Cada primavera, granjas, tiendas de alimento para animales, y criaderos venden sensibles pollitos recién nacidos a padres desinformados y sin preparación para cuidarlos. En algunos estados, los proveedores de pollitos incluso pintan a los animales con colores brillantes, rociándolos con spray colorante para alimentos o haciendo agujeros en los huevos e inyectando pintura directamente en los embriones para venderlos como divertidos “juguetes” de Pascua. Sin embargo, del mismo modo que la pintura desaparece, el interés de los niños por los pollitos –que requieren cuidados especializados– también. El resultado es sufrimiento y muerte para muchos de estos vulnerables animales. Los pollitos no son juguetes ni “regalos” de Pascua.
6 motivos por los que nunca deberías comprar pollitos como “mascotas” para Pascua (ni nunca):
1. Los pollitos necesitan a sus madres
Los pollitos dependen de sus madres para recibir calor y seguridad, además, de ellas aprenden todo lo que necesitan para sobrevivir, incluso cómo comer y beber. Cuando se les da la oportunidad, las gallinas permanecen con sus crías hasta por ocho semanas, formando fuertes lazos emocionales y enseñándoles cómo ser independientes. Incluso usan sonidos especiales para llamar a sus bebés, lo que fortalece la formación de su memoria.
El vínculo comienza incluso antes de que el huevo eclosione, mientras las madres rotan con cuidado sus huevos hasta 30 veces al día para mantener la temperatura, humedad y posición adecuadas. Pero en los criaderos, los huevos son colocados en incubadoras y los pollitos pueden enfermarse o deformarse si no se cumplen las condiciones adecuadas, y entonces podrían ser considerados invendibles y ser asesinados.
2. Los pollitos son extremadamente frágiles
Los pollitos tienen huesos extremadamente blandos y delicados, y los niños entusiasmados podrían accidentalmente agarrarlos con demasiada fuerza o tirarlos, provocándoles lesiones dolorosas o la muerte, y un desconsuelo para un niño pequeño.
3. Los pollitos tienen necesidades específicas
Las familias que compran pollitos por impulso, a menudo no tienen idea de cómo cuidar de ellos. Los pollitos vendidos son jóvenes y extremadamente vulnerables. Aún necesitan la ayuda de sus madres para comer, beber y mantenerse limpios. También necesitan una lámpara de calor y monitoreo constante para asegurar de que sus recintos tengan la temperatura adecuada, así como otros cuidados especializados.
Las gallinas requieren del mismo presupuesto para cuidados veterinarios –incluyendo chequeos rutinarios y tratamientos antiparasitarios– que necesitaría un perro o gato, y muchos pollitos sufren y mueren por falta de cuidados apropiados.
4. La mayoría de los animales –incluyendo a los pollitos– comprados durante la Pascua son abandonados
Mucha gente los lleva a casa durante la Pascua, sin darse cuenta de que cuidar a un animal es un compromiso de largo plazo. (Las gallinas pueden vivir hasta 10 años o más). Al menos el 60% de los animales comprados por impulso durante la Pascua son abandonados en las calles, en donde se encuentran indefensos contra los depredadores, o son llevados a refugios siendo que a menudo les cuesta encontrar hogares para todos los animales que ingresan.
5. Los criaderos tratan a los seres vivos como mercancía y basura
Los criaderos transportan a los pollitos –algunos de apenas un día de vida– por todo el país, en cajas de cartón oscuras y estrechas. Las aves son sometidas a temperaturas extremas, sacudidas y privadas de comida y bebida durante 72 horas o más, si las entregas se atrasan. El viaje es tan estresante que muchos llegan a sus destinos enfermos o incluso muertos.
Además, comprar pollitos financia la cruel industria de los huevos. Los criaderos asesinan a los pollitos macho (que no pueden poner huevos y no pueden lucrar con ellos), a veces lanzándolos en enormes trituradoras llamadas “maceradoras” y los destrozan vivos.
6. Comprar pollitos les enseña a los niños una lección peligrosa
Comprar pollitos como “regalos” de Pascua o como “mascotas” les enseña a los niños que los animales son juguetes con los que jugar, en lugar de seres sensibles que merecen respeto. En esta Pascua, mejor, enséñales a los niños una lección sobre compasión, leyéndoles cuentos respetuosos con los animales o compartiéndoles datos interesantes sobre las gallinas. Aquí hay uno: ¡Un estudio en Italia encontró que los pollitos pueden contar y resolver aritmética básica! También tienen buena memoria y pueden hacer planes.
*****
Las gallinas no son objetos para comprar y vender. Son animales sociales e inteligentes que no quieren ser transportados, abandonados ni asesinados. Nunca compres gallinas en criaderos, tiendas de alimentos para animales ni ningún otro lugar.
Esta Pascua, ayuda –no lastimes– a las gallinas. Haz las acciones de PETA Latino para ayudar a las gallinas usadas por su carne y sus huevos:
TOMA ACCIÓN POR LAS GALLINAS