Actualización: 18 de enero de 2021
El 25 de agosto, Kip Lewis de A to Z Film Animals (un aparente proveedor de animales para Briarpatch, producción de USA Network, cuya vivienda fue allanada en diciembre de 2018, en la que se revelaron condiciones horrendas para los animales que allí se encontraban) no se opuso a los varios cargos de importación ilegal de animales después de que él y su esposa, Chelsey Lewis, contrabandearan animales silvestres a Nuevo México y luego mintieran a funcionarios gubernamentales sobre el paradero de esos animales. Un juez lo condenó a casi un año de libertad condicional. Chelsey no se opuso ni aceptó un cargo de importación ilegal de animales y su sentencia fue pospuesta hasta que se complete la libertad condicional.
Ahora, Kip y Chelsey, quienes aparentemente fueron contratados para entrenar a un perro para The Marksman, protagonizada por Liam Neeson, podrían perder su licencia federal si el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) presta atención a la solicitud de PETA. En una carta enviada esta mañana, instamos al organismo a revocar la licencia de expositor conforme a la Ley de Bienestar Animal federal de los Lewis.
Al igual que el USDA, los cineastas tienen la oportunidad de hacer lo correcto: tomar una postura contra la explotación animal en Hollywood al negarse a forzar a los animales a actuar y, en su lugar, usar animales realistas generados por computadora, algo que muchas compañías de producción han estado haciendo con éxito durante años.
ESTO ES EL POR QUÉ LOS ANIMALES NO PERTENECEN AL CINE O LA TELEVISIÓN:
Si has visto a un animal siendo usado en una producción de cine o TV, infórmalo a PETA.org/Report o llama a la línea directa de informantes de PETA al 323-210-2233.