Para Esto Usan Tus impuestos: 8 Dispositivos Viles que los Laboratorios Compran con Tu Dinero

¿Cuánto cuestan los dispositivos de tortura de monos de los laboratorios? ¡PETA lo calculó y te mostramos cómo ayudar a los animales usados en experimentos!

Los Institutos Nacionales de Salud gastan gran parte de su presupuesto anual en experimentos crueles e inservibles en animales. Se destinan aproximadamente $18 mil millones del dinero de los contribuyentes cada año para atormentar a seres sintientes en los laboratorios.

Junto con los pseudocientíficos que atormentan a los animales para ganarse la vida, existen industrias que diseñan, producen y venden dispositivos de tortura para laboratorios. Los experimentadores obtienen sus subsidios (cortesía de los contribuyentes), y las compañías que fabrican dispositivos de sujeción, jaulas, cámaras de aislamiento y afines se ríen cuando van a cobrar al banco. Todos ellos lo hacen para ganar dinero, mientras los animales sufren y mueren.

Las compañías que fabrican estos dispositivos de tortura animal cobran una fortuna por ellos.

Es una industria multimillonaria con un interés financiero detrás: asegurarse de que los experimentos en monos y otros animales nunca se terminen.

Para mostrarte cómo se gastan realmente tus impuestos en EE.UU., PETA ha puesto los precios de algunos de los dispositivos de tortura usados por infames experimentadores en monos, como Elisabeth Murray. Este equipamiento también se puede encontrar en los siete Centros Nacionales de Investigación de Primates de todo el país, que son instalaciones financiadas también por los contribuyentes.

Tus impuestos se usan para comprar dispositivos de tortura animal como los ocho que citamos a continuación:

1.  Cámara de aislamiento: este es uno de los dispositivos más usados por Murray. Como su nombre lo indica, mantiene a un mono separado de otros monos, con poco espacio para moverse y nada que hacer o tocar que no sea provisto por el experimentador.

Costo para el contribuyente: $14.800 o el dinero equivalente a 148.000 raciones de comida para niños que padecen hambre en EE.UU.

2. Sondas: son tubos gruesos de plástico que los experimentadores introducen por las fosas nasales hasta el estómago de los monos y otros animales para llenarlos de sustancias químicas. Durante la investigación de PETA sobre la compañía contratista Covance, los trabajadores trataban a los monos con tanta rudeza que a menudo les hacían sangrar por la nariz. Los monos, como el individuo que se ve en la foto de abajo, eran jóvenes, pero las sondas que usaba Covance (una compañía multimillonaria), eran para monos adultos, porque la compañía no se molestó en conseguir sondas del tamaño adecuado.

3. Jaula de transporte: estas jaulas de aluminio tienen puertas de guillotina a cada lado. De solo 13 pulgadas (2,54 cm) de ancho, un mono apenas tiene espacio suficiente para darse vuelta. Habitualmente son usadas para llevar a los monos de un lugar a otro.

Costo para el contribuyente: $1.895 cada jaula, aproximadamente $600 más que el pago promedio mensual de una hipoteca en EE.UU.

4. Jaula de “guardería”: los experimentadores usan jaulas de guardería para dejar a los monos bebés que han sido apartados de sus madres. Los experimentadores a menudo se refieren a la crianza “materna” y “en guardería”, siendo esta última un eufemismo orwelliano que significa que el bebé está siendo criado sin su madre.

5. Silla de sujeción: tal como suena, la silla de sujeción está diseñada para inmovilizar a los monos para que los experimentadores puedan quebrarles más fácilmente la voluntad, a menudo por muchas horas cada día. Este dispositivo se usa en laboratorios de todo el país.

Costo para el contribuyente: entre $5.200 y $7.000 cada una, montos equivalentes al gasto mensual de un estadounidense promedio.

6. Implantes craneales: cuando la silla de sujeción no es suficiente, los experimentadores les perforan la cabeza a los monos y les implantan una vara de metal que sobresale como una antena gruesa. La vara, a veces llamada “perno de cabeza”, se puede apretar para evitar que el mono mueva la cabeza.

7. Collar de sujeción: este collar rígido y pesado de metal –al que algunos experimentadores llaman con sorna “joya”– se coloca alrededor del cuello del mono. El collar de sujeción se puede trabar a la silla de sujeción, para así mantener la cabeza del animal completamente quieta. Se puede adjuntar una vara larga de metal al collar y sacar a un mono de una jaula por el cuello, mientras el animal queda colgando. Después colocan al mono en otro dispositivo, como una jaula de transporte o una cámara de aislamiento.

Costo para el contribuyente: los collares de sujeción cuestan $95 cada uno, alrededor del mismo pecio que un boleto para un concierto. Las varas que se sujetan a ellos cuestan $195 cada una.

8. Sistemas de suministro de líquidos: a menudo, los experimentadores privan intencionalmente de comida o agua a los monos durante períodos prolongados y después le dan una uva o un sorbo de jugo como una ficha de negociación para manipularlos y que obedezcan en un experimento. Estos sistemas dispensan solo unas pocas gotas de líquido a cambio de una obediencia continua.

Qué puedes hacer por los animales usados en experimentos

Por favor, tómate un minuto para ayudar a poner fin a estos experimentos fallidos y detener la marea de sangre y dinero que fluye a través de ellos:

AYUDA A DETENER LOS EXPERIMENTOS PERVERSOS DE ELISABETH MURRAY
AYUDA A PONER FIN A LOS EXPERIMENTOS EN MONOS