Pesan más de 1.000 libras, se apoyan en tobillos del tamaño de los de un humano, y son azotados y obligados a correr por pistas que suelen estar hechas de tierra apisonada a velocidades de más de 30 millas por hora mientras cargan gente en sus lomos. Los caballos de carrera son víctimas de una industria multimillonaria que está plagada de abuso de fármacos, lesiones y carreras arregladas, y muchas de las trayectorias de los caballos terminan en el matadero.
Correr hacia la tumba
Los caballos empiezan a entrenar o incluso a competir cuando sus sistemas óseos todavía están en desarrollo y no están preparados para responder a las presiones de la competencia corriendo sobre una pista dura a altas velocidades. Un estudio sobre las lesiones en las pistas de carrera concluyó que cada 22 carreras, un caballo sufrió una lesión que le impidió terminarla, mientras que otro estimó que 3 caballos purasangre mueren cada día en América del Norte debido a lesiones catastróficas durante las carreras.
Los tendones sobredistendidos o las fisuras difícilmente pueden ser diagnosticadas por los veterinarios, y el daño puede pasar de menor a irreversible en la próxima carrera o entrenamiento. Los caballos no soportan bien las cirugías y muchos de ellos son sometidos a eutanasia o vendidos en subasta para ahorrarle a los propietarios futuros honorarios de veterinarios y otros gastos por caballos que no pueden correr otra vez.
Cuando el popular caballo de carreras Barbaro sufrió una fractura de tobillo en el comienzo del Preakness del 2006, sus dueños no escatimaron gastos para cubrir sus necesidades médicas, pero, como The New York Times informó: “Muchos en el negocio han comentado que si Barbaro no hubiera ganado el Derby de Kentucky, habría sido destruido luego de haber sufrido la lesión”.
Drogas y engaño
Los entrenadores y los veterinarios mantienen compitiendo a caballos lesionados cuando deberían estar recuperándose, al suministrarles una variedad de medicamentos para enmascarar el dolor y controlar la inflamación. Esto lleva a colapsos porque gracias a los fármacos los caballos son capaces de correr cuando de lo contrario el dolor les impediría intentarlo.
Las drogas ilegales también son utilizadas ampliamente. “Hay entrenadores atestando a los caballos de drogas ilegales cada día”, dice un ex director de relaciones públicas de Churchill Downs. “Con tanto dinero de por medio, la gente hará cualquier cosa para hacer que sus caballos corran más rápido”. Un entrenador fue suspendido por utilizar una droga similar al Éxtasis en cinco caballos, y otro ha sido expulsado de los hipódromos por usar clenbuterol y, en un caso, por cortar la pierna de un caballo sometido a eutanasia “para investigación”. Un veterinario de Nueva York y un entrenador enfrentaron cargos criminales graves cuando el cuerpo de un caballo extraviado apareció en una granja y las autoridades determinaron que su muerte había sido causada por la inyección de un “fármaco para mejorar el rendimiento”.
Incluso los “ganadores” pierden
Pocos caballos son jubilados a pastizales cuando dejan de ganar carreras o se lastiman, porque los propietarios no quieren pagar por un caballo que no gana dinero alguno. Muchos terminan en mataderos de Canadá, México o Japón, donde se les convierte en alimento para perros y pegamento. Su carne también se exporta a países como Francia y Japón, donde se les considera un manjar.
Muchos de los caballos que son enviados a esas instalaciones soportan días de transporte hacinados en camiones donde no hay acceso a alimentos o agua y las lesiones son habituales. Los caballos son sometidos a los mismos métodos de matanza que las vacas, pero como los caballos en general no están acostumbrados a estar en manada, una vez juntos, tienden a revolcarse a fin de evitar que les disparen con la pistola de pistón, que se supone los deja inconscientes antes de que sus gargantas sean cortadas.
Qué puedes hacer
Ayuda a eliminar este “deporte” de explotación:
- Rehúsa frecuentar las pistas que existen y presiona en contra de la construcción de nuevas pistas.
- Apoya los esfuerzos de PETA para garantizar que los reglamentos de carreras sean reformados e implementados. Aunque las carreras de caballo deberían suprimirse en su totalidad, los caballos se beneficiarían de una política de cero tolerancia en el uso de fármacos, de únicamente pistas de césped (pasto), de la prohibición de ser azotados y de competir en las carreras solo después de su tercer cumpleaños.
- Informa a tus amigos y familiares acerca de la trágica vida que llevan los caballos de carreras.