¿Estás listo para agregar un nuevo perro a tu familia? ¡Felicidades! Los perros son nuestros compañeros de juegos, compañeros de paseo, compañeros para acurrucarse y mejores amigos para toda la vida. Una de las cosas más importantes que podemos hacer por los perros es adoptar en lugar de comprar. Con 13 millones de perros sin hogar en México, 6 millones en Perú, 3.4 millones en Chile, 1 millón en Colombia y 800 000 en España, es fundamental que adoptemos. Aquí, PETA Latino expone algunos de los mitos más comunes sobre las tiendas de mascotas, las fábricas de cachorros y los criadores, y explica lo fácil que es encontrar a tu cachorro perfecto en el refugio o centro de rescate de tu localidad.
Mito #1: “Los cachorros en las tiendas de mascotas están sanos y han tenido grandes cuidados”.
Lamentablemente, muchos, muchos guardianes latinos han descubierto por las malas que esto no es cierto. Una búsqueda rápida en Internet de “cachorro de tienda de mascotas enfermo” arroja millones de resultados, junto con historias desgarradoras sobre cachorros con neumonía en etapa avanzada, parvovirus, deficiencias pulmonares mortales, convulsiones, defectos congénitos y otras afecciones terminales. La mayoría de los compradores gastaron miles de dólares para comprar los perros y miles más en facturas médicas.
Los cachorros que se venden en las tiendas de mascotas suelen provenir de deplorables fábricas de cachorros, como las que PETA investiga y cierra. Los perros se mantienen comúnmente en jaulas exteriores sucias sin cobijas ni protección del clima y se les niega la comida, el agua y la atención veterinaria adecuadas. Los ojos que supuran, las infecciones de oído, la sarna, los parásitos y las infecciones respiratorias proliferan, y los perros a menudo son objeto de maltrato físico. Dado que las fábricas de cachorros crían por cantidad, no por calidad, los defectos genéticos no controlados se transmiten de generación en generación. Las perras son cruzadas repetidamente hasta que sus cuerpos se desgastan y son subastadas o asesinadas. En respuesta a una mayor conciencia y presión del público, muchas tiendas de mascotas ahora publican letreros que afirman que los cachorros que venden no provienen de criaderos, pero a menudo es una mentira.
Mito #2: “Existe el criador responsable”.
Es crucial para nosotros, como latinos, saber que incluso en las operaciones de cría de menor volumen, los cachorros todavía son tratados como meros productos para ganar dinero, y a los perros a menudo no les va mejor que a los de las fábricas de cachorros. Las investigaciones de PETA sobre los “criadores de traspatio” han revelado una crueldad inquietante, que incluye dejar a los perros afuera a sufrir en condiciones climáticas extremas, criadores que les cortan la cola y los desungulan con cortaúñas y sin analgésicos y perros que han muerto en sus perreras.
Los compradores latinos pueden dejarse influir por la conversación sobre la “documentación”, pero los papeles que ofrecen los criadores no son garantía de buen trato, buena salud o buen temperamento. Dice un veterinario: “El mejor uso de los documentos de pedigrí es para enseñar a tu perro a hacer sus necesidades. No significan nada”.
Vender cachorros por Internet hace que sea aún más fácil para los criadores ocultar condiciones de maltrato y perros no saludables. Comprarle a un vecino, a un conocido o a alguien que acabas de conocer conduce a este mismo tipo de problemas. Rolling Stone calificó las ventas de cachorros en línea como “el crimen perfecto… A los tribunales no les importan las víctimas de otros estados, y los federales ni siquiera multan a los criadores, y mucho menos los arrestan, por vender cachorros enfermos en sitios falsos”.
Y con millones de animales siendo sacrificados en refugios cada año por falta de buenos hogares o luchando por sobrevivir en las calles, ningún criadero puede considerarse “responsable”.
Mito #3: “Los perros son llevados a los refugios porque hicieron algo malo”.
Casi todos los perros que son abandonados en un refugio están allí por culpa de un dueño irresponsable o que no está preparado. Las organizaciones de rescate de animales escuchan con frecuencia a los dueños decir: “Simplemente no tengo suficiente tiempo”, “Mi arrendador no acepta perros”, “Tener un perro es demasiado caro” o “Los niños no lo cuidaron como dijeron que lo harían”. Cuando los cachorros crecen, los perros en proceso de dentición muerden los zapatos que quedaron a su alcance, o los perros que no se sacan lo suficiente hacen sus necesidades dentro de la casa y sus dueños los arrojan en los refugios. Muchos de ellos son perros “de raza” caros que fueron comprados en tiendas de mascotas o a criadores por capricho.
Los perros de refugios de renombre son compañeros cariñosos, sanos y de buen comportamiento. Los empleados y veterinarios compasivos del refugio han monitoreado su salud y temperamento para asegurarse de que sean adoptables. Saben qué perros son buenos con los gatos o los niños, cuáles son enérgicos y cuáles preferirían acurrucarse, y a cuáles les gusta jugar a la pelota o nadar. PETA Latino ha recibido muchos informes de perros adoptados que devolvieron el favor salvando a sus familiares de incendios domésticos, intrusos, emergencias médicas y otros peligros.
Así que, por favor, en lugar de financiar la crueldad y alimentar la crisis de animales sin hogar, elige salvar una vida. Firma el compromiso de PETA Latino de adoptar, y no comprar.
