Actualización: 11 de marzo de 2021
La advertencia de PETA se está cumpliendo: el Iditarod 2021 –una carrera cuyos orígenes irónicamente se remontan a un brote de difteria en 1925– hoy está propagando el coronavirus que puede causar la COVID-19. Ayer por la tarde, se informó que el musher veterano Gunnar Johnson había dado positivo en COVID-19 y había sido apartado de la carrera.
Como señalamos meses atrás, los perros pueden portar el virus en su pelaje. Ahora, desde el inicio de la carrera 2021 hace cuatro días, más de 60 perros ya han sido quitados de la pista, posiblemente por enfermedad, agotamiento o lesiones, dejando que los restantes deban esforzarse incluso todavía más. Dado que los perros no pueden aplicar el distanciamiento social y el 81% de aquellos que terminan la carrera acaban con daño pulmonar, el resultado de un test COVID-19 positivo podría ser nefasto. PETA le advirtió de forma directa al Comité del Iditarod (Iditarod Trail Committee) que el virus puede propagarse entre especies, pero el temerario espectáculo prosiguió, demostrando una vez más que no le preocupan los animales a los que expone a un gran riesgo.
Desliza hacia abajo para ver de qué otra manera la carrera mortal le ha fallado a perros y humanos, y checa aquí y en Twitter nuevas actualizaciones.
Parece que el musher del #Iditarod Martin Buser puso a un perro lesionado de nuevo en el arnés, a pesar de que el Iditarod calificó de "riesgos inevitables" algunas muertes de los perros.
— PETA Latino (@PETA_Latino) March 10, 2021
¡PETA está exigiéndole a Buser que retire a este perro de la carrera! pic.twitter.com/E8pP5bINJu
Actualización: 10 de marzo de 2021
Nadie quiere ver un evento que genera agotamiento, enfermedad e incluso la muerte a cientos de perros. Únete a nosotros para instar a VUit a que deje de transmitir la mortal carrera Iditarod 2021.
Actualización: 8 de marzo de 2021
La habitual ceremonia de inauguración del Iditarod puede haberse cancelado y la ruta de la carrera mortal puede haberse cambiado debido a la COVID-19, pero hasta que el evento no termine para siempre, la ruta de PETA no cambiará: estamos decididos a lograr que la carrera de este año sea la última. Nuestros simpatizantes se reunieron hoy temprano en el punto de partida del Iditarod 2021 en Wasilla, Alaska, redoblando la presión sobre la carrera, la cual ha matado a más de 150 perros desde sus comienzos.
ExxonMobil y otros tres patrocinadores del Iditarod ya confirmaron este año que cortan lazos con la cruel carrera: ¡estas victorias se lograron cuando las compañías fueron contactadas por PETA y por cientos de miles de activistas como tú! Así que, mientras PETA en persona protesta contra el Iditarod, tú puedes sumar tu voz: presiona a Millennium Hotels and Resorts a seguir los pasos de ExxonMobil.
Seguiremos vigilando a los perros durante toda la carrera. Esta historia será actualizada durante el trascurso del Iditarod 2021, así que mantente informado siguiendo a @peta_latino en Twitter con las últimas novedades.
Dile a Millennium que corte lazos con el IditarodActualización: 22 de marzo de 2020
La carrera de Iditarod 2020 ha terminado oficialmente. La última musher, Kaci Murringer, cruzó esta tarde la línea final arrastrando a los perros agotados.
A continuación, encontrarás un compendio de los terroríficos incidentes que ocurrieron durante el Iditarod 2020, que muestra el por qué PETA y gente preocupada de todas partes está pidiendo que este cruel evento termine:
- Nicolás Petit obligó a sus perros a continuar la carrera incluso después de que todos ellos, según se informa, vomitaron, uno fue herido en una pelea con otro perro, y tres se congelaron. Finalmente abandonó la carrera en la milla 852, posiblemente porque los perros no podían correr más lejos.
- Jessie Royer accidentalmente prendió fuego a su propio trineo.
- Cool Cat, un perro mayor usado por Matthew Failor, sufrió de torsión de intestino y por poco muere por la dolorosa inflamación.
- Mitch Seavey, -objeto de una reciente investigación encubierta de PETA que descubrió que los perros estaban encadenados, se les negaba atención veterinaria, e incluso se les asesinaba durante el entrenamiento-, como se informa, arrojó a una perra y la sujetó del hocico contra el suelo mientras se transmitía en vivo la carrera. Anteriormente admitió que golpeaba, descuidaba y no satisfacía las necesidades de los perros.
- Thomas Waerner, que encadena a sus perros a cajas de madera en la nieve en su perrera (una práctica común de los mushers), dejó atrás a cuatro perros que obligó más allá del punto de ruptura durante la carrera.
- Richie Diehl admitió que abandonó la carrera porque cinco perros tenían tos y mostraron síntomas de principio de neumonía
- Al día 20 de marzo, una perra llamada Betty, usada por John Schandelmeier, estaba en condición crítica con neumonía y los perros Thunder y Charlotte no estaban comiendo, habían perdido mucho peso y sufrían de fiebres, diarrea y tos persistente.
- Tres mushers tuvieron que pedir rescate después de hacer correr a los perros por una parte de la pista bloqueada por el desbordamiento de agua de mar. Se informó que los rescatadores encontraron a los mushers en sacos de dormir, y necesitaban oxígeno. Pero no se supo nada de las condiciones de los perros empapados en temperaturas bajo cero.
- Más de 220 perros fueron retirados de la pista por agotamiento, enfermedad, lesiones y otras causas, dejando al resto trabajando aún más duro.
Estos casos se suman a las continuas quejas que rodean al Iditarod, incluyendo la muerte de más de 150 perros desde que comenzó dicha carrera.
Desde vómitos y perros congelados hasta agotamiento, enfermedades y lesiones tan graves que los perros fueron retirados de la pista, el Iditarod 2020 mantuvo el rumbo en términos de crueldad. Los perros sufrirán espantosamente mientras esta despreciable carrera continúe, por lo que PETA pide que este año sea el último.
PETA señala que, obligar a los perros a correr cientos de millas a través del hielo y la nieve para conseguir premios y llenar los bolsillos de un musher es una forma de especismo, una visión supremacista del mundo. Este evento es verdaderamente una cuestión de vida o muerte para los perros.
Para una cobertura completa de los sucesos descritos anteriormente, continúa leyendo.
Actualización: 21de marzo de 2020
La carrera mortal continuó el 20 de marzo, mientras tres mushers pedían rescate a la Guardia Nacional de Alaska al darse cuenta de que parte de la pista estaba inundada. En la oscuridad, aparentemente no pudieron ver que la pista estaba bloqueada por el desbordamiento de agua de mar, así que los perros corrieron a través de una parte de este. El equipo de rescate, según se informa, encontró a los mushers en bolsas de dormir, y necesitaban oxígeno. Pero no se supo nada de las condiciones de los perros empapados en las temperaturas bajo cero.
Y ese no es el único lugar peligroso en el que están los perros. El musher Nicolas Petit -quien previamente admitió que a todos los perros que obligó a correr estaban vomitando, tres sufrían de congelación, y uno casi necesitaba suturas- se descalifica el 17 de marzo cuando envió una llamada de auxilio después de perderse en una tormenta de nieve. Otros once mushers están atascados en Elim esperando una “tormenta desagradable”, sin embargo, Petit evidentemente aún planea obligar a los perros a correr hasta Nome.
Y después de que el musher Richie Diehl se descalifica el 16 de marzo, dijo que uno de los perros que usó, Magic, tenía “tos leve”. Pero pronto, los veterinarios dijeron que cuatro perros más tenían tos y que ellos, junto con Magic, mostraban signos de primeros síntomas de neumonía.
Betty, una de las perras que usó el musher John Schandelmeier, estaba en estado crítico con neumonía y había estado con oxígeno por lo menos 36 horas en una clínica de emergencia el 20 de marzo. La esposa de Schandelmeier, Zoya, dijo que dos de los perros que usaron, Thunder y Charlotte, sufrían fiebre, no estaban comiendo y tenían “diarrea, tos constante y narices llenas de secreción”. Cuando los recogió, dijo: “Ni siquiera reconocí a mi propio equipo”. Estaban tan demacrados, estáticos, débiles y pálidos”.
Ya es hora de que el Iditarod termine. ¡Mantente informado con más noticias de la peligrosa y mortífera carrera de este año, y ayuda a los perros hoy!
Actualización 18 de marzo de 2020
La ‘victoria’ de Thomas Waerner en el Iditarod 2020 esta mañana es para reflexionar, no celebrar.
Con aproximadamente 180 perros retirados del Iditarod hasta el momento por agotamiento, lesiones y enfermedades como la hinchazón con peligro de muerte, y los mushers forzando a los perros a continuar frente a los vómitos y la congelación, incendios de trineos y sustituciones de último minuto, la victoria de ningún musher merece ser celebrada. Cuando Waerner dejó atrás a cuatro perros a los que, durante la carrera, exigió más allá del punto de ruptura y encadena a perros desesperados por afecto y amabilidad junto a cajas de madera en la nieve, es claro por qué el reclamo de PETA para que esta carrera despreciable termine, es correcto.
Tan sólo en las últimas dos semanas, Anchorage Chrysler Dodge Jeep Ram Center, Alaska Airlines, y Baird Private Wealth Management han cortado lazos con la carrera. Se sumaron a Coca-Cola, Costco, Jack Daniel’s, Maxwell House, Nestlé, Panasonic, Pizza Hut, Rite Aid, Safeway, State Farm, y Wells Fargo en la finalización de su apoyo al Iditarod tras enterarse por PETA -que está reclamándole a Millennium Hotels and Resorts que hagan lo mismo.
Actualización 17 de marzo de 2020
Mitch Seavey previamente admitió haber golpeado, descuidado y privado de necesidades a los perros. En el exposé de PETA sobre sus instalaciónes, se vieron a perros encadenados e incluso asesinados durante el entrenamiento, por eso no sorprende la información que dice que Seavey arrojó a una perra y le sujetó el hocico en el suelo durante la carrera de esta semana. Así como algunos cazadores se horrorizan con las cacerías enlatadas, los que apoyan al Iditarod parecen estar hablando en contra del comportamiento que incluso ellos consideran cruel, y si las acusaciones de este informante son verdaderas, Seavey debería enfrentar una investigación policial y tener prohibido competir. De todas formas, es hora de que el cruel Iditarod sea relegado a los libros de historia.
Actualización 16 de marzo de 2020
¡Victoria! A nueve días del inicio del Iditarod 2020, Fiat Chrysler Automobiles (FCA) confirmó que su concesionario de Anchorage finalmente cortará lazos con la carrera mortal de trineos con perros de Alaska.
Tras una masiva campaña de PETA, Anchorage Chrysler Dodge Jeep Ram Center (un concesionario FCA de propiedad independiente que ha patrocinado el Iditarod desde 2007) abandonará su apoyo a la carrera tras el evento de este año.
A comienzos de marzo, el patrocinador de años del Iditarod, Alaska Airlines, cortó lazos con la cruel y mortal carrera, y solo dos días después lo hizo Baird Private Wealth Management. Estas compañías se suman a otras que han puesto fin a su patrocinio del Iditarod tras escuchar a PETA, como Coca-Cola, Costco, Jack Daniel’s, Maxwell House, Nestlé, Panasonic, Pizza Hut, Rite Aid, Safeway, State Farm, y Wells Fargo.
Pero nuestro trabajó aún no ha terminado. Los perros siguen sufriendo. Sigue leyendo para conocer más sobre la carrera de este año y descubre cómo puedes tomar acción para ayudarlos hoy mismo.
Actualización 15 de marzo de 2020
El musher del Iditarod 2020, Matthew Failor, está bajo presión después de que uno de los perros que usa, Cool Cat, casi muere por una dolorosa condición llamada hinchazón. Failor forzó a esta perra anciana a correr fuertemente, quien desarrolló torsión intestinal y casi murió. En vez de permanecer con ella mientras se recuperaba, siguió corriendo por el premio en efectivo.
Parece que Failor tiene a los perros en su instalación encadenados a cajas, una práctica previamente revelada en el exposé de PETA de las instalaciones de excampeones de mushers del Iditarod, y esto no sorprende.
Actualización 14 de marzo de 2020
Para ciertos perros forzados a correr la carrera mortal con trineos, el Iditarod 2020 realmente se convirtió en una prueba de fuego. Según un video publicado por KTUU, la estación de televisión afiliada a la NBC en el área de Anchorage, el actual líder del Iditarod, Jessie Royer, incendió accidentalmente su propio trineo en algún momento antes de llegar al puesto de control en Ruby, Alaska. En el video a continuación, admite que el fuego quemó una bolsa con botas protectoras para la nieve que los perros usan en los pies, junto a otros suministros. No queda claro en la entrevista si tiene más botas para sus perros.
Cuando Royer se convirtió en la primera musher en llegar al puesto de control de Ruby, fue recibida con una “comida gourmet” de cinco pasos y una botella de Dom Pérignon. Mientras tanto, sus perros fueron dejados afuera en el frío, sin poder refugiarse, esperando lo que pudiera pasar después.
Los animales no son equipamiento deportivo. No son herramientas, ni tampoco comidas gourmet. Es especista creer que algunos animales son sirvientes, algunos son sopa, y solo unos pocos, dignos de consideración y empatía. Los perros forzados a correr el Iditarod no son fisiológicamente diferentes a otros perros.
Es solo cuestión de tiempo antes de que un musher exhausto cometa otro error por descuido que podría costarle la vida a un perro.
Actualización 12 de marzo de 2020
A pesar de informes iniciales que decían que Nicolas Petit cancelaría su participación en el Iditarod tras admitir que todos los perros de su equipo vomitaron y tres de ellos sufrían de congelación, ahora parece claro que los está forzando a todos a continuar.
Petit describió en una entrevista lo que sucedió en la pista: “Oh, otro que vomita, oh después otro vomita”, y admitió que tuvo que reducir la velocidad por temor a que uno de los perros se asfixiara si vomitaba mientras jadeaba. La causa principal de muerte para los perros en la pista del Iditarod es neumonía por aspiración causada por la inhalación de su propio vómito.
Petit también declaró que, en su equipo, un perro mordió a otro en la cara tan severamente que la herida casi tuvo que ser suturada.
El año pasado, Petit iba a la cabeza de la carrera hasta que sus perros se negaron a seguir corriendo. Enfermedades, lesiones o agotamiento de los perros probablemente haya sido lo que motivó que quitara a cuatro de ellos de su equipo. Debido a ello, los 10 perros restantes fueron forzados a correr incluso más fuerte, antes de que se rindieran por completo.
Todos deberían preguntarle al Iditarod la razón por la cual estos perros siguen siendo forzados a correr. Si a Petit le preocuparan estos perros, no los forzaría a correr una carrera de 1,000 millas en la que los animales mueren año tras año. Ha visto de primera mano lo devastadora que es esta carrera para los perros, sin embargo, por alguna razón, sigue torturándolos en este infierno congelado.
Actualización 12 de marzo de 2020
El musher John Schandelmeier afirma que no desea forzar a los perros a correr o finalizar el mortal Iditarod, lo que plantea la pregunta: “¿Por qué no evitarles a los perros y a ti mismo el sufrimiento y abandonarla ahora?”
Schandelmeier reemplazó en el último minuto a su esposa, Zoya DeNure, quien abandonó la carrera debido a una afección cardíaca. Ya ha sufrido de congelamiento en sus manos y dedos del pie y tiene una lesión persistente en la pierna como resultado de una infección bacteriana que tuvo el año pasado. ¿Se puede esperar que cuide a los perros durante los próximos varios cientos de millas en una pista peligrosa?
“No es ‘Oh, quiero correr el Iditarod’. Nunca tuve ese deseo. No es algo que esté entre mis preferencias”, dijo Schandelmeier, según el periódico Anchorage Daily News.
Tal vez recuerdes que DeNure se presentó para informar que algunos entrenadores en la industria asesinan a “cientos y cientos de perros” porque no corren lo suficientemente rápido para el equipo. Señaló a las perreras del musher Dallas Seavey entre las que asesinan perros que no son lo suficientemente rápidos o no están en forma para correr y escribió: “Tristemente, esto ha estado ocurriendo en la ‘dinastía’ de la familia durante décadas”.
PETA insta a Schandelmeier a que deje la carrera ahora.
En otros acontecimientos, el musher Jim Lanier de 79 años canceló su participación por “preocupación por su propio bienestar”, según autoridades del Iditarod. Fue originalmente expulsado del Iditarod este año por preocupaciones por su salud y su capacidad de cuidar a sus perros durante la carrera. Una petición de mushers y sus seguidores forzaron a revisar su expulsión. Aparentemente, a ninguno de estos peticionarios le importó el bienestar de los perros. Lanier no corrió el año pasado, pero en 2018 otro musher lo encontró atrapado y comenzando a congelarse.
Originalmente publicado el 7 de marzo de 2020:
La carrera mortal Iditarod 2020 ha comenzado. Durante aproximadamente dos semanas, cientos de perros serán forzados a correr alrededor de 1,000 millas a través de vientos polares, tormentas de nieve enceguecedoras y temperaturas bajo cero. La carrera dejará a los perros sensibles ensangrentados, enfermos y con cicatrices permanentes, si es que logran regresar…
Durante la ceremonia de apertura, activistas de PETA con máscaras tridimensionales de huskies y carteles que proclaman “Más de 150 perros han muerto. ¿Seré el siguiente?” y “Tiren de sus propios malditos trineos” ocuparon la línea de largada de la carrera para protestar la crueldad de la misma.
Menos de una semana antes de que la carrera comenzara, Alaska Airlines cortó su relación de décadas con el Iditarod y decidió que este año sería el último que patrocinara un evento. Esto sucede tras haber sido contactada por casi 100,000 seguidores de PETA y enfrentar numerosas protestas en la calle frente a su sede corporativa. Solo dos días después, Baird Private Wealth Management confirmó que ponía fin a su patrocinio del Iditarod también, tras la presión de PETA.
Continuaremos vigilando de cerca al Iditarod 2020, incluyendo lo que sucede con los peores y más abusivos mushers. Seguiremos actualizando la información.
Ayuda a poner fin al Iditarod pidiéndoles a las compañías que cancelen sus patrocinios
Hasta la mitad de los perros que comienzan la carrera no la terminan porque están demasiado enfermos, lesionados o agotados para continuar, y más de 150 han muerto por la carrera, sin contar muchos otros perros que fueron asesinados simplemente porque no eran lo suficientemente rápidos o que murieron mientras estaban encadenados fuera de temporada.
No sorprende que importantes compañías como Coca-Cola, Costco, Jack Daniel’s, State Farm, y Wells Fargo cancelaran sus patrocinios: nadie quiere tener sangre en sus manos.
