Nuevas imágenes horribles en video publicadas por Kindness Project muestran cocodrilos confinados en corrales de concreto, electrocutados, apuñalados, baleados y mutilados con destornilladores, mientras algunos aún están conscientes, en granjas propiedad de Hermès y de sus proveedores. En respuesta, simpatizantes de PETA con bolsos de diseño, “ensangrentados” y pósteres con imágenes impactantes, de cocodrilos, extraídas del video de Kindness Project llegaron a la tienda insignia de Hermès en la ciudad de Nueva York para presionar a la compañía para que deje de usar pieles exóticas. La manifestación de PETA fue parte de una campaña internacional masiva de organizaciones de derechos de los animales que desplegó protestas en todo el mundo, incluso en Australia, Inglaterra, Francia, Alemania y España, e incluyó una protesta digital global con el hashtag #DropCroc.
La industria de las pieles exóticas es un negocio sangriento y cruel. Hermès debe poner fin a la cría industrial de animales y unirse a Chanel, Jil Sander y a muchos otros diseñadores que dejaron de usar pieles de animales exóticos y adoptaron materiales innovadores, éticos y sostenibles por los que nadie tiene que padecer condiciones horribles de vida y una muerte violenta.
El trabajo de PETA para instar a Hermès a dejar de usar pieles exóticas
PETA se convirtió en accionista de Hermès en 2015 para poder presionar a sus ejecutivos desde el interior, después de exponer la crueldad en las granjas de reptiles que abastecían una curtiduría propiedad de Hermès en Texas y Zimbabue. En 2016, un exposé de PETA reveló el sufrimiento de los avestruces jóvenes en un proveedor exclusivo de cuero de avestruz de Hermès.
