¿El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) está protegiendo a una trampa para turistas explotadora de animales? No bajo la mirada de PETA. Probablemente conozcas el Monterey Zoo, ¿cierto? (Fue el último establecimiento en California que siguió vendiendo interacciones peligrosas y explotadoras entre elefantes y humanos hasta el mes pasado, cuando trasladó al último elefante después de que otros tres murieron). Lo que no sabías y lo que quizás nunca habrías sabido de no ser por una investigación de PETA de varios años, es que los inspectores de Cuidado de Animales del USDA emitieron informes de inspección favorables fraudulentos sobre el lamentable zoológico de carretera, a pesar de observar decenas de posibles violaciones a la Ley federal de Bienestar Animal (AWA). También destruyeron fotos y videos de estas inspecciones, y luego el USDA trató de ocultárselo todo a PETA, abusando de la edición de documentos por vía de la Ley de Libertad de Información (FOIA). Por eso pedimos una investigación completa sobre estas acciones aparentemente ilegales y nada éticas.
Los funcionarios que instruyeron esto deben ser destituidos y el USDA debe cumplir con su responsabilidad de proteger a los animales haciendo respetar la ley.
Antecedentes
A fines de 2020, PETA recibió más de 200 páginas de registros del USDA relativos al Monterey Zoo en respuesta a una solicitud que permite la FOIA. Partes de los registros pertenecientes a una inspección del 25 de septiembre de 2017 fueron ocultadas indebidamente. PETA apeló y el 29 de marzo, el USDA finalmente liberó los registros.
Qué descubrió PETA
Evidentemente, el propósito de retener los registros era ocultar la propia falta de ética del USDA. Los documentos confidenciales incluyen el informe de una entrevista de salida que muestra que Cuidado de Animales emitió un informe “favorable” no identificando elementos no conformes con las normas durante la inspección de septiembre de 2017, a pesar de que los inspectores en realidad habían identificado dos decenas de posibles violaciones a la AWA, muchas de las cuales estaban relacionadas con la atención veterinaria. Estas incluyen las siguientes:
- Los inspectores observaron un canguro anciano con temblores y pérdida de la visión y le indicaron a Sammut que documentara si un veterinario había evaluado al animal.
- Dos elefantes tenían hiperqueratosis, que Sammut afirmó había sido evaluada por un veterinario. Los registros de la evaluación no estuvieron disponibles durante la inspección.
Funcionarios de la agencia también eliminaron las fotos y videos de la inspección, aunque la ley federal les exige conservar los registros. En otra ocasión, Sammut no permitió la inspección. Esto normalmente acarrearía una citación grave, pero el USDA simplemente aparentó que no había ocurrido y no emitió el informe de inspección.
Funcionarios de Cuidado de Animales también hicieron una mala investigación sobre el ataque de un elefante el 20 de junio de 2018 en el zoológico de carretera: un testigo reportó el ataque, pero la agencia demoró por meses la realización de una inspección superficial y rápida, y nuevamente emitió un informe de inspección favorable, violando aparentemente las políticas de la agencia. El testigo afirmó: “El propietario nos pidió que borráramos el video que tomamos” y creyó que la evidencia había sido destruida.
Se supone que el USDA está protegiendo a los animales, pero en cambio está haciendo todo lo que puede para proteger a las personas que los explotan, a quienes llaman “clientes”.
En nuestra carta al secretario de Agricultura Tom Vilsack y la Inspectora General del USDA Phyllis K. Fong, señalamos que estas no fueron acciones aisladas de empleados corruptos y que los directivos de Cuidado de Animales estuvieron directamente involucrados. Debido a que Cuidado de Animales ha ocultado gran parte de su actividad al público, abusando de las exenciones de la FOIA en los últimos años, se desconoce la verdadera magnitud de las faltas de ética.
Según un artículo de National Geographic publicado hoy, el exsubdirector de operaciones de bienestar animal del USDA confirmó que, en los últimos años, la ineficiente aplicación de la AWA por parte de la agencia “equivalía a ‘un desmantelamiento sistemático del proceso de inspección del bienestar animal y el cumplimiento de sus leyes'” y que estas políticas hacían que los animales “sufrieran inmensamente”.
Un exinspector confirmó que el personal temía mencionar a los expositores por preocupaciones legítimas y “se les dijo que no citaran ciertas infracciones o que redujeran la gravedad de una notificación. Aquellos que hablaron fueron reprendidos … y sus carreras podrían paralizarse”. El exempleado llamó a esto “reino de terror”.
Otro inspector recordó una vez en que se le impidió a un colega mencionar a un expositor que dejó una puerta abierta, permitiendo que un felino “exótico” escapara, porque “no había nada en las [regulaciones] que dijera que los empleados no podían dejar puertas abiertas
Además de solicitar una investigación interna, PETA también le está pidiendo a la agencia que rescinda las políticas que permitieron estas acciones ilegales y que responsabilice a las personas que las dirigieron, incluso mediante el despido.
Tú también puedes ayudar a los animales que languidecen en el Monterey Zoo
Únete a más de 40.000 simpatizantes que han firmado nuestra alerta de acción instando al zoológico de carretera a comprometerse a cerrar su exhibición de elefantes:
TRES ELEFANTES MURIERON EN EL MONTEREY ZOO, ¡ACTÚA!