La Universidad de Vanderbilt (VU) en Nashville, Tennessee, continúa fomentando una cultura de negligencia y crueldad en sus laboratorios, dejando a cientos de animales tambaleándose con un dolor casi inimaginable mientras los experimentadores se niegan a proporcionar, o son incapaces de proporcionar, las protecciones más básicas de bienestar animal, según nuevos registros federales obtenidos por PETA.
En solo una de las 19 violaciones de las pautas federales de bienestar animal, los experimentadores de VU abrieron las cabezas de 110 ratones y les quitaron parte de los cráneos, y luego permitieron que los animales languidecieran en la miseria sin analgésicos adecuados durante días. Las 19 violaciones ocurrieron entre enero de 2019 y agosto de 2021, según los registros obtenidos por PETA de los Institutos Nacionales de Salud. PETA exige que VU aborde sus fallas sistémicas de inmediato.
Otras violaciones graves incluyen las siguientes:
- Cinco ratones fueron cortados a lo largo de sus abdómenes y una bomba mecánica fue cosida en sus estómagos, todo esto sin alivio adecuado para el dolor.
- Ocurrió un segundo incidente en el que se abrió a los ratones y se les insertó un instrumento médico en el abdomen sin el control del dolor requerido.
- Los experimentadores cortaron las colas de 30 ratones sin anestesia u otros analgésicos.
Los registros federales también muestran que varios experimentadores clave fallaron repetidamente en seguir las reglas. Por ejemplo, el experimentador Richard B. Simerly no administró analgésicos a 50 ratones después de una cirugía cerebral invasiva, no usó una técnica aséptica, no usó las suturas adecuadas y no las retiró en el momento adecuado. Otros experimentadores se salieron del guión y realizaron procedimientos y cirugías no aprobadas. Un estudiante realizó una cirugía no aprobada en ratones, según los registros.
La negligencia también es rampante. En ocho ocasiones distintas, los ratones y sus cachorros murieron de inanición o deshidratación porque el personal del laboratorio no les proporcionó acceso a alimentos o al agua. Cuatro ratones confinados en una jaula fueron encontrados muriendo o ya muertos por asfixia porque el personal distraído había cortado efectivamente todo suministro de oxígeno a la jaula sellada.
Una historia marcada
Los laboratorios de VU tienen un largo historial de violaciones crónicas y sistémicas a las normas federales de bienestar animal. El Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA, por sus siglas en inglés) citó a la escuela por una violación crítica después de que cuatro conejillos de indias murieran dolorosamente y angustiados mientras se los usaba en experimentos en los que se les insertó un tubo por la tráquea. El experimentador principal ni siquiera tenía un veterinario presente, como se requería, y luego se determinó que los conejillos de Indias no habían sido anestesiados por completo y probablemente sintieron todo. El experimentador también intentó encubrir las violaciones.
Algunas infracciones fueron tan graves que el USDA se vio obligado a multar a VU con más de $ 15.000, una suma relativamente grande, considerando que la mayoría de las infracciones se castigan con nada más que un edicto para hacerlo mejor la próxima vez. En una de estas, los experimentadores dejaron de darle agua a un mono durante días, y como éste resultado murió de deshidratación. Otra mona estaba dentro de una jaula que pasó por una lavadora de jaulas de alta temperatura. Fue escaldada hasta la muerte.
Dinero para nada
VU recibió más de $ 462.000 en dinero de los contribuyentes en 2021, a pesar de su abyecto fracaso en proporcionar incluso las protecciones animales más baratas que ofrecen las regulaciones y pautas federales de bienestar animal. No se puede permitir que continúe la cultura de crueldad y negligencia en los laboratorios de VU, financiada con el dinero de tus impuestos. El público exige más y exige mejor. Es hora de que VU aborde sus fallas y adopte el Acuerdo de Modernización de la Investigación (RMD, por sus siglas en inglés) de los científicos de PETA, una estrategia para reemplazar los experimentos con animales con métodos de investigación modernos, relevantes para los humanos y sin animales.
