Actualización (7 de diciembre de 2022): ¡Victoria! Tras décadas de arduo trabajo, el Senado de EE. UU. aprobó la ley Big Cat Public Safety Act (Ley de Seguridad Pública de Grandes Felinos), impulsada por Carole y Howard Baskin de Big Cat Rescue, y respaldada por PETA y nuestros simpatizantes. El proyecto de ley ahora está a la espera de la firma del presidente Joe Biden, quien previamente indicó que firmaría la legislación bipartidista. Una vez firmada, la nueva ley prohibirá la propiedad privada de grandes felinos y el contacto público con ellos, lo que representará el golpe final a esta abusiva industria de interacciones con cachorros de grandes felinos, que PETA ya había prácticamente aniquilado a través de nuestro innovador litigio por violación a la Ley de Especies en Peligro de Extinción (ESA, por sus siglas en inglés).
El éxito de las demandas judiciales iniciadas por PETA a causa de la violación de la ESA por parte de los villanos de Tiger King, Tim Stark y Jeff Lowe, así como de Dade City’s Wild Things, ayudaron a allanar el camino para esta legislación y dieron como resultado el rescate de 76 grandes felinos y el cierre de varios zoológicos de carretera. Nuestra demanda legal contra Stark y su zoológico de carretera, Wildlife in Need, sentó el precedente de que la separación materna prematura de grandes felinos y las interacciones con cachorros de grandes felinos, violan la ESA; ¡y ahora EE. UU. está a punto de codificar la prohibición de la interacción con cachorros de grandes felinos! Esta industria está basada en la continua producción en masa de cachorros de grandes felinos y posterior separación de sus madres para usarlos en rentables interacciones con el público. Estas prácticas han provocado una enorme crisis de sobrepoblación de grandes felinos en EE. UU. – como resultado del hecho de que muchos cachorros son criados para interacciones, pero solo pueden usarse para esto durante los primeros meses de vida y luego, por lo general, son enviados a otros zoológicos de carretera o a propietarios privados (si es que no los matan) – y una epidemia de enfermedad ósea metabólica mortal entre los cachorros que han sido víctimas de la industria.
La aprobación de esta histórica ley es una gran victoria, pero hemos visto que leyes similares de protección animal, como la Ley federal de Bienestar Animal, pierden virtualmente sentido debido a su falta de cumplimiento. PETA observará de cerca las violaciones a la ley y presionará enérgicamente para que las autoridades federales la hagan cumplir.
Mientras el proyecto de ley espera la firma del presidente, súmate a nosotros para actuar por los grandes felinos que sufren en zoológicos de carretera en EE. UU.
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