Está en el ADN de los primates temerles a las serpientes. Hay una película de suspenso de los 90 sobre la fobia a las arañas. Pero para nosotros, Aracnofobia fue solo una película. Para decenas de monos usados en las pruebas de “terror en monos” de la experimentadora del gobierno, Elisabeth Murray, las serpientes y arañas falsas, entre otros horrores, no solo los persiguen en sueños, sino que los asustan en la vida real. Pero esto se pone peor…
Olvídate de Aracnofobia… imagínate lo que sería ser forzado a padecer estas 10 cosas:
1. Te cortan una sección del cráneo
En su laboratorio de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) en Bethesda, Maryland, Murray les serrucha la cabeza a los monos y les corta una sección del cráneo.
2. Te inyectan toxinas en el cerebro
Una vez que los cráneos fueron abiertos con un serrucho, los cerebros de los monos quedan expuestos, y Murray podrá inyectarles toxinas en su delicado y complejo órgano.
3. Te succionan partes del cerebro
Si Murray no usa toxinas para destruirles los cerebros a los monos, aspira una parte de los mismos.
4. Te inmovilizan y experimentan en tu cuerpo
Durante algunos de estos experimentos, los monos son forzados a usar un collar y son atados a una silla de sujeción durante varias horas seguidas, hasta cinco veces por semana. A veces, los experimentadores atan los brazos de los animales detrás de sus espaldas y les atornillan un dispositivo que queda permanentemente unido al cráneo para que los monos queden fijos en el lugar.
5. Te causan daño cerebral permanente y traumático
Estos monos quedan con daño cerebral permanente al ser forzados a padecer múltiples cirugías invasivas.
6. Te confinan en jaulas especialmente diseñadas para infundir miedo
Después de todo este trauma, cada mono es colocado en una pequeña jaula metálica la cual está dentro de una caja más grande pintada de negro. Una puerta guillotina al frente de la jaula se eleva de golpe, y se ven serpientes y arañas aterradoras de apariencia real.
7. Pasas Hambre
Los experimentadores a menudo hacen pasar hambre a los monos para forzarlos a participar. En un experimento, los animales no obtuvieron comida ni agua hasta que hicieron una tarea requerida. Su “recompensa” es toda la comida de un día de una vez, y tienen solo 15 minutos para comerla toda. A este procedimiento se le llama “la lonchera”.
8. Estás en Aislamiento
En su hábitat natural, los monos son muy sociables y cooperan entre ellos. Muchos acicalan a sus amigos como forma de expresarles amor y afecto. Pero a los monos usados por Murray y su personal los dejan completamente solos: el daño cerebral que les causan hace que sea imposible que tengan interacción social normal con otros.
9. Asesinato
¿Cómo te libras de cargos por asesinato? Hazlo en un laboratorio (solo pregúntale a Murray, la mayoría de estos monos no salen vivos de ese laboratorio, después de asesinar a la mayoría, tras años de tortura, ella y sus colegas les sacan los cerebros y los diseccionan).
10. La misma Elisabeth Murray
Lo más aterrador que una puerta guillotina puede revelar es a la experimentadora responsable de todo el tormento. Murray afirma que sus experimentos de “respuesta emocional” pueden arrojar luz sobre los trastornos neuropsiquiátricos en humanos, pero no ha habido ningún tratamiento o cura para humanos en 30 años.
Otra cosa aterradora es el dinero malgastado de los contribuyentes: más de $36 millones tan solo en los últimos 13 años.
Los NIH dilapidan el dinero de los contribuyentes en el laboratorio de Murray como si creciera en los árboles, a pesar de que ella y sus colegas reconocieron años atrás que los experimentos tienen puntos débiles porque el estrés y otros factores pueden influenciar el resultado final.
No podemos descartar la posibilidad de que factores ambientales como el estrés contribuyan a la influencia genética en el conocimiento que reportamos.
–Elisabeth Murray y colegas (en un artículo académico de 2007)
Podrán esconderse en casa del COVID-19 ¡pero no de PETA! La cuarentena motivó nuestras protestas desde los autos en Maryland, exigiéndole a Murray y al director de los NIH, Francis Collins, que pongan fin a los experimentos de terror en monos.
Y los expertos coinciden en que los experimentos de terror en monos de Murray son completamente inservibles para ayudarnos a comprender la salud humana.
No dejes que los experimentadores se salgan con la suya
¿Sabías que a un grupo de monos se le llama “tribu”? Bueno, la tribu encerrada en este laboratorio de Bethesda depende de nosotros para ayudar a salvarlos de Murray y de más tormento, y no podemos fallarles.
Nuestra misión es cerrar este laboratorio. Haz clic en el botón a continuación si estás con nosotros:
DILES A LOS NIH: PONGAN FIN A LOS EXPERIMENTOS DE TERROR EN MONOS DE ELISABETH MURRAY
