La semana pasada, la neurocientífica de PETA Dra. Emily Trunnell, y la psicóloga Dra. Constança Carvalho publicaron un artículo científico en la prestigiosa revista Drug Discovery Today. El artículo examina el uso de la cruel prueba de nado forzado por parte de las 15 principales compañías farmacéuticas del mundo y muestra que este experimento en animales, no científico y que tiene décadas de antigüedad, no tuvo éxito en determinar si una sustancia de prueba sería eficaz para tratar la depresión humana.
¿Qué es la prueba de nado forzado?
En la prueba de nado forzado, los experimentadores ponen a ratones, ratas, cobayos, hámsteres o jerbos en vasos llenos de agua y sin escapatoria. Los animales entran en pánico e intentan escapar tratando de trepar por las paredes de los vasos o incluso de sumergirse bajo el agua buscando una salida. Chapotean furiosamente, tratando desesperadamente de mantener la cabeza fuera del agua. Eventualmente, quedan inmóviles y comienzan a flotar.
El personal del laboratorio suministra dosis de fármacos antidepresivos para humanos a algunos de estos animales para ver si luchan y nadan más que otros, antes de comenzar a flotar. Si bien la experiencia aterradora que padecen los roedores en los laboratorios no puede compararse en nada a lo que experimentan los humanos que sufren de depresión en el mundo real, se espera que de alguna manera los resultados de la prueba de nado forzado predigan cómo los componentes de los fármacos afectarían la química del cerebro humano.
El artículo encontró que se usaron al menos 15.238 animales en experimentos de nado forzado y que se probaron 109 compuestos. De estos 109 compuestos, solo 31 han sido investigados por sus posibles efectos sobre la depresión en humanos. De estos 31, solo siete predijeron el resultado en humanos. Además, ninguno de los compuestos está actualmente aprobado para ser comercializado.
La marea se está tornando en contra de la prueba de nado forzado
Quince compañías farmacéuticas, entre ellas Sanofi, Johnson & Johnson, Bayer, GlaxoSmithKline, AbbVie Inc., Roche, AstraZeneca, Novo Nordisk A/S, Boehringer Ingelheim, Pfizer y Bristol Myers Squibb y dos universidades de investigación han dejado de hacer la prueba de nado forzado tras ser contactadas por científicos de PETA.
Y, tras el pedido de PETA UK, científicos influyentes que trabajan para la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido concluyeron en un artículo científico publicado en línea que la prueba de nado forzado (y las pruebas equivalentes en animales) no pueden predecir la eficacia de nuevos medicamentos antidepresivos potenciales. En ese artículo, los autores citaron el trabajo de PETA con las compañías farmacéuticas para poner fin a la prueba.
Este nuevo artículo es otro clavo en el ataúd de la fallida prueba de nado forzado. Artículos previos publicados por la coautora Carvalho han demostrado que médicos investigadores prefieren datos provenientes de métodos sin animales relevantes para los humanos antes que datos provenientes de experimentos en animales.
Ayuda a los animales en los laboratorios y a los humanos con depresión
La prueba de nado forzado es mala ciencia. No hace más que aterrorizar a los animales y demorar el desarrollo de nuevos tratamientos eficaces para los humanos que los necesitan desesperadamente. Puedes defender a los animales usados en la prueba instando al gigante farmacéutico Eli Lilly a dejar de hacerla de inmediato.
Solo toma un minuto actuar usando tu teléfono o computadora, entonces, ¿qué estás esperando? Comienza ahora:
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