Una escena desgarradora recibió a las autoridades cuando allanaron Tiggy Town Rescue, un autodenominado centro de “rescate” de animales en Arizona, que operaba desde la casa de su dueño.
Habían seis perros muertos dentro de un bote de basura en la cocina. Los restos esqueléticos de otro perro contaminaban la sala. Habían cráneos de animales tirados en el dormitorio. Casi cada centímetro del piso estaba cubierto de heces. La pestilencia era tan fuerte que los vecinos podían olerla desde la acera.
En medio de esta miseria e inmundicie, 12 perros y cinco gatos habían conseguido sobrevivir de alguna manera. Todos estaban en muy mal estado de salud y necesitaban atención veterinaria desesperadamente. Muchos estaban emaciados. En su desesperación, habían recurrido a canibalizar los cadáveres de los animales que habían muerto.
Cuidado: cualquiera puede llamarse a sí mismo “grupo de rescate” y la mayoría no están regulados
Tiggy Town presuntamente afirmó cuidar de animales, particularmente de los ancianos y aquellos con condiciones médicas, y atenderlos hasta que se repusieran. Pero según los vecinos, el director del grupo había abandonado a los animales dentro de la casa hacía año y medio y regresaba solo ocasionalmente.
Recientemente, PETA obtuvo fotos horribles de la escena del crimen al interior de Tiggy Town, que muestran por qué es fundamental que las personas nunca entreguen un animal a ningún grupo de “rescate” ni apoyen a tales grupos de ninguna manera sin investigarlos muy bien primero. A menos que hagas la debida evaluación, esto es lo que podrías estar apoyando:
Lo de Tiggy Town no es un incidente aislado: el maltrato y la negligencia son crecientes en instalaciones que se autodenominan de “rescate”. En junio, por ejemplo, presuntamente 38 perros fueron sacados de la casa de un hombre en Texas que decía “rescatar” perros. Supuestamente, los perros estaban “en un estado horrible”. Muchos sufrían de dermatitis por pulgas, llagas, rasguños y gusanos. Cuatro perras estaban embarazadas. En mayo, las autoridades presuntamente sacaron a docenas de gatos hambrientos y algunos que habían muerto, de la sucia casa de un “rescatista” en Florida. Los animales habían estado abandonados por semanas o meses. Su única fuente de alimento eran los cuerpos de otros gatos que habían muerto. Casos similares son expuestos de forma regular en todo el país.
Ayuda a acabar con esta pesadilla
Muchos autodenominados grupos de “rescate” operan con fondos de personas que les donan bajo la creencia errónea de que su dinero ayudará a los animales. Y muchos maltratadores obtienen animales de personas que los entregan con fe ciega. No te dejes engañar. Asegúrate de no estar promoviendo ni dándole animales o fondos a maltratadores que se hacen pasar por “rescatistas”, siguiendo estas directrices:
- Nunca dejes o dones animales a grupos de “rescate” que no hayas visitado e investigado cuidadosamente. Mira el final de esta publicación para saber qué indagar.
- Nunca promuevas grupos de “rescate” fortuitos indicando que “te gustan” y compartiendo su contenido en redes sociales, si no los has visitado e investigado cuidadosamente.
- Contacta a tus legisladores estatales y locales e ínstalos a introducir una legislación que exija estándares mínimos de cuidado para los grupos de “rescate” y adopción, exigir inspecciones de estas instalaciones y sus hogares de acogida, pedir que los grupos pongan a disposición la documentación del paradero de todos los animales bajo su custodia y exigir la esterilización, exámenes y atención veterinaria para los animales llevados a y trasladados desde dichos grupos. Encuentra a tus legisladores aquí.
- Reúnete con el director del refugio de animales de tu localidad para compartir esta información e instarlo a investigar cuidadosamente y solicitar inspecciones periódicas de todos los grupos de “rescate” y adopción, incluyendo los hogares de acogida a donde los animales son trasladados. Si un grupo opera en otra ciudad o estado, el refugio debería trabajar con las autoridades de esa comunidad para investigar al grupo y realizar inspecciones periódicas del mismo.
- Lee la carta abierta de PETA a los refugios y compártela con todos tus conocidos.