Llegaron las Olas de Calor y También los Trabajadores de Campo del Proyecto Animales de la Comunidad de PETA

Personal de PETA y voluntarios, ocupados ayudando a perros como Midnight en este intenso calor, asegurándose de que cuenten con refugio, de que sus necesidades básicas sean cumplidas y de que reciban todo el amor y cuidados que podemos darles.

Nuestras clínicas de castración y esterilización operaron a miles de animales a lo largo de abril, mayo y junio, como a Kreme (izquierda) e Ivy (derecha), quienes sufrían prolapsos vaginales peligrosos y dolorosos. Las llevamos para que las esterilizaran con urgencia y repararan los prolapsos sin costo alguno para sus agradecidos guardianes. En una clínica veterinaria privada, esta operación puede costar hasta $1.500 por animal, y mucho más siendo una emergencia. También transportamos gratuitamente a Ivy y Kreme desde y hacia sus cirugías.

Después de que a Hymie le diagnosticaran un tumor testicular, su guardián llamó a PETA pidiendo ayuda por el costo de la cirugía. Nuestro personal de la clínica móvil castró a Hymie y le extirpó el tumor por una donación nominal, una fracción de lo que habría costado en otro lado.

Transportamos gratuitamente a Blue desde y hacia su cita de esterilización gratuita

Gracias a la persistencia de nuestros trabajadores de campo, Dior, quien sufría prolapso rectal, fue entregada a PETA y trasladada a la SPCA de Norfolk, Virginia, donde recibió el cuidado que necesitaba antes de ser puesta en adopción.

Nuestra determinación también valió la pena cuando nos cedieron a Psycho, el favorito de uno de nuestros trabajadores de campo, quien no podía tener un nombre menos apropiado. Este perro joven había vivido encadenado toda su vida hasta que lo trasladamos a la SPCA de Virginia Beach, Virginia, para tener la oportunidad de ser adoptado.

También transportamos a esta madre sabuesa y sus cachorritos recién nacidos desde la rural Danville Area Humane Society en Virginia, a la SPCA de alto tránsito de Virginia Beach donde tendrían una mayor posibilidad de ser adoptados, tras ser destetados. ¡Todos los cachorros han sido adoptados!

Jaxon llegó a PETA cuando su guardiana se preparaba para mudarse y no podía llevarlo con ella. Tras pasar varias semanas con una familia de acogida, fue adoptado por un hogar amoroso.

También rescatamos a cuatro gallinas que habían estado en un pequeño y sucio recinto (izquierda). Tras pasar una noche en nuestro refugio, fueron adoptadas por una familia que ya contaba con otras gallinas rescatadas por PETA (derecha).

Uno de los cientos de pedidos de ayuda que recibimos este trimestre fue por Percy, quien quedó atrapado en un árbol en el patio trasero de quien nos contactó (izquierda). Trabajamos junto a un trepador de árboles profesional para ponerlo a salvo y ubicamos a su guardián, quien se puso muy contento de tenerlo de vuelta (derecha).

También le dimos una nueva casa para perros de madera a Miracle, quien antes apenas tenía una jaula de plástico cubierta con una lona, que ofrecía muy poca protección contra el clima.

A medida que la temperatura subía peligrosamente, nuestro personal y voluntarios siguieron ayudando a los animales como Brooklyn, asegurándoles acceso a agua fresca, comida y sombra para ayudarlos a protegerse del sol. Este trimestre, también les brindamos a los animales tratamiento para tábanos, pulgas y otros parásitos; les cortamos las uñas; reparamos las casas para perros y reemplazamos las cadenas cortas y pesadas con correas livianas de 15 pies.

A través de nuestro programa Barks & Books, PETA distribuye libros para niños con temas relacionados con el respeto a los animales, a niños que encontramos en el campo y en nuestras clínicas de esterilización. Allí, un joven lector quedó cautivado por la historia de Sprig the Rescue Pig.

El guardián de Leo se dirigió a PETA después de tratar de obtener ayuda en cinco clínicas veterinarias y agencias de refugios. Leo había tenido un ataque cerebral, padecía convulsiones frecuentes y vivía gritando de dolor. Su guardián solicitó la aplicación de la eutanasia y permaneció con él hasta el final.

Vivo fue uno de los muchos animales a quienes aplicamos la eutanasia sin costo, un servicio que brindamos a los guardianes que no pueden afrontar el costo de este servicio vital en una clínica veterinaria privada. “¡Lo que PETA hace aquí es maravilloso!”, escribió el guardián de Vivo en una dulce nota.