Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) ya han tratado de ocultar el sufrimiento en sus laboratorios en el pasado, pero en su intento de silenciar al público, el organismo ha vuelto a tocar fondo. Tras descubrir que los NIH y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. (HHS) han estado usando filtros de palabras clave para bloquear comentarios potencialmente críticos sobre el apoyo de los organismos a los experimentos crueles en animales (sean financiados o realizados por los NIH), PETA los está demandando por violar la Primera Enmienda.
PETA les pregunta a los NIH: ‘Por qué tanto secretismo?’
PETA –junto con el Instituto Knight de la Primera Enmienda de la Universidad de Columbia (Knight First Amendment Institute at Columbia University) y la organización de defensa animal Animal Legal Defense Fund– presentó la demanda en nombre de los defensores de los derechos de los animales, incluida PETA y otros dos individuos, cuyos comentarios condenatorios de los experimentos arcaicos en monos fueron bloqueados y no aparecieron en al menos una de las páginas de redes sociales del organismo. A través de la Ley de Libertad de Información, descubrimos hasta dónde pueden llegar los NIH para reprimir las críticas legítimas. Los filtros de palabras clave de los NIH bloquean las siguientes palabras: “animal(es)”, “chimpancé(s)”, “mono(s)”, “gatos”, “ratón”, “experimento”, “pruebas”, “PETA”, “tortura” y “repulsivo”, entre otras numerosas palabras y frases asociadas con los derechos de los animales. El HHS también bloquea todos los comentarios que contienen la palabra “mono” para que no aparezcan en sus páginas de redes sociales.
Entre los demandantes se encuentran un extécnico de un laboratorio con animales que se hizo defensor de los animales y un ingeniero de una compañía digital del sector salud. En otras palabras, los NIH no solo están eliminando las críticas a sus pruebas barbáricas en animales, también están posiblemente reprimiendo conversaciones sobre investigación médica, ciencia y bioética.
Los NIH siguen tratando de ocultar la verdad
A principios de este año, PETA demandó a los NIH por no responder en varias oportunidades a nuestros pedidos de divulgación de documentos sobre experimentos realizados en sus laboratorios financiados por los contribuyentes, como los infames experimentos de “terror en monos” de Elisabeth Murray, en los que les corta la cabezas a los monos, serrucha y remueve una parte de sus cráneos y luego les inyecta toxinas en el cerebro para infligirles daño cerebral traumático antes de aterrorizarlos con arañas y serpientes de goma de apariencia realista.
Los organismos gubernamentales no deberían estar reprimiendo el derecho del público a hablar sobre sus prácticas. En lugar de tratar de ocultar las críticas, los NIH deberían simplemente poner fin a estos experimentos barbáricos. Únete a PETA para pedirle al organismo que cierre el laboratorio de Murray:
DILES A LOS NIH QUE CIERREN EL LABORATORIO DE TORMENTO DE MONOS DE ELISABETH MURRAY
