Ratones, ratas, perros, monos, conejos y otros animales han estado sufriendo en experimentos por más de un siglo. Durante los últimos 100 años, animales sensibles atrapados en laboratorios han recibido descargas eléctricas, embarazado a la fuerza, han sido quemados, envenenados, decapitados, encerrados en aislamiento sin otros miembros de su especie y han sido obligados a padecer innumerables atrocidades más. A continuación, podrás informarte más sobre la sórdida historia de la experimentación en animales, incluyendo la trascendental investigación que presentó PETA hace más de 40 años.
10 Experimentos Impactantes en Animales en el Último Siglo
1. Psicólogo de Maryland cortó las médulas espinales y aplicó descargas eléctricas a monos reiteradamente (1958-1981)
En el Instituto de Investigación del Comportamiento en Silver Spring, Maryland, el psicólogo y experimentador de animales Edward Taub (un hombre sin formación médica ni veterinaria) dejó a 17 monos en estrechas jaulas de alambre que estaban llenas de heces. Los animales eran sometidos a cirugías debilitantes, en las cuales sus nervios espinales eran cortados, inutilizando una o más de sus extremidades. Luego eran obligados a tratar de recuperar el funcionamiento de sus miembros mediante métodos crueles, como descargas eléctricas y pellizcos con tenazas.
La revolucionaria investigación de PETA de este infierno condujo al primer arresto y condena penal de un experimentador por crueldad hacia los animales en el país, la primera confiscación de animales maltratados en un laboratorio y la primera victoria en la Corte Suprema de Estados Unidos para los animales usados en experimentos.
2. Pfizer inyecta veneno de serpiente en caballos (1961–hasta el presente)
En los laboratorios de Pfizer, se les ha inyectado veneno de serpiente a 111 caballos reiteradamente y se les han extraído grandes volúmenes de sangre. Estos procedimientos dolorosos pueden hacer que los caballos se enfermen, pierdan peso y se vuelvan anémicos, y no les administran analgésicos.
3. Experimentadora del gobierno inflige daño cerebral permanente a monos (1983–hasta el presente)
Elisabeth Murray, de los Institutos Nacionales de Salud, corta una sección del cráneo de los monos y luego les inyecta toxinas en el cerebro o succiona partes del mismo, causándoles daños permanentes y traumáticos. Luego, los monos son aislados en una pequeña jaula de metal. Una puerta de guillotina en el frente de la jaula se levanta repentinamente, dejando ver arañas o serpientes falsas de aspecto real, que por naturaleza asustan a los monos. Los animales padecen esta misma tortura reiteradamente. Cuando Murray ha terminado con ellos, pueden ser asesinados o reciclados en otros experimentos para atormentarlos aún más.
4. Perros criados para desarrollar distrofia muscular canina sometidos a experimentos (1988–hasta el presente)
En la Universidad de Texas A&M y otros institutos, los experimentadores criaban golden retrievers para que desarrollaran distrofia muscular canina. Esta enfermedad hace estragos en sus cuerpos, provocando desgaste muscular y debilidad progresivos. Las imágenes de video en el laboratorio muestran que los perros terriblemente delgados luchaban para tragar gachas finas, el único alimento que podían comer. Largos hilos de saliva colgaban de la boca de aquellos cuyos músculos de la mandíbula se habían debilitado. Más de 40 años de estos perversos estudios no han conducido a una cura o siquiera a un tratamiento para revertir los síntomas de la enfermedad en humanos.
5. Experimentador de Oregón mató y abrió monas embarazadas (1997–2017)
Kevin Grove, del Centro Nacional de Investigación de Primates de Oregón, confinaba a las monas en jaulas estrechas y les suministraba dietas insanas ricas en grasa hasta que se tornaban obesas. Luego las inseminaba artificialmente. Algunas de estas monas embarazadas eran asesinadas y abiertas, y sus cerebros y fetos eran extraídos y examinados. Aquellas que no eran asesinadas parían y sus recién nacidos eran apartados de ellas casi de inmediato, traumatizando tanto a la madre como al bebé.
6. Experimentadores de Colombia les sacaban los ojos a babuinos y les indujeron accidentes cerebrovasculares (2001–2011)
En experimentos llevados a cabo en la Universidad de Columbia, les sacaban los ojos a los babuinos, a veces mientras estaban conscientes, y les pinzaban las arterias del cerebro mediante un procedimiento tosco con la intención de inducirles accidentes cerebrovasculares.
7. Animales decapitados con tijeras de cocina en experimentos de la UNC (2001–2003)
En la Universidad de Carolina del Norte, se utilizaron animales en experimentos sobre el alcohol, la dopamina y la nicotina. Los ratones y ratas que habían sido gaseados inadecuadamente o sometidos a una incorrectamente realizada dislocación cervical (fractura de cuello) estaban todavía vivos en una nevera utilizada para almacenar animales muertos. Un experimentador admitió que no estaba adormeciendo o insensibilizando a las ratas jóvenes con hielo antes de cortarles la cabeza con unas tijeras y extraerles el cerebro.
8. Experimentador de la Universidad Johns Hopkins corta los cráneos de las lechuzas y les implanta electrodos en el cerebro (2005–hasta el presente)
Shreesh Mysore, experimentador de la Universidad Johns Hopkins, corta los cráneos de las lechuzas para exponer sus cerebros y luego atornilla y pega dispositivos de metal a sus cabezas. Estas aves, cazadoras nocturnas que volarían grandes distancias en su hábitat natural, son metidas dentro de tubos plásticos tan pequeños que ni siquiera pueden mover sus alas. Entonces, Mysore las bombardea con luces y sonidos. Les inserta electrodos en sus cerebros mientras están conscientes, cortando el tejido tan gravemente que se vuelven “inutilizables” para él, momento en el cual las mata.
9. Experimentadora atrapa aves y les causa heridas sin suministrarles analgésicos (2008–hasta el presente)
En las universidades de Tufts y Yale, la experimentadora Christine Lattin inyectaba a gorriones y otras aves con sustancias químicas para destruir sus glándulas adrenales, utilizaba un punzón de biopsia para infligir heridas dolorosas en las piernas de las aves y les suministraba a los gorriones comida mezclada con petróleo.
Ahora, en la Universidad Estatal de Louisiana (LSU), ha comenzado una nueva ronda de experimentos inútiles en aves. Los gorriones que se reproducen en nidos en la Facultad de Agricultura de LSU serán capturados, anillados y equipados con transmisores de identificación digital. Al final de la temporada de reproducción, Lattin recapturará y luego matará todas las aves y sus polluelos, antes de extraerles el cerebro para analizarlo.
10. Trabajadores de Liberty Research perforaban agujeros en el cráneo de beagles jóvenes (2016–2017)
En 2017, la investigación de testigo de PETA mostró que los trabajadores de Liberty Research, Inc., un laboratorio en Nueva York, perforaban agujeros en los cráneos de beagles jóvenes para que el virus del moquillo pudiera ser inoculado directamente en sus cerebros. Algunos perros parpadeaban e incluso gemían durante el doloroso procedimiento, indicando que no estaban adecuadamente anestesiados, y se despertaban quejándose. Probablemente por el fuerte dolor, algunos se golpeaban la cabeza contra las paredes de la jaula, haciendo que brotara sangre de sus heridas. A algunos les salía espuma por la boca y otros tenían convulsiones. Los dejaban sufrir sin ningún tipo de tratamiento aparente y eran asesinados al final del estudio.
¿Quieres saber más sobre la historia de los experimentos en animales?
Mira la cronología interactiva de eventos “Sin consentimiento” de PETA en internet, que explora la turbulenta historia de los experimentos en animales sin su consentimiento y desafía lo que, por décadas, nos han dicho que es normal.
Es especista creer que los animales en los laboratorios no sienten emociones ni experimentan dolor. Los animales usados en experimentos no son diferentes de los gatos y perros con los que muchas personas comparten sus hogares amorosamente, sin embargo, se les conceden pocas –si es que se le conceden– de las mismas protecciones o consideraciones. Como resultado, más de 100 millones de animales sufren y mueren en EE. UU. cada año en crueles pruebas de productos químicos, fármacos, alimentos y cosméticos, así como en prácticas de formación médicos en universidades impulsados por la curiosidad.
Qué puedes hacer por estos animales
PETA facilita la acción por los animales que sufren en experimentos crueles e inútiles como los descritos anteriormente. Solo toma un minuto usando tu teléfono o computadora, entonces, ¿qué estás esperando?
