El Papa Francisco dejo en claro en su reciente encíclica Laudato Si’ que Dios les pide a los cristianos que cuiden y protejan a toda la creación, incluyendo a los animales. Entre muchos pasajes inspiradores, Su Santidad declaró que “cada acto de crueldad hacia cualquier creatura es ‘contraria a la dignidad humana'”. Así que a medida que se prepara para su visita a los Estados Unidos, nosotros lo estámos animando para que dé un ejemplo a los creyentes al apoyar comidas veganas libres de crueldad en la Ciudad del Amor fraternal.
El comer vegano se alinea perfectamente con el compromiso del Papa Francisco de ayudar a los pobres, proteger al medio ambiente y cuidar a los animales. Cerca de 800 millones de personas en todo el mundo sufren de hambre de manera regular, y, según el Worldwatch Institute, con el fin de alimentar a la creciente población mundial, debemos “reducir considerablemente el consumo de carne, porque la conversión de la tierra de pastoreo en cultivos de comida aumentará la cantidad de comida producida”. El criar animales por su carne, huevos y leche ocasiona un gran desperdicio, debido a que solo una fracción de las calorías con que son alimentados los animales es regresada bajo la forma de carne consumible. La industria de animales de granja también es mal afamada por explotar a sus trabajadores, muchos de los cuales son personas pobres, incluyendo inmigrantes.
El Papa Francisco recientemente habló acerca de la necesidad urgente de hacerle frente al cambio climático y señaló que los pobres son quienes sufren sus peores efectos. Según las Naciones Unidas, un cambio global hacia una alimentación vegana es uno de los pasos necesarios para combatir los peores efectos del cambio climático. El Worldwatch Institute estima que un alto porcentaje de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo pueden ser atribuidas a “la ganadería y sus subproductos”.
El comer comidas veganas significa mostrar compasión por toda la creación de Dios. Tal como lo escribió Su Santidad en Laudato Si’, “No somos Dios…hoy en día debemos rechazar enérgicamente la noción de que el haber sido creados a la imagen de Dios y habernos otorgado el dominio sobre la tierra justifica la dominación absoluta sobre otras creaturas”. Los animales que son criados por su carne, leche y huevos son dominados, mutilados y asesinados dolorosamente, pero podemos oponernos a esta explotación cada vez que comemos, escogiendo comidas veganas.
Philadelphia está llena de restaurantes que sirven comida libre de crueldad, responsable socialmente y amigable con el medio ambiente. Estos son algunos de nuestros restaurantes favoritos donde el Papa Francisco y quienes han venido a verle pueden encontrar un bocado compasivo:
- Vedge: Los vegetales saludables alcanzan el estatus de estrellas en Vedge, del cual un crítico escribió: “¿Es Vedge el mejor restaurante vegano en América? Puede ser uno de los mejores restaurantes, punto.” Es esencial probar el Portabella Carpaccio y el Braciole.
- Vgë Café: Vgë (pronunciado “Vi gi”) es el lugar indicado para los filetes de queso vegano, las pizzas y los reubens. Nada en el menú contiene aceite, azúcar ni preservativos añadidos.
- Mi Lah Vegetarian: Este lugar de fusión asiática tiene el mejor brunch libre de crueldad, incluyendo un omelet de tofu con papas fritas de camote caseras, salchicha vegana y aguacate sobre galletas, y panqueques de calabaza con tocino vegano.
- HipCityVeg: A la gente le encanta el “Crispy HipCity Ranch” en este café de estilo americano, un sándwich de “pollo” empanizado con lechuga, tomate, cebolla, pepinillos y aderezo ranch de pimienta –para el cual ninguna gallina real fue maltratada.
- Sweet Freedom Bakery: Todo aquí es preparado diariamente con ingredientes integrales y naturales, y está libre de crueles productos lácteos y azucares refinadas, incluyendo los Strawberry Lemonade Cupcakes, las galletas Double Mint Chocolate Chip, las Cake Balls, los Donuts Apple Cider, y más.
Con tantas opciones para comer, puede ser fácil para el Papa Francisco demostrarle a la Ciudad del Amor Fraternal cómo demostrar amor a toda la creación de Dios.