PETA Propone 5 Acciones Sencillas para Hacer Historia Ayudando a los Animales Este Mes de la Historia de la Mujer

Marzo es el Mes de la Historia de la Mujer, ¡y PETA no solo está homenajeando a las mujeres, sino también a las hembras de todas las demás especies! Ningún tema de justicia social está aislado, y la búsqueda de la igualdad de derechos para las mujeres debe ser interseccional, si queremos ver un cambio real en la sociedad. Para aquellas de nosotras que nos catalogamos como feministas (y todas deberíamos), lo que sigue es apoyar la igualdad para todas y evitar contribuir a la explotación de los cuerpos femeninos, este Mes de la Historia de la Mujer, y en el futuro, independientemente de la especie.

A continuación, te compartimos cinco formas de ayudar a poner fin a la opresión de los animales explotados este Mes de la Historia de la Mujer:

1. Hazte vegano

Los animales usados como alimento son reproducidos por la fuerza y ​​sus sistemas reproductivos son explotados. Una madre cerda está encerrada en una jaula de gestación o de parto durante gran parte de su vida adulta y es inseminada múltiples veces, solo para ver como apartan a sus bebés de su lado. El bebé de una madre vaca es secuestrado poco después de su nacimiento y ella es asaltada por su leche. Una gallina es enjaulada en un cobertizo inmundo y le roban todos sus huevos. Una vez que estos animales ya no pueden ser usados con fines de lucro, son considerados inútiles y son asesinados.

Alejarse de la carne, los lácteos y los huevos; significa oponerse a la explotación de los animales por su sistema reproductivo. Después de todo, nosotros también somos animales y no querríamos que nadie nos hiciera estas cosas.

2. Ayuda a cerrar los Centros Nacionales de Investigación de Primates (NPRC)

Cada año, cada uno de los siete centros nacionales de investigación de primates recibe decenas de millones de dólares de los contribuyentes, a través de los Institutos Nacionales de Salud. Estos invierten el dinero en quitarles los bebés y los monos jóvenes a sus madres –provocándoles una angustia inconmensurable a ambos– y los usan en experimentos invasivos, dolorosos, angustiantes y con frecuencia mortales. Los experimentadores de los NPRC abren los cráneos de los animales en estudios cerebrales, los privan de alimento en estudios dietéticos, los infectan con Zika y otras enfermedades y les hacen cosas peores. Estos experimentos no solo son anti éticos, sino que tampoco están conduciendo a ningún tratamiento o vacuna.

3. Adopta animales de compañía, nunca los compres

Los criadores de perros producen una camada tras otra para hacer dinero. Imagina ser obligada a quedar embarazada y dar a luz, solo para que tus bebés sean secuestrados unas semanas después de nacer. Los hermanos, que habrían pasado sus vidas juntos si les dieran la oportunidad, son separados y enviados a casa de cualquiera que tenga una tarjeta de crédito. Cuando te pones en el lugar de las perras madres usadas para la cría, es obvio por qué tratarlas como máquinas reproductoras de bebés es tan malo, especialmente con 70 millones de gatos y perros sin hogar en EE. UU., en parte como resultado de que dueños negligentes no esterilicen o castren a sus animales.

4. No uses lana ni ningún otro material derivado de animales

En la industria de la lana, los esquiladores han golpeado, pateado, cortado y pisoteado a las ovejas; lo tenemos en videos de 117 granjas en seis países de cuatro continentes. Todas las operaciones de lana son malas, porque ninguna lana es nuestra, y la crueldad, tan generalizada en esta industria, hace que la misma sea aún peor.

En 2015, un testigo que trabajaba en una granja en Australia del Sur vio a un supervisor golpeando a un cordero contra un piso de madera y lanzando al joven animal en un potrero para que muriera. Un trabajador pateó a una oveja en la cara; le dijo al animal: “Échate de nuevo, imbécil, te mataré”; y metió el dedo en el ano de otras dos ovejas para subirlas por una rampa hasta el galpón de esquila. En otro caso, los esquiladores llamaron a las ovejas “perras” y “putas”. Un esquilador le dijo a un cordero que “le metería [la tijera de esquilar] por su [culo]”. Así es como los trabajadores de la industria de la lana están acostumbrados a tratar los cuerpos femeninos. En Victoria, Australia, una oveja probablemente estaba en labor de parto, cuando un esquilador cortó el tejido prolapsado, del tamaño de un melón, con unas tenazas de metal afiladas. Cuando terminó, usó su propia lana para limpiar la sangre del piso. Los trabajadores preñan a las ovejas contra su voluntad para mantener el flujo de víctimas, y los consumidores pagan por productos de lana, perpetuando el círculo vicioso de maltrato y explotación. No contribuyas a eso.

5. Nunca vayas a SeaWorld u otros parques marinos

SeaWorld no tiene ningún respeto por las madres, los bebés o las familias. Katina, una orca que a los 2 años fue separada de su madre, Katerina, fue forzada varias veces a dar a luz. Solo dos de sus siete hijos sobrevivieron, uno de los cuales fue engendrado con su propio hijo (Taku). Luna, una ballena beluga que ha estado encerrada en SeaWorld por más de dos décadas, ha estado embarazada repetidamente y ha dado a luz a tres crías. Para hacer que concibiera a su primera cría, los trabajadores abusaron sexualmente de ella al embarazarla por la fuerza con el esperma de Nanuq, otra ballena beluga, víctima del sórdido programa de reproducción de SeaWorld. Nanuq fue secuestrado en su hogar en el océano a los 6 años y fue sacado del agua aproximadamente 42 veces por trabajadores de SeaWorld sedientos de semen, quienes usaron su esperma para producir 13 bebés, seis de los cuales murieron al nacer o poco después. Los delfines nariz de botella hembra aún son sacados del agua y, a veces, drogados para que no puedan poner resistencia mientras el personal introduce tubos llenos de semen en sus úteros. Las orcas, otros delfines y ballenas beluga son mamíferos muy inteligentes que aman a sus bebés, forman relaciones complejas y significativas y se mantienen cerca de sus familias. SeaWorld no es más que una empresa de parques abusivos basada en la explotación de hembras.

La justicia social debe ser inclusiva, y ya que el deseo de libertad no es un atributo específico de los humanos, nuestro activismo y la búsqueda de igualdad de consideración deben incluir también a los animales. Las mujeres merecen los mismos derechos, al igual que otras especies merecen libertad, igualdad de consideración y autonomía sobre sus propios cuerpos y vidas. Hagamos historia levantándonos para desmantelar la explotación sexista sistémica de todos los cuerpos femeninos, este Mes de la Historia de la Mujer, y todos los días que están por venir.