados – todo para que su piel pudiera ser convertida en abrigos y solapas.
Muchos animales permanecían enjaulados sobre un montón, de 30 cm de alto, de sus propias heces.
Las jaulas fueron rociadas con un limpiador de presión mientras los visones estaban dentro, porque, como dijo la esposa del propietario, ”Si los visones están manchados y sucios, pierdo de 10 a 20 dólares por visón”. El ruido del motor de la limpiadora de presión causó que los visones corrieran en círculos, brincaran y se balancearan salvajemente.
Esta visón, llamada Miss Mary por el testigo, mordió las barras de una jaula hasta que su cara estuvo llena de sangre. El testigo no vio que recibiera ningún cuidado veterinario, lo cual no es raro en la industria del pelaje.
Los trabajadores agarraron de sus sensibles colas a visones que gritaban aterrorizados, los atestaron en este cilindro de metal, y a continuación bombearon un gas sucio de un motor en marcha hasta llenarlo, asfixiándolos cruelmente de forma masiva. El granjero rompió el cuello de un visón que había sobrevivido al gas. Otro visón sobrevivió por 20 minutos antes de finalmente morir.
Este zorro, llamado D2 por el testigo, evidentemente tenía las encías inflamadas, pero el testigo nunca vio que recibiera atención veterinaria. El granjero dijo que se había rehusado a reproducirse y se jactó explícitamente de cómo lo había “masturbado”. Pero D2, también, fue asesinado en la improvisada cámara de gas junto con algunos otros zorros.
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