La noticia de que un empleado de 23 años murió el lunes después de ser atacado por un tigre en un zoológico de carretera en Peribán, Michoacán, en el oeste de México, es un trágico recordatorio de los riesgos que estas trampas para turistas representan para los animales y el público, y por qué deberían ser evitados.
El video muestra al empleado atravesando una cerca de malla metálica para acariciar a un tigre de Bengala a la hora de comer, pero mientras acaricia el cuello del animal, el tigre le clava los dientes en la mano y tira de él hacia la cerca. Los socorristas lo llevaron rápidamente a un hospital, pero aparentemente se negó a que los médicos le amputaran la mano destrozada. Mientras su estado se deterioraba, murió de un infarto masivo.
Una Vida de Negligencia
Confinados en recintos pequeños, sucios e inhóspitos que los privan deñ espacio, la diversidad y la libertad que necesitan para prosperar en sus hábitats naturales, los animales encerrados en zoológicos de carretera a menudo se ven privados de comida, agua, refugio y atención veterinaria adecuados. El aburrimiento, la soledad y el maltrato continuo de las personas que supuestamente los cuidan, vuelven locos a muchos de los animales.
Al usar a los grandes felinos y sus cachorros, los primates y los otros animales como accesorios fotográficos, los operadores de estas crueles atracciones seducen a los visitantes que pueden no ser conscientes de cómo sufren los animales. Muchos voluntarios o trabajadores han sido atacados.
Mientras que los animales bebés atraen a los clientes en la entrada, aquellos que han crecido demasiado para controlarlos o se consideran demasiado viejos son desplazados hacia el fondo, solo para terminar siendo utilizados como reproductores para continuar el ciclo de maltrato, o son relegados a jaulas sucias para languidecer durante más de 20 años.
¿Qué podemos hacer?
Los zoológicos de carretera –algunos incluso se publicitan como santuarios– zoológicos interactivos y zoológicos itinerantes solo funcionan porque la gente paga para visitarlos. Por favor, no contribuyas al sufrimiento. En su lugar, aprende sobre los animales viendo documentales u observándolos en sus propios hábitats.
¡Comprométete a No Asistir Nunca a Una Instalación Que Explote a Los Animales Para El Entretenimiento!