Los pavos no quieren ser asesinados por un sándwich y tampoco quieren sufrir en cobertizos calientes durante el verano. Las advertencias de un informante sobre una inminente “catástrofe” mientras Butterball recorta personal, además de un panfleto filtrado a PETA, prueba lo que sabemos desde hace tiempo: el supuesto compromiso de Butterball por “mantener la salud y el bienestar de [sus] pavos” es pura habladuría. Y ahora nosotros también estamos incrementando la presión, en una carta urgente, en la que instamos a Butterball a que recorte su política de engorde de aves.
Los pavos ya sufren cuando son hacinados en cobertizos sofocantes y transportados por carretera hacia mataderos en los que les cortan la garganta. Pero en el matadero de Butterball en Carthage, Missouri, se informa que una nueva política de la empresa, que incrementaría radicalmente el peso y la edad de los pavos asesinados allí, también incrementaría radicalmente la posibilidad de que los animales mueran por golpes de calor.
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El golpe de calor es una seria amenaza para los pavos.
El propio panfleto de Butterball revela que incluso las aves pequeñas podrían morir si los granjeros no las sacudieran con lavadoras de alta presión, no manejaran por las instalaciones tocándoles bocina, no las sobresaltaran para que se pongan de pie para disipar el calor que se acumula bajo sus torsos. Ahora, según el informante que contactó a PETA, puesto que los recortes de personal han reducido la capacidad del matadero de Butterball en Carthage, las aves que la empresa llama “super toms” (supermachos), permanecerán en la instalación de tres a cuatro semanas más y crecerán un 20% más, lo que el informante describe como una “catástrofe”.
Cuando se le preguntó en una junta de la empresa cuál era el plan para mantener vivos a estos pavos sobrecrecidos los días calurosos del verano, un supervisor de Butterball supuestamente respondió, “Roguemos que este verano sea leve”.
Mientras que esta insensibilidad es definitivamente decepcionante, no resulta sorprendente. Después de todo, en un matadero de Butterball, un investigador encubierto de PETA presenció cómo los trabajadores pisaban a las aves, las lanzaban contra paredes y les arrancaban las extremidades.
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Si las aves “super tom” de Butterball y sus inútiles ruegos también te enojan, solo queda una cosa por hacer: boicotear los planes de la compañía de agregar los golpes de calor y la sofocación al ya existente abuso sistémico al que someten a estas aves. Rechazar esta crueldad es tan simple como dejar a los pavos y a todos los otros animales, los huevos, lácteos y miel fuera de tu plato. Haz clic a continuación y verás lo fácil que es:
POR LOS PAVOS Y POR TODOS LOS DEMÁS ANIMALES, SÉ VEGANO