Tras décadas de haber dejado de hacer todas las pruebas de choque con animales –después de una campaña de PETA– Ford se volvió a ensuciar las manos. En un estudio titulado “Evaluación de impacto lateral y comparación de porcinos sustitutos de tamaño apropiado y edad equivalente a corredores de biofidelidad de respuesta de impacto lateral a escala humana”, al menos 27 cerdos fueron asesinados y sus cadáveres colgados con cables por sus columnas vertebrales y golpeados por un péndulo de alto impacto.
Los autores del estudio afirman lo siguiente:
Nos gustaría reconocer y agradecer a Ford Motor Company por su financiación y apoyo al actual proyecto de investigación. La financiación de este estudio fue provista por Ford Motor Company a través de su Programa de Investigación Universitaria. [Énfasis añadido.]
No se conoce ninguna otra compañía automotriz que haya hecho pruebas tan abominablemente crueles en muchos, muchos años, y es hora de que Ford vuelva a su carril y se comprometa a ayudar a conductores y animales renovando su compromiso de no realizar pruebas de choques de autos en otras especies.
El mundo ha pasado a usar maniquíes y computadoras de alta velocidad para pruebas de choque y ya no se hacen las pruebas crueles y arcaicas en animales, que sienten dolor y valoran sus vidas tanto como nosotros.
En 2009, Ford le aseguró a PETA que la compañía “no realizó ni financió de manera directa el desarrollo de productos que involucren pruebas con animales vivos, y no está al tanto de haber dirigido tales pruebas en las últimas tres décadas”.
Si Ford ahora se arrepiente de ese compromiso, PETA hará que el público lo sepa, para que los compradores de autos puedan tomar decisiones informadas sobre qué fabricantes de autos elegir y cuáles no.